¡Bienvenidas mis queridas amantes del béisbol! ¿Están preparadas para la primera temporada de Ellas Dan el Golpe (A League Of Their Own)? Pues agarren el refresco y el hot dog porque si tenían ganas de ver una serie super lesbicanaria su sueño se ha hecho realidad.

No sé a ustedes, pero a mí la música de esos años me encanta. No por nada disfruto tanto de jugar Fallout. Así que ha sido una alegría comenzar la serie con esa música animada que acompaña a Carson Shaw mientras corre desesperada para intentar alcanzar el tren. La mujer es veloz pero igual de patosa que yo, así que da un mal paso y termina con todas sus maletas en el suelo. Pero también es persistente así que cual resorte se levanta otra vez para seguir corriendo. Eso sí, con el vestido todo abierto por la parte de delante y mostrando sostén.

Carson Shaw

Carson Shaw con faldas y a lo loco

La pobre llega a toda velocidad a la estación y para su suerte el tren todavía está ahí, así que está a punto de subirse cuando algo la llama y tiene que pararse por educación a saludar a la vecina y su familia. La vecina le pregunta si la verá el próximo domingo en misa y Carson le asegura que sí y además llevará el pastel. Él le pregunta por su esposo, Charlie y ella le contesta que está genial, bueno genial para ser un soldado en medio de una guerra.

Así que ya sabemos cuatro cosas sobre Carson. Es veloz, está casada, es persistente y no se le dan muy bien las conversaciones sociales con vecinas chismosas. En fin, que mientras hablaban el tren comienza a avanzar y Carson sale corriendo otra vez.

La misión consiguió cumplirla, porque aunque el tren ya estaba andando, consigue lanzar las maletas dentro y subirse con él en marcha para asombro del revisor que alucinó en colores. Luego se va a su asiento para ser duramente juzgada por unas monjas y un niño que le va cara de loca y admirada por un grupo de soldados que también van en el tren.

Ya más calmada y acomodada en su asiento, Carson decide leer porque ya se sabe que los viajes largos se hacen más pasables con un buen libro. Nuestra chica elige «Orgullo y Perjuicio» de Jane Austen como su literatura de viaje y la señora que va sentada a su lado aprueba su elección porque es una «muy bonita historia de amor».

Lo que más me gusta de la historia es que no es un cuento de hadas. Me gusta que Elizabeth no se emocione cuando conoce a Darcy, que le cueste. Y al final terminan con una gran historia de amor. Es decir, cuando lo piensas ¿Qué es el romance.? Es un libro genial.

La señora opta por irse a por un sándwich porque Carson le acaba de arruinar el romance y Carson se queda a solas mirando la fotografía de su marido con cara de que ella tampoco siente chispas cuando lo ve. Vamos, que lo que le gusta de Orgullo y Perjuicio es que la hace sentir normal porque desde luego su matrimonio no la emociona demasiado que digamos.

Carson persiguiendo a Greta y Joey

Al día siguiente, Carson llega a la gran ciudad y está más perdida que Sandra Bullock en «A Ciegas» cuando de repente su sentido arácnido (también llamado gaydar) empieza a vibrar y se observa a lo lejos a Jo y Greta. Dos chicas que por su vestuario podemos adivinar que también van a las pruebas de béisbol, así que decide seguirlas.

Jo de inmediato se da cuenta porque Carson no es nada sutil y le reclama que las siga porque «no quiere ayudar a la competencia». Pero Greta, que es una morena altísima y enigmática de inmediato cala a Carson y le anima a unirse al grupo, así que las tres comienzan a caminar a toda velocidad hacia el estadio porque ya se les está haciendo tarde.

Carson va tropezándose con un montón de gente, así que Jo se ríe y le pregunta si en su granja no le enseñaron a caminar. Porque es obvio por su ropa y maneras que Carson no está acostumbrada a andar en «la gran ciudad». Además lleva una maleta llena de libros porque es igual de Geek que nosotras. Carson le pregunta a Greta de dónde es ella y la morena es una mujer de mundo. A estado en Nueva York, París, Houston, vamos que no quiere ser definida por la etiqueta de una ciudad.

Greta hace un pequeño descanso para picarle un ojo a un grupo de soldados y conseguirle cigarros a las tres. Y cuando nota el anillo de Carson le pregunta qué piensa su marido de que esté haciendo las pruebas.

Carson: Charlie está…. super emocionado… Cuando me eligieron para la prueba no estaba segura porque tengo un montón de responsabilidades como ama de casa. Pero amo el béisbol más que nada en este mundo… excepto Charlie por supuesto.

Y por la manera en la que lo cuenta tanto Greta como todas nosotras podemos darnos cuenta de que miente con todos sus dientes.

