Tengo tantas historias como el té tiene sabores. ¿Te gustaría una?

Patricia está enamorada de Sol desde la universidad, donde fueron buenas amigas por buen tiempo. Cuando Sol toma, se siente liberada, y varias veces ha tenido encuentros con mujeres, de las que luego dice no acordarse al siguiente día.

Patricia se encuentra con Sol en una fiesta y entre cervezas y flirteos terminan acostándose en el apartamento de Patricia. Sol le dice a Patricia que ella no es gay, pero admite que recuerda esa noche y que le gustó. Patricia se encuentra perdida y busca acercarse a Sol, esperando que pase otra vez.

Los encuentros se hacen continuos, pero Sol siempre tiene el mismo discurso, sobre no ser gay, aunque se muestra cariñosa, y cela a Patricia en cada oportunidad.

Patricia, confundida, decide revelarle sus sentimientos a Sol, creyendo que, tal vez mostrando sus buenas intenciones, Sol pueda ver claramente que deberían estar juntas. Sol es ambigua, habla de su pasado amoroso, de su familia y el qué dirán, le dice a Patricia que la quiere, la besa, y hace suponer a Patricia que debería esperarla.

Pasa el tiempo. Patricia siempre está para Sol. La ayuda en todo lo que Sol necesita. Siempre está disponible para ella. Siempre esperando. Sol empieza a salir con un chico. Su Instagram se convierte en un álbum de fotos de pareja. Se ve feliz junto a él. Le presenta a su familia y amigos, pero, cada vez que tiene una pelea con él, llama a Patricia y terminan en la cama.

Sol va a casarse, luce su anillo de compromiso en todas sus fotos. Patricia se siente descorazonada, profundamente herida, pero Sol le dice que nada cambiará entre ellas, porque las une algo fuera de lo común, más que especial. Le dice que es el amor de su vida.

¡Hola! Heme aquí querida lectora, RESPONDIENDO-TÉ:

Hay en el mundo millones de mujeres seguras de su orientación sexual. Felices de encontrar a alguien con tanto que entregar como tú. Te has puesto en una posición tremendamente peligrosa para tu corazón, y para tu futuro. Si sigues dejando que Sol te dañe, aunque sientas que lo poco que te da es suficiente, solo estarás alejando la oportunidad de conocer a alguien que te de el lugar que mereces en su vida.

Puede que Sol sea gay, o bisexual, pero no es asunto tuyo aclarar ese punto para ella. Esa es una decisión personal, que te está arrastrando a un camino sin salida del que por seguro te arrepentirás con el tiempo. No te castigues por creer en el amor, pero suéltala. No castigues a terceros que no saben siquiera con quien se están casando.

¡Hola! Soy Marianella, y si yo hubiera sabido esta historia cuando estaba más joven, me hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza, ahora, en otra etapa de mi vida, junto a la mujer de mis sueños, sentía que debía contártela. ¿Te sientes identificada o piensas que le serviría a alguien leerla? Compártela y comenta tu punto de vista.