Si no has visto Motherland Fort Salem, te recomendamos buscar los resúmenes de la primera temporada y te adelantamos que Raelle y Scylla, la pareja lésbica de la serie, son uno de los platos fuertes por el que nosotras empezamos a ver esta serie que rompe con todos los cánones establecidos en el mundo de la televisión y ahora… hablemos del tercer capítulo de la segunda temporada.

El tercer capítulo empieza fuerte: reunión entre la presidenta, Alder (y las Biddies, obvio) y Petra. Quieren empezar a abrir centros de prueba para encontrar a todas esas brujas cuyos linajes se han perdido, como la de la hija del vicepresidente, que, por cierto, ahí tenemos al hombre y empieza a darnos mala espina. La presidenta no está por la labor, no quiere abrir nada ni firmar un solo papel, pero Alder y sus amigas toman el control de la voluntad de la señora y acaba firmando la propuesta.

Por otro lado, nuestras brujas siguen entrenando. Se han pasado la semana trabajando en sus habilidades individualmente, menos Raelle que está trabajando junto a Izadora para intentar comprender sus nuevos poderes, de hecho, Raelle empieza a dudar de sí misma porque ni siquiera es capaz de pronunciar una frase completa en Mothertongue. No obstante, Abigail la anima a seguir entrenando y a entender lo especial que es.

Las chicas conocen a la Matriarca o Imperatrix, como queráis llamarla, una mujer de armas tomar que se dedica a ir estableciendo lazos matrimoniales entre los linajes maternales de las brujas para mantener la pureza y características de cada familia. ¿Y qué quiere esta señora de nuestras niñas? Encontrarles el hombre adecuado para tener hijos porque al parecer las brujas escasean y necesitan bebés para ayer. Las caras de disgusto de las tres son un cuadro.

La imperatrix mirando a las reclutas

He aquí la Matriarca a punto de empezar a darnos dolores de cabeza.

La Matriarca se reúne en su despacho con Alder y Petra para comentarles el problema de escasez de brujas puras y no le gusta ni un pelo la idea de Alder de contar con aquellas brujas que han cruzado lazos con civiles porque claro, tienen menos poder. Recalca, además, la importancia de que Abigail se case para antes de ayer, a lo cual Petra responde que no se preocupe, que la niña se casa. Disgusting.

Raelle sigue probando todo lo que tiene delante del Micelio. Le ha cantado todas las semillas que sabe, pero nada, la seta no se inmuta. Izadora le explica que debe mostrarle respeto, y además se refiere al hongo como ella, que es anciana y que responde a los estímulos. Raelle muestra su disconformidad con estos nuevos poderes, no los quiere y no entiende porqué la ha elegido a ella. El caso es que Izadora la deja a solas con la seta y Raelle se dedica a echarle en cara unas cuantas cosas, despertándola. Del Micelio empieza a salir un polvo que va directo a la mano de Raelle y le hace tener una visión, un recuerdo de aquella vez que Scylla creó un hongo de la muerte delante de ella. La rubia entiende que esa es la semilla que necesita y la canta. ¿Resultado? Del Micelio empiezan a salir unos tentáculos que acaban metiéndose en la boca a Raelle y ella emite unos sonidos que Izadora corriendo graba en una caja de madera.

¿Os habéis olvidado de la Matriarca? Ataca de nuevo y esta vez a Abigail directamente. Que si tiene una importante misión, blablabla, que si es importante mantener la integridad, blablabla y nada, que se tiene que casar a finales de año y si es con Gregorio, mejor. Tally se dedica a tutorear a Penélope, dándose cuenta de que tienen cosas en común. Al final, la ayuda a encontrar su propia voz, esa con la que es capaz de crear magia.

Y por fin, nuestras superagentes secretas, Justine y Amelia, hacen acto de presencia. Están tan tranquilas en casa del enemigo bebiendo vino y recogiendo toda la información que estos dos pobres mortales les regalan. Descubren que un señor, Jack Orsatti, ha inventado un aparato para descubrir quiénes son brujas, incluso si son niñas. Y esta gente les cuenta que la mejor amiga de su hija, una niña llamada Tiffany, ha dado positivo en la prueba. El tal Jack aparece en escena y nuestras agentes deciden esperar y seguirle con el coche.

Seguimos con la Matriarca y sus ganas de incomodar a nuestras chicas. Ahora habla con Tally y Raelle, animándolas a cumplir con sus obligaciones y traer brujas al mundo. Raelle le deja muy claro que ella no está interesada ni en enlaces matrimoniales ni en hombres. Nuestra sáfica favorita se levanta para irse y aquí la señora la llama niña insolente en Mothertongue. Raelle es capaz de ponerla en su sitio, también en Mothertongue. Recordemos que nada más empezar el episodio ella misma había comentado que no era capaz de decir ni una frase completa. ¿Qué ha cambiado?

