Bienvenidas al resumen del episodio 4 de la serie de Petrichor, esa en la que te descuidas medio segundo y una periodista guapa te puede bajar a la novia. ¿Listas para adentrarnos en las aventuras de Tul y Ran?
El episodio pasado fue movidito, porque nuestras chicas por fin habían encontrado al verdadero culpable del caso Ploypapas y por ahí ganamos. Pero luego el episodio terminó con un nuevo caso que ¿imita al asesino de las gotas de lluvia o es que de verdad ha vuelto a matar el verdadero?
Esta semana empezamos la serie justo con la autopsia de este nuevo caso. Y de inmediato sabemos que este sí que es más cercano al verdadero. Porque mientras Ran está revisando el cuerpo, tiene flashbacks al momento que descubrió que su madre estaba muerta. Cuando era apenas una niña pequeña. La pobre estaba viendo televisión con su padre cuando lo anunciaron.
Obviamente Tul está en la oficina de Ran esperando impaciente los resultados de la autopsia. Y ahora que empezamos a conocerla tenemos claro que es una policía honesta que quiere resolver el caso porque ella es así. Pero también sabemos que, tiene un interés particular en este caso que la hace estar más preocupada. Tul tiene miedo de cómo puede afectar el caso a Ran, así que también está ahí para apoyarla. Pero la forense es dura de roer y le asegura que esta bien, así que se centran en el trabajo.
A la chica la han matado como a todas las demás, con un golpe contundente en la cabeza. Además, en esta ocasión han usado la cuerda verde para atarla y sí han hecho el nudo «correctamente». Pero hay algo nuevo, le han cortado la falange superior en todos los dedos para que sea más difícil identificarla. Además le han destrozado la cara a golpes.
A Tul le preocupa que esto retrase mucho la investigación, porque ahora tienen que centrarse en buscar entre la gente que está reportada como desaparecida y confiar en el ADN. Pero Ran ya tiene la solución. La víctima tenía implantes mamarios y estos están identificados con un microchip. Así que con esta información podrán encontrar la identidad rápidamente.
Tengo que admitir que, como fan de las ochocientas series de detectives/policías/true-crime que hay en esta vida. He fangirleado mucho este momento porque sé que es realmente una de las maneras en las que se identifica víctimas en la vida real. ¡Punto para Petrichor!
Tul le agradece a la forense toda su ayuda y como tiene todo el arte para coquetear que nos falta a nosotras, de paso la invita a comer como «gesto de agradecimiento». Pero se topa con un no en toda la cara porque Ran sigue haciéndose la dura.
Pero a Tul no hay no que la detenga. Sí, la vez pasada salió mal, pero ahora no habrá nada que pueda parar a la detective. Así que le advierte a Ran que más le vale no dejarla plantada, porque la va a estar esperando para comer. Si es que no podemos decir que no sea una mujer con determinación. Y Ran reniega de cara a la galería, porque en cuanto sale la detective le sale una sonrisa tamaño Colgate porque en el fondo le encantan sus coqueteos.
Pero Tul no es la única policía lista en el vecindario. Jiu también mueve ficha porque no se quiere quedar atrás a la hora de conquistar a su doctora. ¿El problema? Que May es un hueso más duro de roer. La pobre Jiu llega con la excusa de recoger un informe con la comida favorita de May y sus mejores pintas y la doctora le vuelve a meter la espantada.
Primero la invita a comer pizza, porque por lo visto, en algún punto de la vida ambas salieron juntas. Lo sabemos porque Jiu quiere invitarla a un lugar al que May siempre quiso ir en el pasado. Pero la doctora se niega así que Jiu vuelve a intentarlo dándole la comida que lleva en la mano.
Jiu: No pasa nada si no quieres comer pizza. Come esto. Es la famosa sopa de arroz de esa tienda que te gusta. Hice cola durante mucho tiempo para comprártela.
May: Llévatela oficial. No se permiten alimentos ni bebidas en el laboratorio. Si no tienes más que decir, puedes irte… Por cierto. Otra cosa, no tienes que comprarme cosas como esta. Ya no me gustan.
Así que May se va con el corazón roto, pero igual le deja la comida en la columna. ¡Hasta Ran se compadece de ella! Porque cuando May entra al laboratorio, la forense le pregunta a May por qué trata así a la oficial. Pero la doctora no quiere revivir el pasado. Por lo visto, las dos salieron en la universidad y en su opinión eran como el agua y el aceite, incompatibles por naturaleza.
Ran: Pero la policía Jiu parece realmente interesada por ti.
