Bienvenidas a Sueños de Libertad, esa serie en la que planificas una escapadita a Madrid con tu novia y te cae el chahuistle. ¿Listas para descubrir que ha pasado entre Marta y Fina esta semana?
La semana pasada nos la pasamos con Fina de los nervios porque Jaime está de regreso y Marta intentando lidiar con los celos de su novia y la intensidad de su marido. El episodio 56 lo empezamos con Fina yendo a visitar a su padre, porque aunque se había despedido de él para siempre, no puede evitar intentarlo de nuevo cuando Digna le dice que prácticamente se está suicidando al no tomarse las pastillas.
Fina le dice que no entiende lo que está haciendo. Él piensa que habla sobre lo de no aceptar su homosexualidad y le dice que no va a cambiare sus principios con nadie. Pero ella lo que le reprocha es que se haya dejado de tomar la medicación. Él le dice que ella le ha quitado la ilusión de vivir y ella le pregunta si eso también se lo dicen sus principios.
Fina: Digna cree que podría ayudarle si hiciéramos las paces. Lo que no sabe la pobre es que usted me está intentando castigar.
Isidro: Bastante castigo tienes ya en ser como eres.
Fina: Yo no escogido ser como soy ni lo lamento. El castigo es tener que cargar con la culpa de su muerte que es lo que quiere.
Isidro: Yo no quiero que cargues con nada.
Fina: ¿Entonces por qué se está dejando de tomar la medicación?
Isidro: ¡Porque ya no tiene sentido vivir desde que te he perdido!
Fina: Me ha perdido porque se ha olvidado de que sigo siendo su hija aunque sea imperfecta.
Isidro: Es que no puedo admitirlo ¿no lo comprendes?
Fina: No, no lo comprendo padre. ¿Qué se cree? ¿Qué no lo sé? Que nos persigue la ley como si fueramos delincuentes. Pero tonta de mi, pensé que mi padre seguiría queriéndome.
Isidro: Lo siento, no me pidas imposibles.
Vamos, que la cosa sigue igual porque Isidro no puede ver más allá del «pecado» de Fina y no se abre ni un poquito a cambiar de idea.
Marta por su parte está hablando de negocios con su hermano cuando aparece Fina por la oficina. Jesús se marcha sin ni si quiera hablarle y Fina entra con la excusa de darle un pedido a Marta. Le dice que se lo trae porque no se ha pasado por la tienda y en el fondo es un reclamo porque encima que se quedó con su marido no ha ido a verla. Marta le explica que no fue porque no podía con las ganas de verla y temía que las otras se dieran cuenta y no pudiera fingir.
La señora de La Reina le dice a su chica que casi se muere cuando su marido apareció, pero Fina la para en seco porque no quiere hablar del tema e intenta irse. Marta la detiene y le pide por favor que no se vaya y le haga sentir más culpable con la situación. Dice que no soporta sentir que tiene que fingir siempre como si estuviera haciendo algo malo. Fina, que viene del repaso del padre, le recuerda que todos los demás lo ven así.
Marta: A mi los demás me importan un comino. A mi me importas tú y siento que lo estés pasando tan mal.
Fina: Ayer sentí que se me rompía el alma cuando te vi marchar con tu marido Marta.
Marta: Fue horrible, solo quería salir corriendo de ese apartamento, no soporto que me toque.
Fina: Marte nadie puede obligarte a hacer algo que tú no…
Marta: Es mi marido, no puedo dejar que sospeche.
Marta se aferra a la idea de que Jaime se irá pronto y todo el tema de fingir y no poder verse se terminará. Que en nada podrán volver al apartamento. Pero Fina no quiere ni volver oír hablar del departamento del amor, porque ahorita mismo es el departamento de la desolación para ella.
La de La Reina siente que se le complica la vida, le promete que las cosas volverán a ser como antes, pero Fina tiene claro que ese ya no es el espacio de las dos. Que Jaime se apropió de él y de Marta y a ella la dejó en la calle, así que no supera esa sensación. Fina está cabreada porque Marta se lo dijo a su padre a pesar de que se suponía que era secreto. Marta le recuerda que ella también es mujer, sí es más rica, pero tiene que justificar los gastos de empresa y no tenía otra opción.
