El equipo femenino de fútbol de Marruecos vivió ayer uno de los momentos más incómodos y francamente ridículos del Mundial de Fútbol cuando un reportero Británico le preguntó a Ghizlane Chebbak, la capitana de Marruecos, si en su equipo hay mujeres lesbianas.
A mitad de la conferencia de prensa. El reportero de la BBC se levantó en su turno de preguntas y soltó:
En Marruecos, es ilegal tener una relación gay. ¿Hay jugadoras lesbianas en su equipo? Y si es así. ¿Cómo es la vida para ellas en Marruecos?
Cualquiera que tenga un mínimo de inteligencia, sabe que esa pregunta es terriblemente inapropiada. Primero, porque es una conferencia de prensa sobre el mundial de fútbol. Ya me gustaría ver lo que podría pasar si en medio de una conferencia de fútbol masculino a un reportero se le ocurre preguntar si uno de los jugadores es gay.
Pero es que además, como bien dice él en su pregunta. En Marruecos la homosexualidad es ilegal y es castigada con penas de cárcel. El artículo 489 de su código penal criminaliza y cito: «actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo». Si una persona es gay puede ser castigada con entre 3 meses y 6 años de prisión.
En un contexto como este ¿en qué cabeza cabe que un periodista pueda hacer esta pregunta? Poniendo no solo en un aprieto, sino en peligro a las jugadoras.
Afortunadamente, la moderadora de prensa le puso un alto a la situación replicando: «Lo siento, pero esta es una pregunta política, así que solo vamos a contestar preguntas relacionadas con el fútbol». Pero el periodista insistía: «No, no es político. Es una pregunta sobre la gente, no tiene nada que ver con política. Por favor, permítanle responder la pregunta».
La BBC ya ha reconocido que la pregunta estaba completamente fuera de lugar. En una declaración para CNN han declarado: «Reconocemos que la pregunta fue inapropiada. No era nuestra intención causar daño o angustia».
Incluso otros reporteros internacionales se han sentido indignados con la pregunta y han incluido alguna mención al asunto en sus columnas. Por ejemplo Steph Yang de The Athletic que en su cobertura de la conferencia dedicó un párrafo a comentar que la reacción de los medios Marroquies que habían asistido a la conferencia de incredulidad se pudo escuchar en toda la sala: «Algunos miembros de los medios de comunicación marroquíes se sintieron claramente consternados por la pregunta.»
También aprovechó su cuenta de Twitter para volver a comentar lo inapropiada de la pregunta:
Un reportero aquí acaba de preguntar directamente si hay jugadoras homosexuales en el equipo marroquí. Dado que las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales en Marruecos, esta no es una pregunta apropiada para una jugadora y habría puesto en peligro a las propios jugadoras.
Es una pena que sigamos lidiando con este tipo de situaciones. Como comenté en mi artículo sobre futbolistas lesbianas en el Mundial es importante respetar lo límites y deseos de las jugadoras y solo hablar de aquellas jugadoras que son abiertamente lesbianas y así lo han expresado.
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