La Monja Guerrera resumen de episodio 2×04 «Corintios 10, 20-21»

Sé que me repito cuando os digo que Warrior Nun se ha superado con su segunda temporada, pero creedme que, en comparación con la primera, esta temporada lo tiene todo. Amor, risas, tonterías y peleas a mogollón porque este capítulo es que lo tiene todo multiplicado por diez.

¿Puede ser que lo diga solo porque soy gran fan del show? Quizás. Pero es que solo hay que ver la locura de capítulo que es este.

Con el secuestro de Ava, Beatrice, Camila, Jazmine y la Madre Superiora no tienen otra que ponerse en marcha para evitar que la policía las pille y, de paso, encontrar a Ava antes de que Vicente pueda hacerle algo. Porque para ellas, Ava es la prioridad número uno en ese momento. Sobre todo, para Beatrice y es que solo hay que ver la forma en la que regaña a Camila. La pobre, fue engañada por Adriel, pero es que el amor de Beatrice por Ava no conoce fronteras.

Beatrice y Camila se separan por un lado, mientras que Jazmine y la Madre Superiora buscan la manera de salir corriendo de allí. Lo que termina en un robo de camioneta. Honestamente, el hecho de que en esta serie, todo esto es realizado por monjas siempre será un plus añadido para mí. Me encanta.

Pero en fin, quien importa por el momento es Ava y esta… bueno, tiene un viajecito que nos deja preguntando de nuevo, ¿qué demonios está pasando? Y es que de repente, observamos lo que es una especie de sueño en el que Ava se levanta en un sitio extraño. ¿dónde? Pues al parecer, en el “Reino” que tanto mencionan de Adriel, porque lo primero que aparece es oscuridad, seguido de Tarascas. Cuatro o cinco de estos monstruos contra una Ava que no sabe donde esta. Sin embargo, cuando creemos que Ava va directa a la lucha, una voz los para… ¿Dios? ¿Diosa? Ahí está la incógnita.

Y es que de repente, Ava se levanta con una cara familiar: la de Vicente.

Si sois de las que tenéis resentimiento a Vicente, esta escena os deja deseando pegarle porque Vicente está corrompido por Adriel. Y lo creíamos nosotros el bueno de la película…

La cosa es que este quiere darle un ultimátum, ayudar a Adriel. El típico momento de malo contra superhéroe en el que le dice de juntar fuerzas. Sin embargo, Ava no es que vaya a estar por la labor. Nuestra chica va a luchar por el lado bueno y aunque Vicente aprovecha que Ava está medio aturdida y aun recuperándose con el Halo (hay que recordar que a la pobre, el Halo es lo único que le ayuda a caminar); para dejarla y marcharse con la corona. Aunque de eso, poco va a hacer porque es nada más y nada menos que Miguel el que viene a salvar el día.

Sí, el mismo chico que se había quedado aturdido en el almacén abandonado, viene a la salvación de Ava porque el chico, sabe pelear. No tan bien cuando Vicente le mete la de Dios (broma incluida), pero consigue acabar con él, dejándolo noqueado. Incluso se marca una frasecita como remate.

Desde luego, si antes decían que había poca pelea en la serie, esta temporada han arreglado esto al cien por cien.

El caso es que la cuestión ahora es, ¿qué demonios está pasando aquí? Pregunta que me hago yo, tú y Ava, que la pobre, aprendiendo a andar se acerca a Miguel en plan “¿Qué me he perdido?”. Sin embargo, no se pueden quedar mucho tiempo allí, la policía está tomando la ciudad y tienen que pirárselas de allí lo más rápido posible. Porque la charla la tendrán que dejar para otro momento.

Aunque los que no dejan para otro momento la charla es entre Adriel y Lilith.

Literalmente, podríamos resumir sus interacciones este capítulo como una llamada al lado oscuro, para hacer referencia un poco a Star Wars. Nuestra chica Lilith está perdida, abandonada por sus hermanas, su madre y unas quemaduras de tercer grado por la visita al otro lado del portal que ni a mi peor enemigo se las desearía. Así que, ¿qué ocurre cuando estás en la mierda? Te dejas guiar por quien no se debe y es lo que pasa con Lilith y Adriel en este episodio.

Adriel sabe que decirle, sabe tocar ese aspecto de que Lilith aun siente odio por Ava, así que, le dice de unir fuerzas contra ella. Le enseña que Lilith es realmente especial y la verdad, con esa palabrería, en la situación de la hermana, cualquiera no acepta. Si es que nuestra Lilith necesita un terapeuta ya.