Marta: Voy a contar los minutos hasta que se suba a ese barco. Y después nada ni nadie se interpondrá entre nosotras.
Fina: Ay Marta, ojalá. Ojalá… y perdona mi frustración.
Marta: Muy pronto no habrá nada que nos haga pasar malos ratos. Se subirá a ese barco y se acabará esta pesadilla.
Fina: Estás muy guapa.
Marta: Será que se me ilumina la cara cuando te veo.
Uff… vivo por estos momentos románticos la verdad. Tengo que admitir que es un problema hacer estos resúmenes porque en lugar de ir ahí en plan concentrada trabajando en ellos, me quedo distraída con la monería de estas dos repitiendo las escenas. ¡Así es que voy con retraso! Pero sé que si hay alguien que me comprende son ustedes.
Pero volviendo a la acción. Fina se fija en un collar muy bonito que lleva Marta. Y su novia le cuenta que era de su madre. Que traerlo puesto hace que la sienta cerca.
Más adelante vemos que Jaime se pasa por la tienda. Fina está atendiendo y el comenta que Marta no está, pero él le dice que genial porque con quien quiere hablar es con ella. Fina se pone nerviosilla, sobre todo porque él le dice que la necesita porque ella es la persona que más conoce a su mujer. Pero lo que pasa es que Jaime quiere hacerle un regalo a Marta y comprarle algo en su propia tienda. Fina (y todas nosotras) flipa un poco, porque ¡anda que Marta no tendrá perfumes señor! ¡No le compre un perfume en su propia tienda de regalo! Yo esto me lo tomo como que Jaime insiste en que conoce a Marta pero no, porque no se sabe el nombre de su perfume primero, pero segundo porque quiere regalarle eso cuando Marta vende los perfumes. Pero bueno.
Fina: La verdad yo tampoco me acuerdo del perfume de Doña Marta.
Jaime: ¿Nunca la has olido?
Fina: ¿Yo? ¡NOOOOOOOOOOO! No, aquí entre tantos olores es muy difícil.
Hago un pequeño inciso aquí porque me reí muchísimo con esto. Fina ahí en plan ¿Yoooooooooooooooo imposibleeeeeeeeeeeeeee? Jaime sigue interrogando un poco a Fina sobre los viajes de Marta a Madrid, lo que me hace empezar a pensar que igual lo del regalo fue una excusa para averiguar sobre el fotógrafo y el pescanova no es tan tonto como pensábamos. En fin, que Fina le dice que ella sabe poco sobre lo que hace su mujer y el para con el interrogatorio. Fina le sigue mostrando perfumes con disimulo haciendo como que no sabe cuál perfume le gusta a Marta y Jaime se marcha con uno para su regalo.
Por la tarde, Fina se encuentra con Marta y le cuenta que Jaime fue a la tienda a hablar con ella. Que le estuvo preguntando por sus gustos y los viajes a Madrid. Pero sobre todo, lo que le preocupa a Fina es que Jaime está loco por Marta. Que la idolatra y siempre habla bonito de ella. Le dice que Jaime lo pasa mal porque ve que Marta está lejos, pero no entiende que tan lejos está.
Fina: Al menos ahora sé a lo que me enfrento. Y me enfrento a alguien que va a hacer hasta lo imposible por recuperarte.
Marta: Pero no lo va a conseguir amor. Yo ya he descubierto lo que quiero en la vida. Y es a ti.
¿Las frases románticas de Marta me matan? Sí. Lo admito, me deja igual de muerta que Fina. ¿El problema? Que a Fina le ha entrado la culpabilidad y siente que están siendo injustas con Jaime. Quiere que Marta le diga que no hay manera de recuperar su matrimonio para que él se vaya con ese conocimiento. Pero Marta tiene clarísimo que esa es la peor de las opciones porque las dos podrían terminar en la cárcel.