Un nuevo día empieza para nuestras chicas. Ya no es suficiente con entrenar la voz y aprender semillas… ahora se enfrentan a civiles con armas que no usan magia, así que las instruyen en lucha cuerpo a cuerpo. Tally se enfrenta a M y, de repente, el cuchillo con el que le ataca aparece bañado en sangre aunque ni le ha rozado. M se asusta buscando si elle le ha infligido alguna herida, pero es solo una visión de Tally…

Raelle, sin embargo, no entrena con sus compañeras. Ella está con Alder e Izadora enfrente del Micelio. Resulta que, gracias a la grabación que capturó Izadora, Raelle puede reproducir unas mil voces superpuestas con su garganta. ¿Cómo? Pues gracias a la invasión en la laringe que hizo la seta en con sus tentáculos y además eso es lo que hace que ahora pueda hablar fluidamente Mothertongue.

Alder le pide que le cante una semilla al Micelio y Raelle a regañadientes lo hace. El hongo responde al estímulo y Raelle, de alguna manera que ni ella misma entiende, es capaz de medio controlarlo y destruir la pared de al lado. Así que Izadora llega a la conclusión de que Raelle es capaz de crear materia orgánica y destruir materia inorgánica. Muy interesante. ¿Lo bueno de esto? Que Raelle se va a librar de la Recepción Parangón que ha organizado la Matriarca para buscarle marido porque se va con Alder de excursión a otro sitio a seguir probando sus habilidades.

Raelle utilizando el Micelio

Los ojos de Raelle cambian al controlar los poderes del Micelio

Mientras, a muchos kilómetros de Fort Salem, Anacostia y Scylla se dedican a perseguir a Jack Orsatti en su tour por hasta cuatro escuelas diferentes. Scylla usa el mechero para cambiar de aspecto e infiltrarse en la escuela en la que acaba de entrar. Descubre que la Camarilla está utilizando un aparato que emite sonido para comprobar si alguna alumna es una bruja. Ese sonido le afecta a ella, que no puede mantener la magia que estaba usando para cambiarse de aspecto. ¿Se vienen problemas grandes?

Y Abigail, que no está nada conforme con los planes que tienen para ella, decide investigar por su cuenta un tipo de magia que una de sus antepasados, Jem Bellweather, utilizó durante una batalla. Al parecer fue un trabajo muy poderoso que nadie había hecho hasta el momento y que nadie ha vuelto a hacer. ¿Será capaz ella de conseguirlo y derrotar a la Camarilla con esa magia? Sin duda lo va a intentar, porque pasa de ir a la Recepción Parangón libro en mano (que asumimos que es el diario de Jem Bellweather, ese que estaba mirando atentamente) avisando a Tally de que tiene asuntos más importantes que atender.

Anacostia y Scylla se han pasado todo el día detrás de Jack y Scylla, cansada de esperar y tanta cháchara, se vuelve a cambiar la cara. Que la niña no quiere perder el tiempo y menos después de llegar a la conclusión de que esta gente debe llevar bastante tiempo usando el aparato para descubrir a las brujas y matarlas, tal como ocurrió con las Bellweathers en la temporada anterior. La cuestión es que Jack se ha dado cuenta de que lo estaban persiguiendo, porque aclaremos una cosa… discretas no son. Así que la sorprende y no hay una desgracia porque ahí estaba Mammacostia para salvar a la necro.

Mientras tanto, Raelle va de camino a Diosa sabe dónde para probar sus poderes delante de la ensalada del Vicepresidente, la general Sharma, Petra y Alder. Raelle es capaz de generar polvo fúngico en grandes cantidades mientras sus ojos cambian de color, controlar esa masa polvirienta y lanzarla contra lo que tiene enfrente, provocando una explosión, rompiendo todo lo que tenía delante y haciendo crecer un campo de setas fosforitas. Y no es broma, es tal cual lo que pasa.

Los hongos que dejó Raelle

El huerto de Raelle.

Recordemos que las chicas tenían una cita con la Matriarca para buscarles marido pero que al final por circunstancias de la vida, Tally se queda sola frente al peligro. Lejos de poder intimar con alguien, nuestra amiga tiene una visión. Se sumerge de lleno en uno de los recuerdos, porque nunca han sido sueños sino recuerdos, de Sarah Alder. Aprendemos que el nombre de la bruja que fue eliminada de la foto y que además usó magia fuera del canon, es Nicte Batan. Esa misma magia que usó y que hizo que los enemigos pelearán entre sí, fue utilizada por Alder sin su consentimiento contra el resto de enemigos que ya se habían rendido. Esto provoca una pelea entre las dos. Pero Tally sale del recuerdo, horrorizada, y no sabemos qué pasó cuando Nicte se fue del lugar donde estaban.

Ya por la mañana, Raelle y Tally se ponen al día y se preguntan dónde está Abigail porque la muchacha desapareció con el diario y jamás volvió. Pues bien, una tormenta se está formando no muy lejos de donde están. Adil es el que se da cuenta de que eso natural no es y corre hacia la tormenta. Efectivamente, Abigail la está formando y no solo una tormenta, sino dos tornados que bajan de ella y que puede controlar aunque usar esa magia la deja agotada y así, amigas, con el descubrimiento de que quizá después de todo sí que hay una Bellweather capaz de superar a Jem, terminamos este capítulo.

Abigail invocando tornados

Nada mal para ser la primera vez, ¿verdad?