La semana pasada habíamos dejado la granja del amor de Otalia muy alborotada. Que si Emma desaparece, que si Olivia le quiere hacer algunos agujeros nuevos Phillip con su pistola, que si Natalia le declara a Phillip su amor por sus dos niñas, que si las Otalia deciden chantajear a Doris porque «there she was wearing a hat». En fin que hubo de todo y más que va a haber el día de hoy.
Nuestro episodio comienza con Natalia viendo con cara de susto el anillo que le ha dado Frank mientras Olivia la mira a ella. La mujer sigue traumatizada porque aún no sabe que respuesta darle, a Olivia le hace gracia que guarde el anillo junto a la comida.
De repente, nuestra Livy descubre que en la cocina están todos los ingredientes de su platillo favorito ¿lo recuerdan? el Tuna Noodle Casserole. La mujer ya se está relamiendo los bigotes cuando Natalia le dice que en realidad lo está haciendo para toda la happy family de Frank.
Obviamente a Olivia el asunto no le hace ninguna gracia. Que hagamos como que son novios vale, soportar algún beso furtivo con cara de asco es difícil pero pasa. Pero que le haga de comer al Frankenstein ¡Eso ya es otra cosa!
Nat le dice que es solo una comida para ayudar a una familia de amigos, pero Olivia interpreta de inmediato que la mujer ya ha decidido matrimoniarse con el Cooper más tonto de la familia.
Las chicas se van cada una por su lado, Natalia se encuentra con Daisy que no quiere asistir al bautizo y la convence de que su familia la necesita. Y Olivia se va a Towers a por un pastel que encargo y se encuentra con Doris.
Luego ambas se encuentran en el bautizo y la ceremonia comienza. Cuando llegan a la parte de los padrinos Frank llega corriendo (él es uno) y echa a perder la ceremonia diciéndole a todos que Dinah (la madrina) cometió un crimen en el pasado. Ais Frank siempre trayendo la desgracia. En fin que el bautizo se va al garete (ya podía haber esperado a que terminaran)
Natalia está asombrada porque en Springfield toda celebración que involucre una iglesia termina en desastre (si supiera que ella iba a protagonizar en un futuro muy cercano una). Olivia piensa que Dios ha mandado alguna especie de maldición sobre Springfield o por lo menos sobre ella (sus 5 matrimonios la avalan) pero Natalia le dice que Dios nos nos castiga por lo que somos (recuérdenme citarla en un futuro cercano cuando ella misma se ponga de enteradilla).
Olivia se lo está pasando bomba con la ironía del asunto mientras Natalia la mira con ojos de «no sigas por ahí». La ceremonia se cancela pero al final deciden por lo menos disfrutar de la comida y Natalia se va con Daisy a arreglarlo todo.
Mientras calientan la comida Natalia decide mover ficha y hablar con Daisy para que se anime y se apunte a ser ella la madrina del pequeñajo, de tal manera de que la celebración continúe. Mientras están hablando, Frank les mira desde la puerta y decide que Natalia ya es una Cooper aunque no estén casados. Vamos que es la mujer de su vida y encaja perfectamente con su familia.
La ceremonia vuelve a su cauce y después del discurso más aburrido que un padrino pueda dar (si les toca ser madrinas tomen el ejemplo de Frank como lo que no deben hacer a menos que quieran aburrir a sus invitados hasta la muerte)
De hecho Olivia está más pendiente de Natalia que de lo que pueda decir el Frankenstain.
El bautizo llega a su fin y todos se quedan más felices como lombrices, bueno todos excepto yo, que tanto Cooper junto me pone de los nervios.
Al otro día Natalia le pide a Olivia que le ayude a encontrar la foto perfecta entre todas las que ha tomado para regalársela a Marina y Mallet. Ambas empiezan a ver las fotos y Liv le comenta que si todo salió bien fue gracias a ella, que encaja muy bien entre los Coopers. Natalia no quiere empezar con esa conversación (y nosotras tampoco) así que le dice que por favor le deje algo de espacio y mejor vean las fotos, que la mitad la tomó ella y la otra Ashley. Y para distraerla al final decide enseñarle su foto favorita que resulta ser una de Olivia.
Natalia lanza un suspiro al aire mientras ve la foto y suelta un «Eres tan hermosa» mientras mira con cara de «que-te-como-toda» la foto. Olivia se queda sin habla y solo se ocurre decir que Ashley hace fotos muy bonitas, pero entonces Natalia le dice que no fue Ashley la que tomó al foto sino ella misma. La pobre de Olivia la mira con cara de «me-estas-volviendo-loca-con-tus-mensajes-velados-pero-me-gusta»
La escena se interrumpe cuando Natalia abre el portátil de Olivia y se encuentra con que la mujer está buscando casas y le entra la histeria. Liv intenta explicarle que está protegiéndose por si las dudas. Porque que si decide casarse con Frank, ella y Emma se van a quedar sin casa.
Natalia le dice que ella no ha dicho que sí, pero Olivia le hace entender que en el caso de que ella decida formar una familia no pueden quedarse ahí.
La Dimples encaja la noticia con una cara de tristeza que hace que Olivia intente consolarla diciéndole que ella y Emma siempre serán su familia, solo que de forma diferente a la actual. Luego se marcha a ver la que podría ser su próxima casa.
Blake y ella se encuentran en Company (Blake será quien le venda la casa). A Olivia le encanta el Jacuzzi pero le preocupa saber si el restaurante sabe hacer Tuna noodle Casserole (awwwww Olivia busca a Natalia en todas partes).
Natalia por su parte decide liberar el estrés cocinándole a los Coopers (con la de cosas que podría de hacer con Olivia..ais…mujeres…) pero cuando llega a la casa se encuentra a Reva cuidando el bebé y termina confesándole que ella y Frank están saliendo. Así que Reva organiza un plan para dejarlos a ella y a Frank juntos.
Por cierto me trauma que los sentimientos de Natalia sean invisibles para el resto de la población. ¿Nadie se da cuenta de que pone cara de «soy-miserable» cada vez que alguien le habla de su compromiso con Frank? En fin, Reva le llama a Frank y le dice que le urge que venga y al final consigue dejar a la dimples a solas con Frankenstein.
El hombre llega hambriento así que Natalia decide hacerle de comer y olvidarse por un rato de que el amor de su vida ha decidido mudarse de casa.
Mientras tanto ya sabemos que a Olivia lo de olvidar se le da mejor si hay una buena copa de vino, puntos extras si se trata de un martíni. Así que ni tarda ni perezosa va a conseguirlo y como en una casualidad del destino se encuentra con su ex más sexy, es decir Josh.
Los dos comienzan el coqueteo, que si sonrisita por aquí, que si toquecito delicado por allá, que si me acuerdo de como te comes las aceitunas de tus martinis. Olivia que tiene un fuego que quiere apagar gira la conversación al sexo sin compromiso.
Ambos hablan mientras coquetean de lo bueno que puede ser eso de echar un polvete y mañana ya no me acuerdo ni de quien eres. Pero al final los dos coinciden en que, para su trauma existencial, ambos están buscando el verdadero amor y lo del polvo ya no los llenaría. Y colorín colorado este retro se ha terminado, ¿alguien tiene un martini con aceitunas extras que le sobre?