Y a mi me gusta esta dicotomía. Porque a veces es Fina la que tiene la cabeza en las nubes y Marta la aterriza y otras veces es al revés. Me gusta que no sean perfectas, que tengan dudas, que las cosas las afecten y eso haga que quieran cosas imposibles y a veces tomen decisiones equivocadas. Vamos, que son mujeres reales y no adalides de la perfección.
Más adelante en el episodio, vemos a Marta ayudando a Carmen en la tienda cuando entra Fina. La de La Reina le mete un repaso de los importantes que nos deja a todas seguro con una sonrisa. Entonces un chico llega y le pide a Fina que le muestre una fragancia, pero es una excusa para que se gire y poder agarrarla por detrás y ponerle un cuchillo al cuello.
El chico (que es muy, muy joven) le grita a Marta y Carmen que se alejen de ellos dos y le exige a Fina que abra la caja y le de todo el dinero. Marta le pide que se calme y le ordena a Fina que le de el dinero sin pensárselo. La morena obedece, pero entonces el chico se fija en el collar de Marta, que tiene pinta de valer más que todos los perfumes juntos y le ordena que se lo quite.
Fina le pide al chico que por favor deja a Marta, pero la rubia le dice que no pasa nada, que el collar da igual. La de La Reina empieza a intentar quitárselo, pero está muy nerviosa, le tiemblan las manos y no puede abrir el broche. Entonces él se desespera y avanza decidido a donde está Marta y Fina intenta detenerlo agarrándolo de la mano para que no se acerque a ella, así que él se gira y la apuñala.
Marta sale corriendo hacia ella y le pide a Carmen que le pase algún trapo para poder taponearle la herida. Y así se ha terminado el episodio 56, dejándonos a todas con recuerdos de Vietnam con otra pelirroja apuñalada. Porque no soy yo la quiero que se traumaticen pero Fina es la morena de la relación, estadísticamente hablando tiene 80% más posibilidades de ser la lesbiana muerta.
Marta y Fina en el episodio 57 de Sueños de Libertad
El episodio 57 de Sueños de Libertad comienza con Marta desesperada pidiéndole a Carmen que llame a la doctora para que puedan atender a Fina, pero nadie contesta. Justo en ese momento entra porque pasaba por ahí y al oír que alguien está herido se acerca. Luz de inmediato le dice a Marta que ha sido muy inteligente taponearle la herida, que si no lo hubiera hecho Fina podría estar muerta. A la rubia se le cae el alma a los pies de solo pensar en esa posibilidad.
Justo en ese momento entra Isidro, que también se enteró del percal y va a ver que pasó. Al hombre casi le da un patatús cuando ve a Fina en el piso llena de sangre pero no se muere. Porque los milagros existen y su corazón es más resistente de lo que nos cuenta la medicina. De inmediato intenta acercarse pero Luz necesita espacio y le grita que por favor la deje trabajar. Así que Marta saca su vena De La Reina y le pide a Carmen que lo retenga.
Después de varios minutos de intensidad en los que cualquiera que tenga ojos podría ver que Marta está enamoradísima de Fina, Luz consigue parar la hemorragia. Marta le pregunta si es grave pero Luz piensa que Fina podrá recuperarse porque el cuchillo no ha tocado ni un órgano vital. Carmen está preocupada porque Fina sigue sin conocimiento, pero Luz les promete que eso es normal. Luego entre todos la cargan y la llevan al dispensario para poder atenderla mejor.
Aquí vamos a hacer un pequeño receso para hablar de la escena porque ¡hola escenon loco! ¿Estamos viviendo un fanfic en vivo o qué está pasando aquí? Fina protegiendo la vida de Marta en plan heroína. Marta salvándole la vida a Fina y besándole la frente. Si esto es un sueño que no me despierten por el amor de las Diosas. ¡Que bonitas escenas nos regalan estos guionistas!
Lo siguiente que vemos es a Marta hecha un ovillo en el piso de la tienda mirando la sangre de Fina en el piso. La tienda está cerrada y se nota que ella está totalmente traumatizada por la situación. En eso llega Jaime así que no le queda otra que abrir la puerta y recomponerse un poco. Él está obviamente preocupado por su bienestar, pero Marta le asegura que está bien.
