La saga de Life is Strange ha formado parte de la última década de mi vida como jugadora. Tanto LiS como Life is Strange: Before The Storm me encantaron. Así que cuando se anunció Life is Strange: True Colors tenía claro que era un juego que necesitaba en mi colección y por fortuna no me equivoqué.
True Colors da un paso más en la evolución de la saga y se nota. Para empezar, esta vez nos meteremos en la piel de Alex Chen, una joven que ha pasado prácticamente toda su infancia y adolescencia saltando de una casa de acogida a otra, perdida en el sistema. Pero justo empezamos el juego con Alex a punto de empezar una nueva vida. Su hermano Gabe ha conseguida encontrarla y la ha invitado a irse a vivir con él en Haven Springs. Un pueblito de colorado en el que ella no sabe si tendrá mucha cabida pero desde luego le interesa conocer.
Si eres fan de la saga, sabrás que todos sus protagonistas se caracterizan por tener algún poder sobrenatural. Alex no es diferente, pero como diría Stan Lee: «Un gran poder implica una gran responsabilidad». Alex es una empata, puede sentir e incluso ver (en forma de colores) las emociones de las personas. Y cuando se concentra mucho en ellos, incluso puede leer sus pensamientos. ¿El problema? Que al conectar de manera tan íntima sus propios sentimientos terminan mezclados con los de la persona que ha leído y eso puede resultar muy pero que muy mal. Sobre todo cuando vives en un orfanato y los sentimientos que hay a tu alrededor son siempre de tristeza, furia y violencia.
Alex espera dejarlo todo atrás en Haven Springs, pero como siempre, la vida es irónica y el destino te tiene preparados unos cuantos guantazos por el camino. Así que cuando la tragedia vuelve a golpearla y pierde a su hermano, Alex tiene que aprender a vivir en un espacio nuevo y a lidiar con sus sentimientos y miedos mientras descubre el secreto que se esconde bajo la apacible vida del pueblo.
Para conseguirlo, muy al estilo del juego original, tendremos que explorar Haven Springs y conocer a la gente que nos rodea. Este es uno de los aspectos en el que Life is Strange: True Colors ha mejorado en comparación de su predecesor. El escenario en el que podemos jugar es mucho más grande y por tanto hay más cosas y personajes con los que podremos interactuar.
¿Un juego para conocer personajes ficticios? ¿No te aburres a muerte? Pues no, esa es precisamente la magia de Haven Springs, sus habitantes están llenos de vida y tienen personalidades diferenciadas, interesantes y en las que definitivamente querrás profundizar. Ya sea porque pienses que el personaje puede aportarle algo bueno a tu vida o porque necesites conocerle para encontrar la información que estás buscando. El juego te permitirá adentrarte en la comunidad y conocer a tu hermano a través de los ojos de la gente que lo quería y vivió con él.
Precisamente, mi parte favorita del juego es la sensación de comunidad que me hizo sentir. Las ganas que me daban de explorar más sobre la vida de ciertos personajes para entenderlos mejor. Y es que no solamente los diálogos son interesantes y entretenidos, sino que además cuentas con todo un mundo «en línea» en el que podrás descubrir lo que se cuece en la comunidad gracias a sus comentarios en «My Block», el «Facebook» del juego. No me avergüenza contarles que me leí absolutamente todos los posts en cada episodio.
Además podrás conocer mucho más de la historia de Alex gracias a su diario, que va actualizando a medida que vas avanzando en el juego y tomando decisiones que impactan su camino y transforman su destino al que tú has decidido.
La música en Life is Strange: True Colors
La saga de Life is Strange siempre se ha caracterizado por tener una selección de música bastante buena y True Colors no es la excepción. Cada momento de tranquilidad que tienes en el juego está acompañada de una banda sonora, que al menos a mi me hizo imposible saltarme la escena.
La música forma parte de todo lo que Alex hace en el juego, es quizá tan protagonista como ella porque es el vehículo que ella utiliza para conectar con el mundo, los personajes y con su yo interior.
La banda sonora del juego incluye cancioens originales de Angus & Julia, mxmtoon y Novo Amor. Pero además incluye canciones ya conocidas de Phoebe Bridgers, Dido, Michael Kiwanuka, Girl in Red y otros más. Yo por lo pronto les dejo la lista de Spotify porque que después de jugarlo van a querer ponerse la música de fondo, se los digo yo.
La representación lésbica en Life is Strange: True Colors
Obviamente no estaríamos hablando de Life is Strange: True Colors si no hubiera representación lésbica.. Como ya viene siendo una tradición en la Saga, el juego te ofrece la posibilidad de tener un romance con un hombre o con una mujer en el juego, porque Alex Chen es bisexual.
Yo no me lo pensé medio segundo y obviamente elegí a Stephanie Gingrich como el objeto de mis amores y deseos. Pero si eres bisexual lo vas a tener más complicado porque las dos elecciones posibles son estupendas. Ryan es un amor. No les daré más datos sobre las posibilidades porque lo divertido de este juego es descubrirlo y construir el destino a ciegas. Al menos a mi siempre me gusta jugar la primera vez sin saber qué puede pasar con las decisiones. Luego hago otra partida de «curiosidad» o para refinar decisiones que me hayan dejado conflictuada y ya de paso conseguir todos los logros o trofeos.
Solo les diré que me encantó la historia y que amé a Steph. Además, les contaré como curiosidad que si jugaron Life is Strange: Before The Storm ya conocían a Stephanie Gingrich porque es una de las compañeras de Chloe en la universidad. Esto es lo que escribió Chloe sobre Steph en ese juego:
Nunca puedo decidir si Steph es la persona más cool o la más nerd de todo Blackwell. ¿A lo mejor las dos? Es la reina de los chicos a los que les gusta quedarse en casa, con todo ese rollo de los juegos de rol y la ciencia ficción.
Su padre es un video editor. Gana buena pasta vendiendo DVD pirata. No juzgues su negocio. Estoy segura de que también lleva toda la parte técnica de las obras de teatro dela escuela. Otra cosa sobre ella es que le gustan las chicas, y no le importa lo que nadie diga al respecto.
En fin, que me ha gustado ver que el juego sigue la dinámica de ofrecernos la opción de ser nosotras mismas. Porque ya sabemos que la representación lésbica en los juegos escasea.
En conclusión, si te gustó el primer juego ni te lo pienses, Life is Strange: True Colors te va encantar. La misma dinámica y corazón del primer juego pero con mecánicas mejoradas, un universo más grande y diálogos más pulidos. Si no probaste el original pero te ha llamado la atención puedes adentrarte sin miedo, porque a pesar de que forma parte de una colección es una historia completamente a parte y más allá de pequeños detalles no es necesario haber jugado el original para disfrutar este. Ahora, si te gustó, te recomiendo jugar el primero que ahora lo encuentras baratísimo.
Sinceramente, las 10 horas que me duró el juego las disfruté tanto que se me hicieron cortas. Es uno de esos juegos que no te puedes quitar de encima cuando apagas la consola. Los personajes te acompañan aún después de haber jugado porque te hacen sentir cosas y meditar o reflexionar sobre cada suceso o decisión que has tomado. Se los recomiendo muchísimo.