Señoras y señores (alguno habrá perdido por estos lares), preparen la tilita, la pelota anti estrés o el saco de boxeo según gustos, porque esta semana ha estado muy calentita y no del tipo de caliente que a mí me gustaría contarles, sino del tipo de gritarle a la pantalla del ordenador: ¿¿¿¿COOOOMOOOO-CARAAAAAAJO-ES-POSIBLE-QUE-ESAS-MUJEEEERESS-TAAAAN-INCREIIIBLESSSS-SE-LA-PASENNN-ENCAMAAAADASSS-CON-SEMEJANTESSS-IMBÉCILES????… Bueno, desahogado un poquito el cabreo, me centro y comenzamos con el resumen.

Si se acuerdan bien (y sé que se acuerdan, porque como buenas adictas que somos habrán visto los vídeos mínimo tres veces), la semana pasada dejamos a Julia y Mariana en plena crisis post se-me-ha-ido-la-olla-y-me-he-liado-con-mi-mejor-amiga; Mariana reivindicando su lencherismo en exclusiva y Julia con cara de trágame-tierra-y-encima-me-quedé-a-medias.

Nuestra historia comienza al día siguiente (momento horrible en el que han reposado los impulsos y tienes que enfrentarte con la realidad; es decir, el ¿y ahora qué coño hago?). Julia está cocinando en su casa y, para desgracia de nuestros ojitos, no la acompaña Mariana, sino Rafaurelia (asúmanlo, esta es la auténtica pareja bollis de la historia).

La Señora Chavela (a partir de ahora la llamaré así por el grandísimo parecido, sino me creen, fíjense en ella cuando enciende sus puritos), como buena madre cotilla, comienza a rondar a Julia con preguntas indirectísimas sobre la ausencia de Mariana y su extraña partida de madrugada la noche anterior; la inocente Julia intenta esquivarlas sin mucho éxito, hasta que desvía la atención sobre el hecho de que Mariana probablemente haya vuelto con Dani. Aquí descubrimos que, por si no era poco con el Mamila, hay que sumar ex novia yo-yó a la ecuación. Craso error el de Julia, porque ahí es cuando Rafaurelia se lanza y suelta esa pregunta que todas tememos profundamente: “¿Cómo le hacen?” (Ayyy noooo mamá, no me preguntes esooooo); Julia se transforma rápidamente a modalidad y-yo-qué-voy-a-saber-si-soy-súper-hetero y sale de la habitación tan rápido como sus piernitas de no-tan-hetero le permiten.

Ustedes se preguntarán ¿y a dónde se fue esta mujer? ¿Irá a ver a Mariana para acabar lo que comenzaron?, pues no se ilusionen tanto, porque la muy jkhjgshkdgituy, va rauda y veloz a ver al Mamila (juré que no volvería a escribir este nombre y me tengo que tragar mi juramento con papitas fritas) en un esfuerzo porque le borre de su cabecita el lapsus lésbico que tiene (vale, es mi interpretación, pero ¿a que prefieren pensar eso?). No les relataré como sigue la escena porque las quiero y quiero ahorrarles el sufrimiento.

Julia y Armando Las Aparicio

En este preciso momento se rompió mi corazoncito… Snifffff

Pero como la niña más ambigua no puede ser y no puede estar más confundida, después de tirarse al Mamila, se va directamente a ver a Mariana para disculparse por lo ocurrido (no te disculpeeeesss, repiiiteloooo). Nuestra lencha, que no es tonta, en seguida averigua que viene de acostarse con el otro (entre otras cosas, por un chupetón delatador). Julia se arma de valor y dice esta maravillosa frase:

“Prefiero estar contigo que con cualquier otra persona en el mundo, ¿Qué crees que eso significa?”

Ayyy, tan bella, beeeeso, beeeeso, pero les recuerdo que esto es un culebrón y que no vamos a ser felices tan fácilmente, porque justo en ese momento la ex (ya no tan ex) entra en escena y nos roba la ilusión sin contemplaciones. Julia vuelve con el Mamila-culo-al-aire y Mariana se queda feliz con Dani, cuanto sufrimiento para una personita tan sensible como yo.

Julia y Mariana Las Apricio

Salala, ¿qué pasó? No se atrevió y no la besará. Salala, que horror, qué lástima me da, ya que la perderaaaaaaa…

Nuestro siguiente día comienza con otra escena de sexo Mamila-Julia (se ve que se está esforzando en esto de buscar refugio); realmente, a estos dos no los vi en otro sitio que no sea la cama o discutiendo.