Eso sí, le dice que acaba de ver como apuñalan a Fina, que no se podía quitar el collar y que la puñalada era para ella, pero Fina intentó ayudarla. A Marta se le quiebra la voz y él intenta consolarla diciéndole que no ha sido su culpa. Que la situación se descontroló y podría haberle pasado a cualquiera. Pero Marta está muy rota, tanto que decide confesarle que le ha puesto los cuernos. Él de inmediato asume que con el fotógrafo y ella no le dice que no. Pero además añade que, para ella no ha sido un simple affair, que hay sentimientos de por medio. Él le dice que la perdona, pero Marta insiste en que ella sigue enamorada. Que le hubiese encantado que su matrimonio funcionase pero no es así, que no lo puede dejar regresar al barco con la esperanza de que las cosas cambien.
Él se queda anonadado y le dice que necesita pensar durante un tiempo, así que se va no sin antes de asegurarse de que ella va a estar bien.
Lo siguiente que vemos es a Isidro acompañando a Fina en el dispensario. Él está llorando y se nota que está arrepentido porque se toma las pastillas del corazón. Fina se despierta adolorida y con mucha sed. También asustada, pero Isidro la consuela, le dice que es normal que le duela, pero que no está en peligro. Pero luego se suelta llorando porque ha pasado mucho miedo.
Isidro: He sido muy egoísta al no pensar en el daño que te estaba produciendo con lo de no tomarme la medicación. Si pienso en lo valiente que eres me siento tan poca cosa.
Fina: Padre yo no soy valiente, he tenido mucho miedo.
Isidro: ¡Claro! Por eso eres valiente, porque te enfrentas a tu miedo y no solo en la tienda, sino cuando me confesaste quien eres de verdad. Yo… no te debí haber fallado, ha sido una cobardía imperdonable, lo siento hija no he dado la talla… En lugar de comprenderte lo que he hecho ha sido es condenarte. En lugar de escucharte te he dado la espalda, eso no lo hace ningún padre que quiera bien a sus hijos. Yo te pido perdón, tú eres lo que más me importa en este mundo. Lo primero. Ya sé que no te mereces un padre como yo. Pero puedes confiar en mi. Yo te prometo que estaré siempre a tu lado. Que aprenderé a comprenderte, a escucharte y a protegerte.
Esta escena también ha sido preciosa la verdad, porque la gente tiene derecho a equivocarse y a Isidro lo honra darse cuenta de que ha metido la pata hasta el fondo y pedir perdón. Le han tenido que apuñalar a su hija, pero a veces sentir que pierdes lo que más quieres es lo que te hace falta para espabilar.
Lo siguiente que vemos es a Jaime maleta en mano a punto de salir de la casa de La Reina, pero ahí lo intercepta Damián y le pide que antes de irse pase a hablar con él. Jaime le dice que se va porque Marta le ha puesto los cuernos con el fotógrafo y que él se va a hacer a un lado.
Damián le dice que no tiene que huir, que él tiene la culpa porque él andaba por ahí surcando los mares mientras Marta estaba sola. Que si su hija ha acabado en manos de otro es porque él no estaba, luego le pregunta si él no ha estado con otra mujer. Le dice que tiene que luchar como un hombre, que un matrimonio es cuestión de llegar a un acuerdo que los haga felices a los dos. Y para nuestra desgracia Jaime decide escucharlo y quedarse. ¡Noooooooooooooooo!
En cuanto decide deshacerse del pescanova, Marta se pasa a visitar a Fina y está contenta porque la ve despierta y aunque está adolorida tiene mejor color. Fina además está contentísima por como se han desarrollado las cosas con su padre. ¡Tanto que hasta le ha entrado la vena bromista?
Fina: ¡Ya ves! Solo hizo falta que me apuñalaran para reconciliarnos. Si llego a saber que era tan fácil…
El problema de reírse es que hacerlo hace que se le muevan los puntos y le duela todo, así que Marta se ofrece a comprarle una farmacia entera si es necesario, pero Fina solo necesita un bocadillo de jamón.