Jo, Carson y Greta en A League of Their Own

Jo, Carson y Greta alucinando con el estadio en A League of Their Own

Las chicas llegan por fin al estadio y alucinan en colores porque es grande, bello y está lleno de otras chicas con igual pasión que la de ellas por jugar al béisbol. Las tres se acercan hasta la lista para inscribirse y Carson descubre que el reclutador marcó su nombre con una estrellita. Vamos que le echaron buen ojo. Y con nuestras protagonistas preparadas ¡que empiecen los juegos del hambre! Digo las pruebas para ver quien va a formar parte de La Liga Americana femenina de Béisbol!

La competencia es feroz y ahí hay gente muy preparada. Tenemos a Esti González que viene directa desde Cuba y no sabe hablar inglés. Un poco complicado adaptarse a la situación pero está claro que va a entrar en la liga porque es una crack. Además ahí tiene a Lupe García para traducirle y lanzar bolas a toda velocidad porque la mujer tiene una bazuca en lugar de brazo. Una chica llamada Jess McCready que no solo salta como chapulín para alcanzar bolas imposibles sino que además puede competir a escupir con cualquier beisbolista masculino. Está Maybelle Fox que lleva lo shorts más cortos del lugar y parece Marlyn Monroe pero todo lo que tiene de guapa lo tiene de buena beisbolista. Y también Shirley Cohen que claramente tiene problemitas con los gérmenes y la ansiedad en general.

Y mientras las chicas lo dan todo en el campo, en las gradas hay un grupo de periodistas entrevistando al creador de la liga, el señor Morris Baker, creador de las mejores barritas del lugar. El señor Baker piensa que, con todos los hombres en la guerra, es necesario para la vida un poco de diversión, así que las chicas ocuparán su lugar. Eso sí, serán damas a todos los niveles, nada de escupir o decir groserías y obviamente jugarán en falda porque el pantalón solo lo llevan las lesbianas.

En cuanto acaban la conferencia al señor Baker le da un infarto, porque según su visión, todas las mujeres en ese lugar parecen hombres y tienen los tobillos muy gordos. Pero su empleado (que creo que se llama Marshall pero no meto las manos al fuego), le promete que le enseñará a todos esos seres humanos a ser mujeres. Porque desde luego un hombre sabe mejor cómo ser mujer que las mujeres…

Y mientras Greta mira alucinada a Carson batear un casi jonrón una chica llamada Max Chapman y su mejor amiga Clance Morgan aparecen en nuestras pantallas.

 Max Chapman y Clance Morgan en el estadio

Max Chapman y Clance Morgan en Ellas Dan el Golpe

Max va vestida para la ocasión y totalmente nerviosa, así que Clance hace todo lo posible por sacarle plática y que se le pase. Además, le va hablando sobre cosas realmente relevantes, como que en un cómic llamado La Mujer Maravilla le maten el amor de la vida a la protagonista y la dejen sin cuerpo. ¡Hay cosas y cosas! Las dos entran en el campo con mitad cara ilusión y mitad cara susto cuando un grupo de entrenadores las detiene.

Entrenador: ¿Se han perdido de camino al sur?
Max: Hemos venido a las pruebas.
Clance: Pero muchas gracias por ser tan caballeroso y preocuparse por nuestra integridad señor.

El tío es obviamente racista y les comenta que las pruebas son para la liga americana. Max y Clance responden que ellas nacieron en USA y son mas americanas que la bandera, pero el tío les responde si creen que se ven como las chicas que están haciendo la prueba. Max, que sabe que es la mejor jugadora del lugar, le responde que está en mejor forma que la mayoría de ellas. Entonces él decide ser más claro y les contesta que no van a tener a «chicas de color» jugando con «sus chicas».

Max le pide una oportunidad, que solo la vea lanzar porque sabe que tiene lo que hace falta y además sabe dar un buen espectáculo pero el tío amenaza con llamar a la policía, así que Clance da las gracias y se marchan. Pero antes de irse, Max agarra una pelota y la lanza hasta el otro lado del estadio dejando alucinadas a todas las chicas porque ¡madre mía con ese brazo!

Max y Clance dándose ánimos

Ya fuera del campo, Max está obviamente muy frustrada por la situación y llega un momento en el que de plano se da la vuelta y piensa en pelear. Pero Clance la detiene porque tiene claro que no puede ganar. Solo se va a buscar problemas y terminar mucho peor. Obviamente entiende su frustración pero por desgracia esos hombres no van a cambiar de opinión.

Max: Tienes razón. Estoy bien.
Clance: ¿Bien? Vale… Hace un minuto ibas a matar a alguien pero bueno.
Max: ¡No me lo recuerdes!
Clance: Yo lo digo.
Max: Estoy bien.
Clance: Vale estás bien.
Max: ¿Tú estás bien?
Clance: Tú vas a fingir que estás bien así que yo voy a fingir que no me doy cuenta de que no lo estás y las dos estaremos bien.