En fin, la cosa mejora hacia mediodía (vale, nueva interpretación de una servidora, déjenme un poquito de libertad) porque por fin vemos a las niñas en un escenario que nos ha traído tantas alegrías en el pasado, una cocina; la Señora Chavela está haciendo de las suyas con sus preguntas-que-hago-sólo-para-ver-la-cara-de-susto-que-pone-mi-hija, cuando el Mamila vuelve, sólo para incordiarme y que no me relaje ni un poquito (matenlooooooo).

El tarado no espera ni dos segundos para marcar territorio diciéndole a todos que Julia y él han vuelto, Mariana achaca el golpe, pero Julia se defiende hábilmente con un te-recuerdo-que-tú-también-volviste-con-tu-novia (ayyy, tanto subtexto y tan poco sexo no son sanos); Julia no aguanta a su novio ni dos minutos y se lo lleva a discutir al jardín (lo que les dije, o cama o bronca). Ella está agobiada con las libertades que se toma Armandito y el hecho de que esté marcando territorio, pero en cuanto el Mamila le vuelve a preguntar si el problema es que hay alguien más, Julia lo distrae con un disculpa-amor-que-me-estresa-el-trabajo (que todas sabemos que esconde un ay-no-mi-novio-se-está-dando-cuenta-de-que-me-gusta-mi-mejor-amiga).

Ya a la noche, la pareja vuelve a su entorno natural (véase, meterse mano), y cómo no, comienzan a discutir; hay que darle un margen al Mamila y reconocer que todas las broncas las comienza nuestra Julita no-sé-qué-me-pasa-pero-prefiero-no-averiguarlo; en esta ocasión, el tema central es que no se conocen y el único sitio donde se entienden es en la cama.

Julia: Nunca me cuentas nada de tu pasado, tú no sabes nada del mío. ¿Qué sabes de lo que yo quiero hacer? Yo no sé lo que tú quieres hacer de tu vida, yo no sé nada de ti, Armando, y tú tampoco sabes nada de mí.
Armando: A diferencia de Mariana, ¿no? Que sí sabe todo. (Pongamos música tensa en este momento…) Julia: Pues sí. (Auuuchhh, golpe bajo y directo)

Armando (ayyy, perdón el lapsus, igual ya me está empezando a caer simpático… ¿se lo creyeron? Parece mentira que a estas alturas no me conozcan) el Mamila informa a Julia que Mariana no es la única persona que la conoce, que él también sabe muchas cosas, entre otras, que Julia se plantea cómo sería tener una relación con Mariana. Su novia se queda con cara de ¿wtf? y pasamos a otra cosa; es decir, vuelta a la cama con mi novio a la vista y mi mejor amiga en la cabeza… Ayysssss, ¿tardará mucho en decidirse esta mujer?…

Julia y Mariana Las Aparicio

Que deje de imaginarse estas escenas y las lleve a cabo… Stoppp confusión ya!!!

Al día siguiente, Mercedes está hablando con la Señora Chavela y Julia sobre las pesadillas que tiene Isadora desde la muerte de su padre, a lo que Chave (ayyy, ven, por confianzuda me pegó) le contesta que la pequeña de las Aparicio soñaba que se la comía una gallina; sé que parece un dato sin importancia, pero seguro que alguna de ustedes es seguidora de Freud y nos puede explicar qué significa ese sueño (por cierto, si me pueden explicar que significa soñar que alguien estudia jugadas de ajedrez, se lo agradecería… maldito subconsciente).

Por la noche, Julia va a casa de Mariana a buscar un libro de literatura erótica para hacer una prueba de televisión y, para alegría nuestra, lo encuentra y le propone que hagan la pruebas juntas (siiiii, me muero por verlas ensayar); a Mariana no le hace mucha gracia la idea y, para colmo de males, Dani viene a interrumpir la escena y, así lo veo yo, a echar a Julia de casa y de las cercanías peligrosas con su novia.

Y es que a Dani eso de que sean tan íntimas amigas no le hace ni gracia, y así se lo dice a Mariana, que comienza con la ardua tarea de conseguir que a su novia se le pase el cabreo (que no los celos, todas sabemos que eso no se le va a pasar así como así). Mariana insiste en el hecho de que Julia no puede ser más buga (palabra nueva para el diccionario) y que antes de estar con Armando, coleccionaba hombres; a Dani esto no la convence, porque ella era buga hasta que conoció a Mariana. Pero nuestra lencha favorita es muyyyy lista, y ataca con el argumento de aunque Julia no fuera buga, te prefiero a ti (punto, set y partido… perdónenme, no tengo ni idea de tenis).