May: Una chica tan guapa como yo tiene que avanzar y buscarse algo mejor.
¡May yo que tú no hablaría tanto! Que por aquí hay fila para conocer a la inspectora. A la que te descuides desaparece como el humo. Igual May cambia de tema hacia Tul, porque estas dos son amigas y se cuentan las cosas.
Así que May le pregunta si son compatibles, y como es más directa que una flecha, si se han acostado. Ran le dice que son absolutamente diferentes pero con una sonrisa que nos dice que está hasta las chanclas por ella. Tanto que May se burla diciéndole que finja bien porque si no se va a dar cuenta de que se está enamorando de ella.
Eso sí, cuando sale del laboratorio, May se topa con la comida que le dejó Jiu y al final se la lleva.
Y hablando de la reina de Roma. Jiu llega en plan deprimido a comisaría y le pide consejo a Phu, que por lo visto es un ligón. Porque no entiende por qué nada de lo que hace parece llegarle el corazón a la dueña de sus quincenas. Pero Phu no puede ayudarlo porque lo suyo son relaciones esporádicas y lo que quiere Jiu es algo serio. Así que le aconseja que siga los pasos de Tul que sí que ha conseguido avances.
Pero la jefaza no está por la labor de compartir su sabiduría amorosa y los redirige a la investigación. Así que Jiu vuelve a llamar y consigue por fin la identidad de la víctima: Kuljira Lerdsakchaikul. Como el apellido les suena rebuscan y resulta que la mujer estuvo involucrada en otro caso. Por lo visto atropelló alguien y se dio a la fuga. Estuvo un tiempo desaparecida del público pero últimamente se la vio de nuevo de fiesta por las noches.
Así que algo ha cambiado en el asesino, porque sus víctimas ya no siguen el mismo estereotipo. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué ha cambiado? ¿O es otro asesino?
Al otro día, vemos que están en junta policial y el jefe les muestra un vídeo de Wisut en la ciudad. Vamos que jamás se fue como dijo, así que vuelve a ser el centro de atención de la investigación. Encima el tipo contrató a una prostituta y la agredió. Así que está fichadísimo. Pero eso también pone en el punto de mira a Tul, porque ahí se descubre que estuvo hablando con él en la estación del tren y como castigo el jefe la excluye de la investigación.
Lo siguiente que vemos es a Tin dándole consejos a su amigo Kawin para su próximo negocio. Pero Kawin no puede centrarse porque se acaba de enterar de la muerte de Kuljira y los dos se conocían. Kawin está triste, pero sobre todo preocupado por Tul. Le pide a Tin que le diga que tenga mucho cuidado, que a ser posible esquive el caso como si fuera la peste. Pero Tin sabe que su hermanita no se va a rendir fácilmente. Así que no tiene caso pedirle que se retire del caso.
Lo siguiente que vemos es a Dansim y su equipo ir a por Wisut. No tardan mucho en detenerlo y ya de paso darle un golpe o dos porque estos policías se regodean en darle con todo. Lo interrogan, pero Wisut sigue negando haber tenido nada que ver con el asesinato. Dansim lo sigue presionando pero con todos sus gritos y agresividad no consigue sacarle absolutamente nada.
Phu, Jiu y Tul, lo están viendo todo, porque Phu hackea la señal de la cámara, así que se enteran de lo que está pasando. Tul les confiesa que cree que Wisut es un chivo expiatorio tanto de los crímenes pasados como de estos. Que ella y Ran están investigando y las cosas no cuadran. En los cinco casos que el padre de Ran revisó, no habían pruebas de que Wisut fuera el culpable, pero curiosamente, cuando Big Tech lo quitó del caso, aparecieron las prueba de improviso.
Así que los tres deciden seguir investigando a escondidas para encontrar la verdad.
Por la noche, Tul invita a Ran a comer postres en la panadería de su hermano. Y esto no sería un buen Girls Love si no cumpliera con alguno de los estereotipos. Así que por supuesto que Ran se mancha los labios y Tul es de dedo rápido y está atentísima a limpiarlos en cámara lenta.
La cosa se ponía romántica, pero Heb nos arruina el momento con un buen maullido y no distrae a Ran que se va corriendo a hacerle mimitos. Tampoco la vamos a culpar porque nosotras también hubiéramos ido corriendo a acariciarlo. Tul reniega porque Heb parece dejarse querer más por Ran que por ella, pero en el fondo le gusta. Y las dos aprovechan para coquetear peleando en plan divertido sobre quién es la verdadera mamá de Heb.
