Si estás leyendo esto porque te casas, ¡enhorabuena! Una boda es un motivo de celebración precioso pero sabemos que también puede ser muy estresante, especialmente para las parejas LGBT. ¿Por qué todo tiene que ser tan heteronormativo?

Con toda la información que tenemos de bodas, la mayoría suele ser dirigida a parejas cishetero y es complicado vernos representadas muchas veces. Por eso, hoy queremos ayudaros y os traemos algunos consejos para organizar VUESTRA boda, un día que es vuestro y en el que tenéis que sentiros vosotras mismas, cómodas y felices.

Fotografía: Sara Lázaro

1. No invites a familiares homófobos

Puede parecer evidente, pero en ocasiones nos podemos ver obligadas a invitar a personas que realmente no queremos que estén allí. Puede ser por compromisos familiares, porque estáis invitando a otras personas y creéis que se sentirán mal, pero es vuestra boda. ¿De verdad quieres celebrar tu amor con personas que no apoyen tu orientación sexual? El día de tu boda es un día muy importante y especial y tienes que estar rodeada de la gente que quieres y que os quiere a vosotras, y nada más.

Fotografía: Estefanía Fredes

2. Contrata proveedores del colectivo o que te den seguridad

El momento de elegir proveedores puede ser un poco estresante. Mandar un mail a un fotógrafo y que te responda “¿cómo se llama el novio?” o visitar una finca y que te respondan que allí solo hacen “bodas normales” no es lo más agradable de vivir. Por eso, te recomendamos buscar (y rebuscar) proveedores que tengan fotos de parejas LGBT, que los formularios y mails que te envíen utilicen un lenguaje inclusivo. En LGTBodas tenemos un directorio con proveedores LGTBFriendly para evitar todas estas situaciones incómodas. Hay proveedores tanto del colectivo como no, pero ninguno de ellos cuestionarán que seáis dos mujeres y os ayudarán a tener la boda de vuestros sueños.

3. Ten la boda que TÚ quieres

Te volvemos a recordar que tu boda es tuya, y que el hecho de ser dos mujeres no significa que vuestra boda vaya a ser diferente. Podéis tener una boda más clásica si es lo que preferís, o una boda llena de banderas y símbolos LGTB. O una boda en la playa, una boda boho, incluso con símbolos religiosos o inspirada en vuestras películas favoritas. Una boda LGBT no es un estilo, el estilo lo decidís vosotras, vuestros gustos y personalidad. Que nadie os diga cómo celebrar vuestro amor.

Fotografía: Dani Medina

4. No sigas tradiciones que no vayan contigo

El hecho de que en tu boda seais dos mujeres ya se está saltando la tradición más clásica de las bodas: que haya un hombre y una mujer. Si ya nos hemos saltado esta “norma”, podemos cuestionarnos todas las demás. ¿Cuál es el protocolo de entrada en la ceremonia? ¿Nos llevarán nuestros padres, nuestras madres, o cómo se hace? La respuesta es sencillamente como vosotras queráis. Si no queréis lanzar el ramo a las mujeres solteras, no lo hagáis. Si no queréis intercambiaros anillos, no es obligatorio. Si no queréis ir de blanco, ¿quién os dice que no podáis hacerlo? Chicas, es vuestra boda, vosotras mandáis.

Fotografía: Carsams

5. Lee historias de bodas reales y opiniones de otras parejas

El último consejo que te damos es que te inspires a través de otras parejas LGBT. Nadie mejor que ellas, que han vivido lo mismo que vais a vivir vosotras dentro de nada, os puede aconsejar mejor. Conocer experiencias de otras parejas que se hayan casado en las fincas que estáis mirando o que su fotógrafo sea el que os gusta puede ser clave para aseguraros de que vais a tener una boda perfecta. En nuestro blog podéis leer los testimonios de otras parejas como vosotras y os animamos a contactar con otras parejas por redes para conocer sus experiencias.