Marta: Esa es mi chica.
Fina: ¿Yo soy tu chica?
Marta: Eres mucho más que eso.
Entonces Marta se rompe y le confiesa a Fina que jamás había tenido tanto miedo en su vida, que ya no concibe seguir adelante sin ella. Fina intenta relajarla bromeando otra vez que si le dice esas cosas va a tener que pedir que la apuñalen diariamente. Pero Marta sigue centrada en lo que ha pasado. Le dice que nunca podrá agradecerle que arriesgara la vida por ella, pero Fina lo haría mil veces más.
Nuestra felicidad se ve cortada por que el pescanova es más pegajoso que un vaso de blandiblú, el moco verde eso con el que todas jugábamos cuando éramos niñas y que claramente nos estaba preparando para este momento. Además entra sin tocar porque es hombre y no necesita permiso. Menos mal que nuestras chicas son veloces y se separan a tiempo.
Jaime le da consejos médicos que nadie pidió y Marta le dice que seguro Fina está cansada de tanta visita y que mejor se van. Pero él quiere agradecerle que protegiera a Marta. Le dice que su mujer es lo que más le importa en este mundo (por eso la veía una vez al año) y que le estará eternamente agradecido. Luego se lleva a Marta al pasillo para informarle que ha decidido quedarse a luchar por su amor. Esta es la carita que se le que da a la de La Reina.
Hagamos un minuto de silencio por el bocadillo de jamón perdido de Fina.
Marta y Fina en el episodio 58 de Sueños de Libertad
El episodio 58 Marta lo empieza descubriendo que va a tener que trabajar más en la empresa porque su hermano Jesús sufrió un accidente y no podrá trabajar duranta un buen tiempo. Es una gran responsabilidad, el volumen de trabajo va a subir inmensamente, hay que tomar muchas decisiones y ahora le toca a ella y a su hermano pequeño tomar las riendas de la empresa.
Fina por su parte está hablando con su padre que le lleva unas buenas lentejitas que le hizo Digna para que se recupere pronto. Lo dos bromean y Fina le dice que echaba mucho de menos hablar con él. De paso le deja caer que se tiene que ir porque hay problemas en casa de los de La Reina, pero no especifica. Y justo en eso llega Marta a visitarla.
Marta nos demuestra que es una lesbiana adelantada a su época y cierra la puerta con llave. ¡Aleluya! Ahora sí que el pescanova no puede entrar sin pedir permiso. Luego besa a Fina y le pregunta cómo puede estar tan guapa después de haber sido apuñalada. Pero Fina sigue con la mosca detrás de la oreja después de lo que le dice su padre y le pregunta a Marta hasta que esta le cuenta lo del accidente de su hermano y como ahora ella tiene más trabajo y va a poder ir a verla menos de lo que le gustaría.
Lo buenos es que Fina lo entiende perfectamente, pero ya que están ahí en plan confesiones, Fina le pregunta qué es lo que le dijo Jaime ayer. Marta, se nota que no quiere preocupar a Fina, así que le miente con todos sus dientes diciéndole que él le preguntó que podría regalarle como muestra de afecto por haberle salvado la vida.
La siguiente vez que vemos a Marta está en la oficina y ¡el pescanova le vuelve a caer! Él le pregunta si sigue viendo al fotógrafo y ella le dice que no, pero que ella ya no es la misma y que ya no tiene el mismo amor por él. Pero él insiste en que está ahí para reconquistar el amor que un día tuvieron.
Marta: Sé que vas a echar de menos el barco, tu trabajo, tus viajes.
Jaime: He renunciado a mi vida en el mar por nosotros.
Marta: Has hecho un gran sacrificio por algo de elo que yo ni si quiera estoy segura. ¡Es que no lo entiendo! ¿Por qué has renunciado a algo que te colmaba? Que te hacía feliz por un matrimonio que está muerto.