El caso es que volviendo con el caos que a montado Vicente, Beatrice consigue dar con él tras marcharse Ava con Miguel. Beatrice se marca un momento de monja mala y con cuchillo incluido, solo hace que Vicente utilice el “se fue con su salvador” para desquiciar a la pobre. Si es que aquí todo el mundo sabía que estas dos estaban enamoradas, excepto Ava y Beatrice. Pero al menos, aquello le sirve a Beatrice para saber más de donde se pudieron ir. Ahora, le toca a ella encontrarla.

Aunque Vicente que no se piense que va a dejar a las Avatrice, Camila llega y llevándoselo junto con Superiora y Jazmine, los cuatro se marcan una escena de persecución policial al más estilo Hollywood que hayáis visto y es que Jazmine, aunque no sabe conducir, que ella diga, se marca unos momentos Fast and Furious que ni Toreto lo consigue. Lo suyo es escapar y escapan, sin embargo, lo malo viene ahora: cambiar de coche para despistar a la policía.

¿Y qué mejor cosa para robar? Una furgoneta rosa. Sí, sacada literalmente de la mansión de Barbie… o de la fiesta del orgullo gay. Porque mientras que Vicente intenta envenenar a las hermanas, Jazmine, la pobre es un manojo de nervios con la adrenalina al límite; Camila busca algo de comer… dándose cuenta de que lo que han robado es una furgoneta de reparto de Pollofre (gofres con formas de penes, para que nos entendamos).

Llegados a este punto, esta serie es que no te puede sorprender más. Bueno, solo si le hubieran puesto los Coñofre, pero bueno, esa es una historia que contaremos otro día porque la escena no es que esté para chistes. Sobre todo, cuando vemos que la Madre Superiora se lleva a Vicente literalmente, para matarlo en medio del campo.

Sí, una vez que están a salvo, Superiora y Vicente tienen un cara a cara que nos deja con el corazón tocado cuando nos enseña que la Madre Superiora tiene su corazón. Nos recuerda que todo lo hace por las chicas y por favor, quiero que la madre Superiora me adopte tras el momento que vive con Vicente. La manera en la que le reprocha las muertes de las hermanas mientras que este no se arrepiente de nada. La tensión es una baza que se juega perfectamente en esta escena y tu corazón está a punto de salirse por tu boca cuando crees que Superiora realmente va a matar al padre Vicente, pero no lo hace.

Ella es buena y haciéndole un momento de “pensaré que es solo que has perdido tu fé”, Superiora se marca uno de los momentos más malotes de la serie cuando deja a Vicente vivo, pero partiéndole una de las piernas… La amo, honestamente.

Las mujeres de este show son complejidad y buena escritura en su máximo esplendor. Incluso lo vemos con la doctora Jillian que por fin descubre que lo que va alimentando el portal, se va dirigiendo hacia lo que es la sede de su empresa y donde está nada más y nada menos que Kristian, como uno de los seguidores de Adriel.

El tipo ha perdido la cabeza, como vemos. Incluso se cree que Adriel es la salvación. Por suerte, Jillian lo llama en su hipocresía, en el hecho de que utilice tecnología para hacer creer a otros que son milagros. Sin embargo, poco es que pueda hacer Jillian, desde que vendió su empresa a este… Madre mía, es que no ganamos para disgustos, ¿sabes?

Volviendo con Ava y Miguel, estos continúan corriendo por la ciudad y Ava, como no, preguntando qué diablos había pasado. Porque si antes dudábamos de Miguel, ahora incluso más. Sobre todo, cuando sabía que Ava podía ser la portadora del Halo. ¿Es a caso entonces Miguel de los malos? Ava quiere respuestas, pero cuanto Miguel solo le responde con el típico “No te lo puedo decir”.

Ava pronto fija su atención en otra cosa: los seguidores de Adriel que portando máscaras anti-gas, esta empieza a sospechar que otra plaga se acerca. Así que, como buena aventurera y guerrera que es, allá que va ella. ¿Miguel la va a parar? No es Beatrice, así que, toca perseguir a los seguidores hasta un antiguo cementerio donde, al parecer, hay reunión. Ava y Miguel tienen que entrar y lo hacen. Ava literalmente atraviesa la pared, mientras que Miguel tiene ese momento de “¿por qué lo haces todo tan difícil?”. Amo esos los momentos en esta serie.

Aunque los que más me gustan son los que por ejemplo, vienen cuando van a entrar en la especie de iglesia que hay en el cementerio, a pegarse con quien sea y tras “¿venís a salvaros?” Lo dejan entrar.

Me gustan esos momentos tontos, la verdad.