Solo por esta conversación ya puedes darte cuenta de lo buenas amigas que son y lo muchísimo que se quieren y se entienden mutuamente. Yo es que desde que entran en el campo las amé, pero después de este combo las marqué como dos de mis personajes favoritos de la serie.

Por la noche, todas las chicas van a un hotel y están platicando sobre sus experiencias en el campo y en general emocionadas ante la oportunidad de que las elijan para alguno de los equipos. La emoción burbujea en el ambiente, hasta que de repente Carson se pone super seria y decide irse a su cuarto a «desempacar».

En realidad, la mujer está intentando escribirle una carta a su marido para explicarle lo que siente, pero las palabras no le salen. En esas está cuando Jo y Greta entran en el cuarto para hablar muy seriamente con ella sobre su pelo. ¡Necesita un corte nuevo! A Carson le da un poco de cosilla intentar un cambio de esa magnitud, pero cuando Greta le dice que se lo cortará ella misma se decide automáticamente.

Carson comenta que a su esposo le gusta el pelo largo y Greta le corta un buen tajo y le pregunta si quiere que pare. Y no sé si yo lo veo todo erótico pero este corte de pelo está haciendo que se me suban los colores. Y a Carson también, así que de inmediato dice que no.

Algo me dice que Greta, siendo mujer de mundo, la tiene bastante calada, porque toquecito por aquí, caricita de pelo por allá le va sacando más conversación para saber de su vida.

Greta cortándole el pelo a Carson en A League of Their Own

¿Quién se apunta a la peluquería de Greta?

Carson: No iba a venir a las pruebas aunque mi sueño siempre fue jugar béisbol. Pero siempre pensé que no podía porque estaba casada. Pero entonces me llegó una carta que decía que vuelve a casa.
Greta: ¡Espera un minuto! ¿Te llegó una carta diciéndote que tu esposo volvía a casa de la guerra y te fuiste?
Carson: Sí, hui como si estuviera poseída o algo.
Greta: Yo no creo que estés huyendo de alguien (quitándole el pelo de la cara con una caricia), creo que corres hacia tu destino.
Carson: No sé si soy el tipo de persona que tiene un destino.
Greta: Yo creo que eres tú quien decide eso.

Vamos que Carson es mas lesbicanaria que todas nosotras juntas y lo dicho, Greta la tiene calada. Y entre corte y corte, se echan unas copas y deciden que lo mejor que puede hacer Carson es escribirle una carta a su marido contándole su verdad y se la envían. ¡Se puede liar muy parda señoras!

Max y Clance en el tren

Max y Clance por su parte, van de camino a casa. Max sigue frustrada porque no le dieran la oportunidad de demostrar su talento y Clance está nefasta porque mandó una carta al cómic de Wonder Woman y la imprimieron pero ¡le cambiaron todo el sentido! Timo total.

Clance le pregunta a su amiga qué mentira le contó a su madre para poder ir a las pruebas y Max contesta que no le dijo nada porque es una mujer adulta y no tiene por qué darle cuentas, pero sabemos que miente con todos sus dientes, la cara de Clance nos lo dice todo.

Max dice que a lo mejor es un buen momento para abandonar sus sueños guajiros, pero Clance, siendo la mejor amiga del mundo, le dice que no, que tiene que ponerse las pilas y tirar para adelante.

Al otro día por la mañana las chicas despiertan emocionadas porque ¡es el día de descubrir quién se ha quedado! Todo el mundo baja más feliz que una lombriz menos Carson que tiene una resaca gigantesca y solo abre los ojos porque Greta la despierta. El día comienza bien porque Carson, Greta y Jo están en el equipo. Al menos hasta que Carson se acuerda que le escribió a su marido una carta y no recuerda que decía. La pobre intenta recuperarla pero ya es demasiado tarde. Así que la mujer decide hacer borrón y cuenta nueva de momento y las tres agarran sus maletas y se suben a un autobús con destino a su nueva casa.

Max hablando con su madre

¿Se acuerdan de que Max era una mujer independiente y no sé que más? Pues está trabajando en el salón de Toni, su madre, cuando la mujer empieza a hacer preguntas sospechosas sobre el «concierto» al que fue. Max intenta contestarlas sin demasiado éxito. Las clientas del salón se compadecen de ella e intentan soplarle las respuestas pero está claro que su madre es media detective y tiene el caso listo para mandar a juicio.

Toni está resentida porque Max le ha mentido, pero sobre todo porque siente que tiene la cabeza en las nubes y está soñando con cosas que no puede tener en lugar de centrarse en su futuro. Mal rollito porque se nota que la mamá la quiere mucho pero al mismo tiempo tiene altas expectativas para ella y Max quiere cumplirlas pero nunca llega.

