Qué fácil resulta todo contigo

Es fácil querer entregarte mi más íntima confianza cuando se te atasca la esperanza.

Es fácil anhelar abrazarte y proteger tu bondad cuando te ves rodeada de una perpetua oscuridad.

Es fácil mirarte al corazón y contagiarme de tu dulce fortaleza interior.

Es fácil embobarme con tu voz sedosa, las penumbras dan paso a una realidad muy luminosa.

Es fácil subir las pendientes más empinadas del camino cuando es tu imagen la que flota delante de mi destino.

Es fácil saborear cualquier trago amargo, aunque el camino sea muy cuesta arriba o infinitamente largo.

Es fácil sentir la ilusión más robusta antes que cualquier inseguridad cuando tu sonrisa se me incrusta. En ese momento, siento que nada me asusta.

Sin duda, lo más fácil es quererte sin mentirme, incluso cuando perdura el miedo y solo sobreviven las ganas de rendirme.

 

Corazón herido

Te busco en todos mis latidos. Entre tanta espera, eres el sueño que he cumplido. Me atrae que tus sentimientos no están podridos. Gracias a ti, los pedazos de mi corazón he cosido. Ahora es de tacto mullido, para lo que pudo haber sido. No me voy a sentir mal por confesar que anhelo lamerte los fluidos, desde los de tu sexo de placer henchido hasta las lágrimas cuando el dolor te deja el día destruido.

Te busco en todos mis latidos. Pero entre tanta afónica espera, eres el aire que suicido.

 

Sí, quiero

¿Es legal?

¿Me apetece?

¿Puedo?

Pues ya está.