Para rematar la jugada, le explica a su vieja (sigan apuntando palabras) que no se puede comportar con ella de la misma forma que con Julia por el simple hecho de que ella es su mejor amiga, pero Dani es su novia y se lleva la mejor parte (esta chica sí que sabe ganarse a una mujer). Y colorín colorado, esta discusión se ha acabado.

Mariana y Dani Las Aparicio

Vaaaale, no es lo que nos gustaría ver, pero hay que reconocer que se ven bien juntas…

Next day, Armando acompaña a Julia a la prueba y, antes de entrar, se encuentran con una periodista (que tiene muchas confianzas con el Mamila) y le pregunta por su traspaso a un equipo de fútbol europeo (Ayyyy, no, nos mandan al Mamila para Madrid); Armandito se hace el que no sabe de qué le están hablando y corta a la periodista-tocona rápidamente. Julia hace la prueba, que yo no sé como lo vieron ustedes, pero yo erotismo vi poco o ninguno… El Mamila no es de mi opinión y, en cuanto está a solas con su novia, así lo expresa; Julia, por el contrario, quiere aclarar la cuestión de si su novio se va a trasladar a otro continente o no… Tras un rato de hacerse el tonto, Armando le pone la cuestión clara: él se va a ir a jugar a Europa, pero quiere que ella lo acompañe…. Ayyy, bueno, si viene Julia también, le perdono la estupidez congénita al Mamila (qué quieren, una tiene que velar por sus intereses). Y así, Julia se nos queda con la duda, ¿voy o no voy? ¿Me quedo con el Mamila o no? ¿Confío en él o no? ¿Voy a darle una alegría a Soah o no?

Nos quedamos con la intriga (mi pobre corazón no puede soportar tanta incertidumbre) y pasamos a la siguiente escena de nuestro drama particular, pues, en medio de toda esta telaraña de tensiones sexuales no resueltas, a los niños no se les ocurre otra cosa que organizar una cita doble… Y así están, Mariana, Dani, Mamila y Julia echando una partida de un juego de preguntas y respuestas (peligroooo, peligrooooo) que yo jamás había visto. El imbécil de Armando (no se le puede llamar de otra forma), lee a Julia la siguiente pregunta: “Tienes la ligera sospecha de que tu novia es bisexual y, además, se siente atraída por su mejor amiga, ¿lo confrontas?” (Esteeeee, ¿Qué carajo te pasaaaa?… bueno, hay que reconocer que es el único que parece acordarse del tema, aunque el chico sutil, lo que se dice sutil, no es).

Dani, Mariana y Armando Las Aparicio

Atención a las caras… mezcla de te voy a matar Mamila imbécil con respondeee Julia no-tan-buga…

A pesar del momento tan agradable que están viviendo, Mariana y Dani deciden que ya es hora de irse a casa y de dejar a los taraditos a solas con sus puyitas… Por supuesto, para no faltar a la costumbre, Julia y Armando comienzan a discutir, y es que el futbolista quiere que su novia responda a la pregunta: “Tu pareja se siente inseguro, porque a pesar de sus esfuerzos, prefieres estar con ella” (ya les avisé, estos juegos son peligrosos, mejor decir las cosas a la cara y dejar la ironía aparte, pero como no me hacen caso nunnnncaaaaa…. Aysssss, cuanta sabiduría desperdiciada la mía).

Julia esquiva el tema y lo hace de la mejor manera que sabe… lo adivinaron, se van a la cama (por cierto, estoy cansada de verle el culo a este hombreeee); sin embargo, Armando no se olvida, y a la mañana siguiente sigue queriendo saber qué le pasa a su novia, porqué la nota tan lejana y, por primera vez, Julia habla sinceramente con él y le dice que tiene miedo de quererle y perderle; ¿Qué creen que responde el muchacho?: que confíe en él y que se vayan a vivir juntos. A estas alturas de la historia, ya sabemos que nuestra culo inquieto favorita dirá que sí, pero tendrá la duda permanente a la cabeza…

