La Monja Guerrera (Warrior Nun) aquella serie que te enseña que, a veces, no te puedes fijar de una serie por su título. Porque, ¿en qué piensas cuando te dicen Monja Guerrera? Seguramente en esas monjas de hábito largo y sonrisa dulce o, si sois de lo que os gusta el género de terror, La Monja, ese ser sobrenatural que se alimenta del terror.
Sin embargo, la Monja Guerrera no tiene nada que ver con ello.
Nuestra serie abre con la presentación de la clásica Iglesia española. Figuras de Santos y angelitos en plena Andalucía, Málaga, nada más y nada menos. Que nos lleva directamente a la presentación de nuestra protagonista, Ava Silva. Una chica normal, de diecinueve años y… muerta, como esta misma nos cuenta a través de su monólogo interno y el relato de la monja y el cura que la acompañan. El cura preguntando y la monja con una cara de pocos amigos que no puede con ella y una actitud que de buena persona, tiene poco.
Aunque lo bueno, viene ahora: se nos presenta al grupo real de Monjas guerras al otro lado del convento.
La hermana Beatriz, la hermana Lilith y la hermana Mary, que traen en sus brazos a la última Monja Guerrera, Shannon. Malherida, a esta le queda un telediario y si ya de por sí estás buscando el gay en esta serie, bueno, digamos que se nota que la relación de Shannon y Mary era de algo más y ambas se tienen que preparar para lo inevitable. Aunque ahora mismo, lo importante, es que no están solas. Algo o alguien las persiguen y para protegerse, necesitan “El Halo”.
¿Y qué es el halo? Literalmente, un Halo divino que sacan de la espalda de Shannon y que, al parecer, da el poder a la persona que lo posee. La escena es de todo menos no perturbadora. Aunque lo que te desgarra el alma es el momento que tienen de despedida Mary y Shannon. Un momento que te deja con el corazón partido.
Ahora, El Halo está fuera, la siguiente Monja Guerrera espera: Lilith, pero antes de que esta pueda si quiera tocarlo, ¡bom! Los malos atacan. Asique, claro está, hay que ponerlo a salvo y una de las ayudantes se lo lleva fuera de la sala donde están, no sin antes enseñarnos que el Halo no es cosa de risa y enseguida vemos como consigue cortar hasta los dedos a aquel que lo toque. Eso si que es poder divino. Pero no hay tiempo que perder, el Halo, los malos, hay que hacer algo. Asique, ¿qué hacer para esconder algo sagrado? Ponerlo allá donde nadie miraría: en el cuerpo de una fallecida y, en este caso, en el de Ava. ¿Quién iba a mirar en un sitio así?
El Halo está en Ava y supongo que, ¿milagro? Los recuerdos vienen, Ava en una cama, la monja del principio y, nunca mejor dicho, ¡Milagro! Ava Silva resucita. En las propias palabras de la biblia y Dios “¡Lázaro, levántate y anda!” Literalmente, puede quedar resumido en ello la escena al completo.
Aunque no se queda la cosa ahí, mientras que Ava volvía de entre los muertos, uno de los malos llega a ella y, como podemos ver gracias a los efectos del Halo, poseído por un diablo. Ava no sabe qué hacer, pero como buena guerrera, un zasca y al carajo el diablo. La Monja Guerrera en todo su esplendor es presentada.
Tras la presentación de los créditos (sencillos, cortos y gráficos que gustan), vemos a una Ava que es como una niña pequeña en un parque de atracciones en medio de Málaga, nada más y nada menos. ¿Y como sabemos eso? Porque literalmente, gracias al efecto del Halo, la ostia que se mete contra una tienda de la ciudad es chica. Aunque, ¿qué mejor manera de expresar tu amor por la ciudad que vistiendo la ropa del equipo local? Asique Ava, vistiendo la equipación de futbol local, se aventura por Málaga ahora que tiene su vida de vuelta porque, como vamos descubriendo poco a poco, su vida no es que hubiera sido un cuento de hadas.
En un orfanato, sin familia, con la madre muerta y con un único acompañante durante todos esos años: Diego. Un chico de ocho o nueve años que te roba el corazón al verlo y, como vemos, robó el de Ava. Estos dos tienen la relación de hermano y hermana que desearías tener tú también. Ava vuelve a por él, pero este prometiéndole que está bien, le pide que aproveche el momento. Por lo que Ava se marcha, dejándolo solo al tiempo justo en el que vemos que la buscan.
Porque mientras que Ava a salido corriendo a vivir la nueva oportunidad que le han dado en la vida, como después contaremos; la orden de monjas del principio, también tiene su agenda especial. Tienen que encontrar el Halo, ya que Lilith es la que debe de tenerlo.
Conocemos al Padre Vicente que, al parecer, está en cabeza de todo y es el mismo que nos indica que el que el Halo lo tenga Ava, puede ser señal “divina”. Así que, como señal divina, este llega a buscarla al convento. Sin embargo, Ava, como ya hemos dicho, está viviendo la noche malagueña y, por noche malagueña, que la chica se mete a bailar I Follow Rivers en un pub mientras que otra chica se le acerca a hablar con ella e invitarla a algo de beber. Asi que, si buscaba la señar de la diosa Safo, aquí la tenías.
Ava comienza a vivir su vida, una segunda oportunidad después de morir extrañamente.
Andando, Ava entonces llega a una casa, una mansión, más bien dicho donde empieza la segunda parte de esta historia: The Bling Ring (Ladrones de la fama).
Sacada de la famosa película de Sofía Coppola, se nos introduce a JC y su grupo de amigos. Una panda de chicos y chicas que, viajando por todo el mundo, se quedan a vivir en las casas vacías de millonarios mientras que no los pillan. O, en otras palabras, Okupas, pero con estilo. Ava se queda con ellos y tras la ayuda de Channel, una de las integrantes de la banda que la ayuda con los modelitos, salen de fiesta. Literalmente, una escena que es mejor que tú mismo la juzgues cuando la ves. Es… interesante de ver. Aunque “interesante” es la forma en la que Ava intenta encontrar el típico cuento de hadas con JC.
Básicamente, con JC se nos presenta el “interés amoroso” para nuestra protagonista. Un chico guapo, listo, pero que no os confunda esta frase, porque si una cosa que La Monja Guerrera enseña es que no hay que juzgar un libro por su portada y, con esta serie, menos.
Porque mientras que tenemos el “straightbaiting” con Ava y JC, conocemos también algo de historia de las monjas. La Hermana Mary y su relación con Shannon y como esta no está conforme con que Shannon muriera así como así porque Shannon estaba viviendo algo, algo que no decía a las demás ¿Había entonces algo más con su muerte? Desde luego, es una teoría interesante, ya que desde el momento uno, no se nos presenta quién es el malo de la película con esta serie. Ni con Ava, ni con las hermanas.
Con estas, vamos viendo una vida normal, con el duelo de haber perdido una de las hermanas mientras que Ava Silva se lo pasa de miedo de fiesta. Aunque el duelo y las fiestas, tendrán sus días contados porque la guerra, guerra divina, como esa última escena con el padre Vicente nos deja ver; acaba solo de comenzar.
Desde luego, La Monja Guerrera es una serie que te deja del todo menos indiferente y en este primer capítulo, desde luego que te deja con ganas de querer más. Sobre todo, si eres de las que les gusta ver series de mujeres fuertes, que patean culos y luchan con lo sobrenatural teniendo gay en medio… esta es tu serie. Aguza los sentidos a ver si tú también ves química entre Ava y Beatrice