Con un poco de investigación, Max descubre que el que soltó sopa fue el esposo de Clance, por eso el interrogatorio de su madre iba a sobre seguro.

Esa noche las «Peaches» llegan a su nueva casa y se reparten los cuartos. A Carson le toca con Shirley y A Jo con Maybelle. A Greta de momento no sabemos con quién le tocó porque apenas deja su maleta ya está organizando la primera salida grupal al bar. Así que en menos de medio segundo ya van todas de camino a estrenar el bar de la ciudad.

Las chicas se lo están pasando pipa bailando con los pocos chicos que quedan en la ciudad. Bueno, Jo baila sola porque su flow es intenso y no necesita a nadie más.

Max y Clance en el bar

Otras que están ahí son Clance y Max que van a beber gratis porque el esposo de Clance trabaja como cocinero en el lugar. Max en realidad va a ajustarle cuentas por chismoso, pero su amiga le hace prometer que no lo matará, así que tiene que contenerse. Además se nota a leguas que el pobre Guy es más bueno que el pan y una sola mirada de Toni lo hizo desfallecer. Así que cuando Guy le cuenta que las Peaches están en el bar, Max decide ir a mirarlas con desdén porque tampoco puede hacer nada más.

Max está de muy mal humor y no ayuda que un chico llamado Gary se acerque a flirtear con ella. Sobre todo cuando le cuenta que acaba de conseguir equipo porque está trabajando en una fábrica de tornillos y forman parte de la liga. Max pierde los papeles y termina gritándole en medio de todo el bar.

Max: ¡Gary si tú ni si quiera puedes darle a la bola! Soy literalmente cuatro billones de veces mejor jugadora que tú.

¡Auch! Max la lía parda rompiendo un vaso y haciendo escándalo, así que Clance se la lleva fuera del bar y con amor le recrimina que pierda el temperamento de esa manera. Sobre todo porque es negra y no puede ir liándola así en un bar de blancos si no quiere terminar mal.

Carson y Greta flirteando

Carson y Greta flirteando de manera poco heterosexual

Carson y Greta están en la barra haciéndose ojitos mientras hablan sobre se como se conocieron Greta y Jo. Pero a nosotras lo que nos interesa es el chisme lesbicanario y a Jo no le hace mucha ilusión el interés que muestra Greta por su nueva amiga.

Carson: Nunca había conocido a nadie como tú.
Greta: Bueno yo nunca había conocido a nadie como tú.
Carson: Seguro que tú si has conocido a alguien como yo.
Greta: No… algunas de las cosas que dijiste anoche en tu carta…
Carson: ¡Vale! Dime ya que escribí.
Greta: Creo que ya sabes lo que escribiste.
Carson: Creo que estoy destruyendo mi vida por completo. Y no sé por qué. Todo lo que siempre quise… Pero no me voy a detener porque esto se siente bien.

Ante esta revelación, Greta coge de la mano a Carson y se la lleva a un lugar oscuro a «hablar» y cuando digo hablar digo besarse porque no hay tiempo que perder.

Carson y Greta besándose

Primero Greta toma la iniciativa, pero luego retrocede y le deja a espacio a Carson para decidir si quiere continuar. Y digamos que termina apoyada contra la columna del lugar mientras Carson la besa con todo. Entonces Greta se separa y suelta un «ya decía yo» que de a Carson con cara de ¿Ein? y sale pitando. Luego se escucha un vaso roto y ¿Recuerdan que Max se había quedado afuera esperando a Clance? Pues obviamente las ha visto.

Al terminar la noche, Greta se va con un soldado y Carson y yo quedamos completamente confundidas porque WTF! Greta. Carson se queda a solas en el callejón y Max está ahí, así que aprovecha para intentarle explicar el tema beso, pero Max le asegura que ella jamás dirá nada. Sus labios son una tumba. Carson la recuerda del campo y le dice que lanza de manera increíble, luego las dos se van a sus casas.

Al otro día por la mañana las chicas reciben sus uniformes y están super emocionadas. Eso sí, Carson intenta evitar a Greta todo lo posible y más. Y mientras tanto, Max sigue practicando su lanzamiento contra una pared en busca del equipo perfecto. Y así señoras termina el primer episodio de Ellas Dan el Golpe.

No les voy a mentir, yo esperaba que hubiera rollito bollo en esta serie, pero sinceramente ¡no me esperaba tanto! ¡Aquí hay chicha se los digo yo! Por si acaso, vamos a intentar respetar el ritmo de todo el mundo y a comentar solo el episodio en cuestión por favor. Así no le espoileamos a las demás otros episodios si no los han visto.