¡Auch! Cualquiera con un mínimo de inteligencia emocional entendería muy bien lo que Marta está diciendo, pero Jaime prefiere seguir el consejo de su suegro y no darse por vencido. Le dice que el matrimonio es un barco que hay que mantener a flote haciendo lo que sea necesario y ella se da cuenta de que ha hablado con su padre.
Las cosas se le siguen complicando porque una nevera se descompuso (en realidad fue sabotaje) y se echaron a perder todos los materiales que tenían para un nuevo perfume, Jesús (su hermano) sigue ingresado y ella tiene cada vez más cosas que solucionar. Su padre la ver ahí en plan afanado y le pregunta. Ella le explica la situación pero le pide que confíe en que ya lo está solucionando, pero él le dice que tiene dudas porque la ve muy distraída.
Él le dice que sabe que su cara no es por el trabajo sino por el regreso de Jaime y ella le dice que se está haciendo a la nueva situación.
Él le dice que tendría que estar feliz y que no le empiece a contar milongas de que si la lejanía y demás. Marta le dice que si quiere le dice mentiras, pero que eso es lo que siente. Él insiste en que puede recuperar su matrimonio pero tiene que tener ganas. Marta se nefastea y le dice que deje de imponerle lo que tiene que pensar y que sentir. Le dice que ya no siente amor por Jaime.
Damián: Eso es, tira por la borda tu matrimonio por ese fotógrafo de tres al cuarto.
Marta: Eso no es lo que.
Damián: ¡Se lo que vi ese día en el despacho!
Marta: ¡¿Cómo puede ser tan insufrible y tan controlador?!
Damián le dice que es su padre y se preocupa por ella. Marta le responde que Jaime le ha dicho que no le va a imponer nada y él le replica que la pelota está en su campo y que espera que tome decisiones con cabeza. Ella le responde que sabe que quiere que haga todo lo que quiere su marido y que por mucho que los dos se lo digan no tiene alternativa. Que Jaime se va a quedar lo quiera ella o no y él le dice que sí, que las cosas son así.
Marta le dice que le parece tristísimo que ganen las convenciones a los sentimientos y Damián le responde que los jóvenes le dan demasiada importancia al amor. Que el matrimonio es voluntad y que su obligación como esposa es responder al sacrificio de Jaime. Además le vuelve a insistir que ella es quien decide si las cosas son fáciles o no, pero que tienen que seguir juntos.
La de La Reina entonces se levanta y enfrente de su padre llama a su marido para decirle que sí come con él y es muy triste porque está clarísimo que lo está haciendo por toda la presión que tiene alrededor y porque no ve otra manera de que sigan investigando su supuesto affair con el fotógrafo.
Ya de camino a la comida, Jaime le dice que ha conseguido un trabajo en un hospital de Madrid. Ella le dice que se alegra mucho por él y él le propone que se vayan a vivir al apartamento que ella alquiló en Madrid. ¡NOOOOOOOOOOOOOOO! ¡Rata inmunda! Ejem, lo siento, ella le dice que no rotundamente. Que ella le agradece el esfuerzo pero que no va a sacrificar su vida por eso. Ella le dice que su trabajo no es solo una obligación, que es uno de los pilares de su vida. Ella le dice que no va a renunciar a ello. Al final él cede y los dos quedan en que él trabajará en Madrid y se verán los fines de semana. Pero Jaime no se queda muy contento que digamos. Él le dice que siente que es el único que está luchando por reflotar su matrimonio. Y es verdad.
Marta y Fina en el episodio 59 de Sueños de Libertad
El episodio 59 de Sueños de Libertad comienza con Marta yendo a visitar a Fina con unas Toledanas. Porque sabe que a su chica le gustan por una conversación que le escuchó con Carmen. Fina se ríe porque se acuerda que ese día las regaño por andar platicando cosas personales en el trabajo y a Marta le da un poco de pena.
Marta tiene mala cara y Fina lo nota, pero para distraerla le dice que le ha llevado un libro y es «Madame Bovary». Sí, ese libro que le dijo que no leyera a Jaime. Fina le pregunta de qué va y ella le cuenta que de una mujer que está casada con un médico y está muy frustrada porque no lo ama. Fina se ríe y le dice que sí que los elige bien.
