Y que tal si inventamos una amistad q solo la entendamos tú y yo…
Una amistad basada en la confianza y puede que un poquito en el amor, una amistad que se alimenta a través de palabras bonitas, no de realidades escondidas…
Una amistad real de esas que se pueden tocar, de esas que se pueden acariciar, de esas que se pueden besar, de esas que se enfadan y tan sólo se pueden perdonar…
Una amistad especial, de esas que tiemblas si suena el timbre y algo te dice que soy yo…
Una amistad sincera, leal, a prueba de bombas, a prueba de comentarios, a prueba de dramas, a prueba de tonterías, a prueba de personas que tan sólo quieren hacernos daño…
De esas que se presentan en casa a desayunar, con una bolsa de croissant, una sonrisa y un buenos días que te da energía para afrontar todo el día…
Una amistad que nació a través de mis miradas ocultas bajo mis gafas de sol, muda al principio y hoy imposible de silenciar, ni después de temblar entre tus dedos al hacer el amor…
De esas que estás deseando que llegue la noche para acurrucarte en su sofá, bajo la manta abrazada a ella…
Una amistad transparente, nítida sin tintas de misterios, ni verdades a medias, sin juegos absurdos…
De esas que te ríes si te da la gana y lloras mientras la abrazas…
De complicidad en cada mirada, de querer mejorar cada día, de querer sacar tu mejor versión…
Una amistad en la que se pueden compartir hasta los silencios…
De te quieros escondidos en las palabras, de que te quieros visibles de sus miradas, en la mía, en la de las dos…
Sabes me da igual lo que crean, piensen u opinen los demás, aquí lo único que importa es lo que pensamos tú y yo, nuestra amistad rara tan sólo es de las dos…