La cosa es que no solo observan la reunión, si no los efectos de una niebla que se va tendiendo por toda la ciudad y que hace que la gente empiece a ver visiones. Ava incluso pasa por ello, Beatrice también. Aunque con ella vivo un momento interesante ya que su visión es nada más y nada menos que con Ava y un “Sé lo que eres” Les faltó decir “¡Lesbiana!” pero supongo que eso, para otro día. Aunque debo de añadir que este tema de la niebla me dejó queriendo más.

Ya dentro de la iglesia, observamos una especie de reunión de Bautismo, si es que se puede decir. Fieles que están perdiendo la cabeza, son bautizados para recibir al Espíritu Santo. Aunque de Espíritu Santo nada, son demonios. Básicamente, está habiendo una ceremonia de posesión. Ava y Miguel deben de pararlo y antes de que Ava se marque un “pegar y después preguntar” Miguel se ofrece como conejillo de indias porque, ¿qué mejor manera de saber qué pasa con este chico que viéndolo?

Miguel es poseído, claro está, pero de repente, el demonio no se convierte en esa niebla roja que podemos ver. Si no en un tono azul, casi recordando al efecto que tiene el Divinium sobre estas cosas. Literalmente, Miguel se torna azul en la secuencia, dando a ver que el chico… ¿tiene Divinium en su interior? ¿Qué demonios pasa con Miguel?

Sea lo que sea, ni te da tiempo a pensarlo cuando si pensaba que el Infierno se iba a desencadenar con las posesiones, se desencadena con Miguel. Literalmente, la pelea que se forma a continuación es E-PI-CA.

Si queríais una pelea épica en este show, para mí, es este momento. Allí recibe ostias hasta el apuntador, como dicen en mi casa. Ava, Miguel, incluso Beatrice, que por fin da con el paradero de los dos.

EN una secuencia casi ininterrumpida, la música que le sigue; el antiguo oeste si hubiera tenido monjas. Ava reparte ostias a doquier, Miguel se pelea como vaquero en el viejo oeste y Beatrice enseña por qué es aquí la jefa. Básicamente, creo que la manera en la que puedo resumir esta escena es “Os presento a mi Escuadrón Suicida”. El trío maravilla de esta temporada.

De verdad, no tiene desperdicio la escena y ese momento de pose final de los tres a lo Ángeles de Charlie es la guinda del pastel.

Encima, me añades el abrazo de la reunión de Ava y Beatrice y ya me rematas. La forma en la que Ava toma a Beatrice, en la que le ayuda cuando le dice que se jodió la pierna. Desde aquí, de verdad, mis felicitaciones a Alba Baptista y Kristina Tonterin-Young por hacer que me enamore de cada interacción Avatrice.

Pero vuelvo a lo que importa que es la pelea: y es que aunque allí se han cargado a media peña, la gente sigue levantándose y aunque Ava va hasta el final, Beatrice le da un consejo, el Halo y adiós. Y así lo hace, Ava utiliza su Halo, mandando por los aires a todos los poseídos. Incluso a Miguel, que el pobre ya lleva tres lanzamientos por culpa de Ava. Me da hasta pena el pobre chico.

Pero si me pones a Beatrice a su lado, ¿a quién sujeta? Pues a la chica que le gusta. Literal, Ava solo agarra a Beatrice en el momento.

Así que, con todos caos, es hora de salir por fin de allí que ya es hora, así que, sujetando a Beatrice, Ava la ayuda a cargarla fuera del lugar… cuando le toca el momento a un Tarasca de aparecer. ¿Ahora encima tienen que pelear contra él? Bueno, no tan rápido porque cuando este aparece, es al mismo tiempo en el que aparecen los demonios que habían sido poseídos, lo que nos llama la atención al ver que el Tarasca va a por estos.

Sea lo que sea, con ayuda de Miguel, que se recupera del momento Halo, Ava sujeta a Bea entre sus manos y en un momento de superhéroe, las dos consiguen salir volando por la cristalera de la Iglesia, solo para caer fuera cuando Ava nota que el Halo le empieza a fallar.

¿Deberíamos estar preocupada? Beatrice ya lo está por nosotras cuando Ava le comunica que se quedó sin movilidad de las piernas por culpa del Halo durante un momento, pero Ava, como luchadora, intenta volver a por Miguel. Después de todo, lo había dejado solo con la Tarasca. Sin embargo, este sale por sus propias maneras…

Este chico desde luego, no es normal… sobre todo cuando menciona el hecho de ir a su propia casa para descansar. Después de todo, los seguidores de Adriel habían dejado a las monjas sin el Cine, el cual arde cuando estas están llegando…

Así que, ¿dónde irán…?

Lo veremos en el próximo capítulo que yo, mientras tanto, voy a tomarme algo para relajarme que tengo la adrenalina por las nubes después de este capítulo…