Bienvenidas de vuelta a La Monja Guerrera, esa serie que te demuestra que está mal juzgar a un libro por su portada y, aunque suene como una serie que solo los católicos verían, de católico tiene poco.
Nuestro segundo capítulo comienza con Ava y su primera resaca. Tendida en la cama, en medio de alguna mansión, de nuevo tiene su momento con JC. Aunque este pronto es interrumpido cuando JC nota la cicatriz del Halo en la espalda de Ava. Nuestra chica, que literalmente parece que no se ha quitado “la edad del Pavo” de encima, tiene su momento de coqueteo con el chico, pero su momento “¿Qué cojones tengo en la espalda?” que pronto es seguido con la razón de que ese Halo esté en su espalda: las monjas.
Si os digo que cualquiera de vosotras también querríais como pareja a la Hermana Mary, os puedo decir que solo viendo su determinación a encontrar a quien mató en la emboscada a Shannon, haría que cualquiera quisiera una mujer así en su vida. Mary quiere encontrar la verdad y durante este capítulo, la vemos siendo una auténtica guerrera. Tomando a los malos, metiendo algún que otro zasca. Mary es la chica mala por denominación y su actitud en este capítulo lo demuestra. Así que, queriendo encontrar la vedad, esta se embarca en la aventura.
Mary quiere verdad, mientras que el padre Vicente lo que quiere es el Halo, terminan marchando en busca del cuerpo de Shannon en búsqueda de respuestas, solo para encontrarlo abierto por una Tarasca. ¿Y qué es este ser? Nuestro segundo ser mitológico bíblico, si se puede decir de dicha manera, después de los demonios.
Ya dijimos que esta serie tenía de todo y para todos. Aquí se nos presenta las motivaciones de cada hermana incluso: la hermana Lilith y su deber con el Halo, la hermana Mary y su deber con la verdad y la hermana Beatrice, con su deber por lo correcto y es que como observamos en este capítulo, Beatrice es el cerebro del grupo. Es la primera que se pregunta por qué una tarasca está detrás del halo, qué pasaría si los malos se lo llevaran… Ya sabemos quién utiliza más la cabeza en el grupo, como lo demuestra en su escena con el padre Vicente… y el cardenal Duretti. ¿El malo de la película finalmente? Habrá que ir viéndolo, ¿no es así?
Y mientras que de Tarascas, Halos y Monjas Guerreras andan nuestras Monjas, Ava sigue teniendo su vida perfecta. Al menos, eso cree ella mientras sigue con el grupo de chicos que se encuentra allá por el capítulo primero. Fiestas, gente guapa vestida y el típico momento en el que JC, el chico guaperas de turno “quiere impresionar” a la chica nueva, Ava; con una fiesta especial. En fin, la historia hetero de siempre.
El caso es que la fiesta especial, no es nada más y nada menos, que la de la doctora Jillian Salvius. Al parecer, una especie de cruce entre Indiana Jones y Tony Stark. Una científica que quiere recrear una puerta a otro mundo con el Divinium. Un metal extraído nada más y nada menos que de armas de los ángeles, por lo que nos quiere dar a entender.
Así que, allí están todos: Ava y su panda de Okupas glamurosos, las monjas guerreras, cuando la hermana Camila mete una foto en el registro de la policía de Ava y consigue detectarla en una de las cámaras de seguridad del centro donde se celebra la fiesta. Además, claro está, de la Doctora Salvius y el Cardenal Duretti, que mantiene esa famosa guerra entre ciencia y religión. Ironías de la vida, ¿verdad? Aunque ya se e que esta serie es de las que si tiene que meter un buen zasca, no duda dos veces en hacerlo.
Mientras Ava comienza a indagar en las industrias donde le ha llevado la fiesta, literalmente Ava es un rayo de sol con su actitud, ella y JC finalmente, tras perderse de los “cool” del grupo, dan con parte de la armadura que Salvius había encontrado en algún lugar de Marruecos y la cual, empieza a brillar… ¿será por cosa del Halo? Interesante.
Sin embargo, por ahora, Ava está en ese momento de la edad del pavo, como se suele decir popularmente y, teniendo a JC a su lado, solo diremos que esta chica, pensar, pensar, no es que piense demasiado. Asi que, dejándose llevar por él, solo es parado cuando, en medio de ese laboratorio…
¡Sorpresa! ´
Un niño aparece de la nada. ¿Qué demonios hace un niño en un laboratorio os preguntaréis? Eso mismo nos preguntamos nosotros y Ava, que se sigue preguntando como hizo para resucitar después de muerta. Asique, olvidándose de JC, que la deja encima sola ante el peligro (de verdad, Ava, cariño, que mal eliges), Ava comienza a investigar sobre el niño que ve cuando hace saltar las alarmas. Ups, ¿verdad? Es tiempo de irse.
Sin embargo, cuando la seguridad la pilla y los “amigos” la dejan abandonada, sorpresa, una tarasca aparece junto a ella. Esa cosa es bestial e increíble al mismo tiempo. Honestamente, para las que os gustan los monstruos de ciencia ficción, este es uno de los que podéis amar fácilmente. Aunque, claro está, Ava no es que ame a un monstruo de dos metros que viene de ti y que acojona un montón.
Ava se esconde, a lo que finalmente, el conjunto de monjas guerreras aparece: Mary, Lilith, Camila, Beatrice y el padre Vicente hacen su entrada triunfal en escena. Aunque es demasiado tarde, la Tarasca de ha visto a Ava y va a por ella y. aunque las monjas también intentan pararlo a su manera, es solo Ava con el poder de su Halo que lo consigue. Un golpe en seco con una armadura de las del laboratorio con Divinum y adiós muy buena, señor Tarasca.
Así que, allí está, Ava Silva con el conjunto de Monjas que quiere quitarle lo único que la mantiene con vida, el halo. Sin embargo, es este mismo el que llama la atención a Ava cuando literalmente, se ve reflejada brillando en un cristal. Cualquiera diría que empezaría a preguntar millones de preguntas. Sin embargo, para Ava, lo primero es lo primero: ¿Cómo irse de allí? Esta se intenta marchar, pero a penas consigue atravesar a las monjas guerreras cuando Beatrice le lanza un dardo tranquilizante, dejándola KO para regresarla al convento.
¿Cómo tratará su vida ahora Ava allí? Desde luego, será interesante observar el cambio de Ava con los amigos que la han dejado sola vs a las monjas que han raptado.
Desde luego, interesante o no, allí estaremos para el siguiente capítulo de La Monja Guerrera. Uno en el que las cosas realmente, ya empiezan a ponerse interesante. ¿Serán Ava y Beatrice enemigas?