Hagamos una pequeña pausa para descansar del cacao mental de esta niña y aprovecho para explicarles que nuestro clan de mujeres tiene una componente nueva que desconocíamos hasta el momento: Iliana, y es que Alma (ayyyy, como extrañaba escribir el nombre) tiene una hija de dieciocho años que ha vuelto de E.E.U.U. sin avisar; la niña es un poquito peleona y, para disgusto de mami, es miembro radical de un club de castidad, con toda la represión y los prejuicios que se puedan tener. En fin, Iliana… Lesbicanarias… Lesbicanarias, esta es Iliana (no se extrañen si no les da unos besos, es que la chica tiene miedo de contagio…)

Una vez hechas las presentaciones, volvamos a lo que nos interesa, y es que, aprovechando la excusa de que la hija pródiga ha vuelto, las Aparicio celebran un almuerzo en el jardín (pijas a más no poder). Se encuentra toda la familia reunida, incluida Mariana (ayyy, que bonito), ahh, sí, olvide decirles, también está el Mamila pesado (ya bórrate del mapa), que piensa que es buen momento para contarles a todos a todas que él y Julia se van a vivir juntos; su novia usa una excusa de lo más mala para no hacerlo, y es que opina que con todo eso del voto de castidad de su sobrina, la familia ya tiene suficientes Aparicio sentando la cabeza. Mariana llega en el momento oportuno (o puede que estuviese escuchando detrás de la puerta, ¿ustedes qué creen?) y les pregunta qué es eso que no pueden contar por el momento, Armando le cuenta y atentas a la cara que se le queda a la muchacha:

Mariana, Armando y Julia Las Aparicio

¿¿¿¿Y todavía te atreves a decirme que no te gustaaaaa???? Ayyyyssss…

Más tarde, Julia está de visita en casa de Mariana y como quien no quiere la cosa, le comenta que últimamente hay muchas cosas de Dani por el lugar (ayyy, no, no está celosa. ¿Cómo se les ocurre pensar algo así?). Su amiga le explica que es algo normal, que viven juntas y eso significa que su novia tiene cosas en su casa. La conversación se va desviando del tema Dani al tema ¿No extrañas tu vida pre vivo-con-mi-novia?; Mariana le confiesa que sí la extraña, pero que ahora está muy feliz y que siempre hay formas de luchar contra la rutina; que, tal vez, es a Julia a la que le preocupa el tema de vivir con Armando, bien porque ella no soporta la vida en pareja o bien porque no confía en que el Mamila le sea fiel… Como a Julia eso de reflexionar no le gusta, cambia de tema rauda y veloz… ¿Qué le vamos a hacer?, la niña es así y así la queremos…

Mientras tanto, Armando se vuelve a encontrar con la periodista tocona que le dice abiertamente que aposto que volvería a meterse en su cama; el Mamila, para sorpresa de esta individua que les escribe, le dice que olvide el tema, porque ahora va a serle fiel a Julia.

Llegadas a este punto, he de hacerles un cuento, hay una leyenda que me persigue… me la contó hace años una amiga del D.F., luego la vi en Hedwig and the angry inch (aquí les dejo el enlace por si les apetece ver el vídeo, a mí me parece muy bonito), la volví a es escuchar en Amar en Tiempos Revueltos cuando Ana se la cuenta a Teresa y, ahora, la cuenta Alma a sus alumnas, mientras Julia y Mariana hacen un ritual-perfomance extraño que jamás nos explicaron para qué era…

Julia y Mariana Las Aparicio

Que alguien les explique que sería más interesante si lo hicieran frente a frente…

Perdonen si me desvío del tema que nos tiene aquí reunidas, pero es que necesito hacer estas pausas para recuperar la energía y la paciencia suficientes para decirles que Julia vuelve a estar en la cama con el Mamila… así están ellos, a gustito, hasta que Julia menciona a Mariana y Armando ya lo acusa (también hay que darle un poco de razón al muchacho, estás ahí, tan tranquila con tu pareja después de hacer el amor y ella está pensando en la amiga… qué malos son los fantasmas…). Al futbolista no le gusta que Julia hable de su relación con Mariana y que no confíe en el esfuerzo que está haciendo para ser fiel, cree que ella no le aprecia cómo debería y la Aparicio, cómo no, sale por la puerta (esta niña tiene que tener un agotamiento físico, entre que no sale de la cama y no para de caminar de la casa de uno a la de la otra). Armando se va en busca de la periodista tocona y se lía con ella…

Yo no sé ustedes, pero creo que la semanita viene movida… estaremos atentas….