Rebecca Riley, la dueña de la pastelería Peace, Love, Cupckes se ha convertido en la heroína de Jess Down y Desirie White, una pareja lésbica a la que le habían cancelado su pastel de bodas apenas un mes de la fecha de entrega.
Todo comenzó cuando la pareja subió un post a Facebook contándole a sus amigas que la pastelería que habían contratado para hacerles su pastel de bodas acababa de cancelarles el pedido, a un mes de la fecha por razones religiosas.
No sé que pensar. Estoy muy enojada. Enojada porque haya esperado a que faltara un mes para la boda para decirnos que no cuando cerramos el trato en Junio. Enfadada porque lo que dice un libro escrito por, según ella, Dios es lo que hace que nos cancele. No distorsionen mis palabras. Yo creo en Dios, pero sé que mi Dios jamás me condenaría por quien soy y por quien amo. Mi conciencia y mis decisiones están hechas desde el amor incondicional, el respeto y el entendimiento de que sé en mi corazón que son los valores de Dios también. No miedo a ser castigada. No voy a mentir, esto me ha dolido muchísimo.
Esta podría ser otra de esas múltiples historias de discriminación y homofobia que hemos escuchado por ahí. Pero no, se ha convertido en algo muy positivo y bonito gracias a la iniciativa de otra pastelera que ha decidido mover ficha. Y es que gracias a que el post de Facebook se viralizó, Rebeca Riley leyó la historia y decidió que tenía que ayudar. Encontró el perfil de la pareja y descubrió que vivían a tres horas de Syracuse, el lugar donde está su pastelería. Así que decidió que las contactaría y les haría el pastel gratis.
El comienzo fue más complicado de lo que parecía, porque por la configuración, no pudo comentar en su post de Facebook, así que compartió el post en el Facebook de su pastelería y pidió ayuda a cualquiera que pudiera contactarla con ellas. Pero internet hizo su magia y ¡por fin pudieron ponerse de acuerdo.
Esto fue lo que le comentó White sobre lo que la hizo sentir el bonito gesto:
Nuestra historia ha alcanzado cientos de personas en un montón de lugares del mundo. Rebecca hizo todo lo que podía para contactarnos. Nos extendió su mano sin pesárselo dos veces para ofrecernos sus servicios y hacernos un pastel hermoso sin cobrarnos con al apoyo de sus seguidores. Es tan irreal que no sabemos como entenderlo y expresar nuestra gratitud. Una persona nos dio la espalda pero toda la comunidad dio un paso adelante y se paró con nosotras y ese sentimiento es sobrecogedor. Tú te mereces todo el reconocimiento Rebecca. No solo nos has regalado un lugar seguro a nosotras, sino a mucha gente queer más. Nos has dejado saber que el amor siempre gana. Espero que tu ejemplo brille hacia todos quienes se topen con está historia. Desde el fondo de nuestros lésbicos corazones, muchas gracias.
No podemos evitar que nos pases cosas malas. Por desgracia la gente cerrada de mente y homófoba sigue por ahí. Pero en este caso, esa pastelera malintencionada no se salió con la suya. Y a pesar de que esperó al último momento para cancelarles para arruinarles la boda no lo consiguió porque el amor siempre gana. ¡Felicidades a las novias!