Luego las cosas se ponen serias, porque Ran le pregunta a Tul sobre el interrogatorio y las dos debaten sobre qué llevó a Wisut a admitir unos asesinatos que no eran suyos. Entonces Ran le pide a Tul que le permita interrogar a Wisut. Y la detective no puede negarle nada. Así que con la ayuda de Phu y Jiu entran a la sala sin que nadie se de cuenta. Que por cierto, adoro que Tul, Phi y Jiu tengan esa confianza entre ellos que hace que se cubran y defiendan siempre. Amo su amistad.
Tul inicia el interrogatorio mostrándole los dedos que le han recortado a la última víctima. Y por la reacción de susto de Wisut, las dos se dan cuenta de que él no se los cortó, por lo tanto no es el asesino. Tul le sigue presionando y Ran también aprieta preguntándole por qué su última víctima eligió a alguien que no era prostituta. Él les responde que cualquier mujer parada en la carretera por la noche se esta vendiendo.
Ran insiste y le pregunta si se acuerda con quién estaba hablando ella en el coche. El recuerda perfectamente que estaba hablando con su hija, pero a la policía le dijo que fue con su marido. Así que le pregunta a Ran como sabía que no era verdad y ella pierde un poco los estribos y le grita que por que ella es la hija que la estaba esperando.
Desde que mi madre murió por personas como tú, no he podido tener una vida normal. Si tú no lo hiciste ¿por qué te quedaste en la cárcel tanto tiempo? Pero si realmente eres el asesino, me encargaré de este asunto personalmente. Y antes de que podamos parpadear, Ran le quita la pistola de su funda a Tul y le apunta a la cabeza.
Ran: Aunque no soy policía, soy muy buena tiradora, no voy a fallar desde esta distancia.
Tul: Cálmate.
Ran: Le puedes mentir a cualquiera Wisut. Pero yo soy la persona que merece más saber la verdad.
El sufrimiento de Ran hace que Wisut reaccione y le cuente la verdad, él no mató a su madre. De hecho, él no mató a ninguna de las mujeres. Es solo un taxista que solía merodear por los salones para recoger a las prostitutas y llevarlas a su destino. El día del asesinato de la madre de Ran la llevó hasta donde le pidió y después vio que se fue caminando y detrás un hombre encapuchado con un impermeable.
Wisut les dice que tenía una relación romántica con la sexta víctima. Que se acostaron juntos y eso hizo que la policía apuntara a su persona.
Y mientras ellas están investigando, vemos que Big Tech es más corrupto de lo que pensábamos. Porque va a jugar golf con un tipo y le regala una bolsa de palos de Golf llena de dinero. El tío le advierte que, para ganar las elecciones, tiene que limpiar «cualquier suciedad» en su currículum. Así que Big Tech le encarga al jefe de policía que solucione el tema de Tul dándoles la vara constantemente. Y este a su vez, le promete a Dansim un ascenso si consigue que Tul no investigue más el tema de Wisut.
No le será fácil, porque mientras él está haciendo chanchullos, Phu, Tul y Jiu ya están investigando a los familiares de la sexta víctima para entender si lo que dijo Wisut era verdad. Porque ellos le creen, pero aquí hay que probar las cosas. Eso de inventarse pruebas y liarla parda se lo dejamos a los malos.
Así que se plantan en la casa del hermano de la víctima que no está muy contento que digamos con la situación. Porque lo único que quiere es olvidarse de la vergüenza que ha sentido por la muerte de su hermana. Sí, es un idiota. Pero al menos, el hecho de que quiera deshacerse del problema hace que les regale al equipo todas las cosas de la víctima. Así que de inmediato se ponen a rebuscar y encuentran una caja llena de relojes de marca así que deciden llevársela para seguir investigando.
Luego por la noche, vemos a Tul llegar contentísima a su casa y contarle a su hermano que ha conseguido nuevas pruebas para el caso. Como los policías de la televisión, investigando en secreto. Pero él está más preocupado por darle de comer porque lleva todo el día olvidándose de hacerlo.
Eso sí, a la hora de estar los dos sentados, no puede perder la ocasión de tirarle carrilla porque ya se ha dado cuenta de que entre ella y Ran hay tomate.
Pero como buen hermano, Tin lo único que quiere es ver a Tul feliz. Por eso le pide que invite seguido a la doctora a pasarse por la pastelería. Le dice que cuando Ran está ahí ella parece brillar de la felicidad. Son super monos los dos la verdad.