Marta: Jaime ha decidido quedarse para arreglar nuestro matrimonio. No va a volverse al barco.
Fina: Quizá tiene razón y terminas queriéndolo como se merece. Si pasáis tanto rato juntos…
Marta: Yo a quien quiero es a ti. Y odio tener que aceptar su decisión solo porque es mi marido.
Fina: ¡Nadie puede obligarte a quererle, ni siquiera él!
Marta: Le he dicho que le he engañado con el fotógrafo.
Fina flipa un poco en colores con la decisión de Marta, pero esta le explica que buscaba alejarlo de ella para que las dejara solas. Pero que ha resultado peor el remedio que la enfermedad, porque ahora Jaime está intentando recuperarla con más fuerza.
Marta: Odio hacerle daño. Pero odio más hacerte daño a ti. No sé que hacer, creo que voy a tener que contarle la verdad, contarle que a quien quiero…
Fina: ¡NO! Tú no vas a decirle nada. Yo no soportaría que cayeras en desgracia por algo contra lo que no podemos luchar.
Marta está desesperada porque casi no van a poder verse, pero Fina le dice que si él va a trabajar en Madrid, las dos tendrán tiempo toda la semana para estar juntas. Entonces llega Carmen y le dice a Marta que su padre necesita hablar urgentemente con ella algo sobre su hermano Jesús. Así que la mujer sale corriendo.
Fina le pregunta qué es lo que está pasando, pero Carmen no sabe exactamente lo que ha pasado. Fina sufre porque no puede estar con Marta y apoyarla. Carmen le dice que necesita recuperarse y que cuando le haga «le podrá dar a su amor todo el apoyo que necesite». (Amo demasiado a Carmen). Fina le dice que es que Marta la necesita ya, que tiene que estar muy sola. Pero Carmen le recuerde que ahí tiene a su familia y a su marido.
Fina le espeta que su marido solo la estorba, sobre todo ahora que se va a quedar. Carmen se preocupa y le pregunta cómo le van a hacer. Fina le explica lo de Madrid y ella le dice que se verán cuando no esté. Carmen se asusta porque tiene miedo de que las vayan a cachar con las manos en la masa del Mafin. Carmen solo le dice que espera que todo funcione y que no sea un calvario para ella. Porque no quiere ser aguafiestas pero tiene muy mala pinta. Pero también le agrega que desea con todo su corazón equivocarse.
El hermano de Marta está muy grave y lo están operando, esas eran las noticias y como Jaime es médico pues acompaña a Marta al hospital y le explica un poco qué es lo que está pasando. Le dice que está muy malo, pero que hay esperanzas de que salga adelante.
Marta y Fina en el episodio 60 de Sueños de Libertad
No hay paz para las lesbianas en el episodio 60 de la serie, porque al pesado de Damián se le ocurre que lo mejor es despedir a la doctora Luz para meter a dedo al pescanova y que no se vaya a Madrid. ¡Por dios que alguien le enseñe un hobby o algo a este señor que siempre nos la está liando!
La pobre Marta es que no termina de salir de una cuando la meten en otra. Por su cara pasan 700 pensamientos por minuto pero el más importante es «¿Y ahora cómo le cuento esto a Fina». Marta intenta alegar que no pueden despedir a Luz por colocar a Jaime a dedo, pero Damián le dice que puede y lo va a hacer. Vamos que la jaula de cristal Marta se va haciendo cada vez más chica y la pobre está que no puede más.
Fina también habla de este tema con la doctora Luz, porque la va a visitar y ve el libro y se ponen a hablar de la trama y de como las mujeres tienen pocas por no decir ninguna libertad. Luz también le comenta que Jaime va a comenzar a ser su doctor de ahora en adelante y a Fina le duele más esa noticia que la puñalada que le dieron. Y así termina esta semana de Sueños de Libertad.
El tweet Mafin de la semana
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