Nos separan apenas 1 metro, tú en el sofá y yo jugando con tus peques, la sensación de ternura que me produces es total… verte dormida en tu sofá y tener la increíble sensación de querer abrazarte y no soltarte jamas…

Y te miro, estas apoyada en el cojín, hecha un ovillo, encogida sobre tus pies y apoyada en otro cojín, tapada con la mantita…

Así eres, la viva estampa de la adorabilidad, las ganas de achucharte vuelan en mi mente, pero no las quiero escuchar…

Te miro, te veo, estás tan vulnerable, tan débil, tan mimosa que me muero de ganas de abrazarte y regalarte uno y mil mimicos… pero no lo hago, estoy inmóvil…

Si me acerco gano unos segundos y te pierdo por la eternidad del silencio sin ti, así que un atisbo de cordura vuela fugaz por mi mente y le escucho sin hacerme mucho de rogar…

Escucho a ese corazón que lleva ya muchas tiritas por culpa de mis comportamientos locos y de tus sustos, más tus ahora no me comporto igual contigo sin final.

Verte tan indefensa, tan frágil, tan humana, tan como siempre te he visto yo a los ojos de sus palabras, de sus descripciones, de sus definiciones de ti…

Y yo tan solo te miro con la peor cara de enamorada que puedo poner, la de idiota total y tú no cierras los ojos, me miras desafiándome.

Me devuelves la mirada, mantenemos las miradas un rato, desafiantes, intensas, cariñosas, hasta que soy yo la que me rindo y la quito…

Voy sin gafas y noto que mi mirada es tan transparente que creo que sientes como te miro.

Te has dormido, me levanto y capturo ese momento con mi móvil, ese instante, quiero inmortalizar en una foto, los mil y un sentimientos que acabo de vivir en tan solo un instante…

Verte dormir, es soñar despierta, es alcanzar un sueño hecho realidad, pero hoy por hoy ese sueño se tiene que quedar en un triste borrador de lo que nunca será…

Te despiertas, te abrazas a tu peque favorita y en ese instante ya me muero de amor.