Cambiamos de escenario para ver a Ran encontrarse con Tiwa en la cafetería del hospital. La periodista está ahí porque se sentía mal y se hizo unos exámenes. Ran está contenta de que su amiga se esté cuidando, porque sabe que, con todo el tema de su despido va fatal y está teniendo que empezar de cero.
Tiwa le cuenta que la policía está compinchada con los altos mandos. Eso ha hecho que le estén haciendo el vacío por todas partes y dificultándole el trabajo muchísimo. Tiwa entonces la toma de las manos y le dice que ella también tiene que tener cuidado. Que siempre coopera con la policía y se puede ver involucrada. Con la mala suerte de que justo en ese momento llega Tul y se pone más verde que Elphaba
Tiwa: Tú también tienes que tener cuidado. Siempre cooperas con la policía, en el momento de la verdad, puede que alguien te de una puñalada en la espalda.
Ran: No te preocupes, de todos modos no me gusta tratar con la policía.
Tiwa: Me alegra oírte decir eso.
Aquí tengo que hacer un pequeño inciso mi resumen porque me hizo muchísima gracia en esta escena que Tul está prácticamente encima de ellas y ninguna se haya dado cuenta de que había un águila escuchando su conversación. Pero ya volviendo al tema, obviamente a Tul le sienta fatal escuchar esa conversación. Primero porque se nota muchísimo que Ran y Tiwa se tienen mucha confianza y se tocan como dos personas que se conocen y quieren mucho. Y después porque le pega en su orgullo de policía la manera en la que están hablando de la institución. Por mucho que ella misma a veces tenga que lidiar con situaciones como las que están comentando.
Así que Tul decide que se marcha sin más, porque ella no es de las que arma numeritos ni se pleitea por una tía. Vamos que conoce su valor y si no me quieres pues ya vendrá quien me quiera. De hecho Ran jamás se habría enterado si no es porque May se topó con ella y Tul termina regalándole la comida.
May se lo cuenta a Ran y esta flipa porque no se pasara a saludarla. Y cuando revisa su teléfono se topa con 5 llamadas perdidas de la susodicha. Obvio que de inmediato intenta llamarla, pero ahora es Tul la que está nefasta y no le contesta. El que termina pagando los platos es el pobre Tin, que estaba en casa cuando vuelve Tul con un humor de mil perros.
Por la noche, Tul está en su cuarto repasando en cámara lenta todo lo escuchó y vio por la tarde. Vamos, que está celosa, enfadada, sufriendo y con ganas de matar. En eso le llega un mensajito de Ran preguntándole que si puede comprar un par de postres, porque la tienda está cerrada porque Tin no está. Y Tul pondera lo de clavarle el visto pero las ganas le pueden más que el orgullo así que decide bajar. Eso sí, se lo va a poner difícil a la forense porque tiene clavada la espinita hasta lo más dentro del corazón.
Tul baja con paraguas en mano y le pregunta en plan super seco a Ran qué está haciendo allí. La forense miente con todos sus dientes y dice que ha ido a visitar a Heb y Tul le responde que entre a verla, pero sin mirarla a los ojos para que quede más que clarísimo que está enfadada con ella.
Ran: Inspectora, ¿puedes dejar de enojarte conmigo como una niña? A decir verdad, no he venido a ver a Heb. Quería saber si estás enojada conmigo.
Tul: ¿No dijiste que no te gustaba tratar con la policía?
Ran: Así que estabas escuchando a escondidas mi conversación con Tiwa.
Tul: No escuché a escondidas, lo escuché de casualidad cuando te llevé los snacks.
Ran: Es verdad que no me gusta la policía, no mentía cuando lo dije. Pero no incluí a oficiales diligentes y capaces como tú.
¡Y zaz! Ran le planta un piquito en toda la boca a Tul, y visto lo visto en Tailandia sabemos que esto es un gran paso. Así que deja absolutamente descolocada a la oficial.
Ran: Nunca había hecho esto con nadie. Así que si aún dudabas de mi, ahora puedes creerme.
A Tul le dura más o menos medio segundo la duda, porque una vez visto que Ran está interesada no iba a ser menos valiente. Y ella sí que le planta un beso de esos que hace que te tiemblen las rodillas.
Y así señoras, termina el cuarto episodio de Petrichor. Nos han dejado con el corazón acelerado, porque ¡menudo beso hemos visto! Además es que la fotografía es preciosa, con la lluvia como marco de ese momento en el que por fin han decidido cambiar el estatus de su relación.
Es que ha sido precioso, y ¡lo que se viene en el quinto episodio! Nos vemos aquí para hablar examinarlo todo con detalle.
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