Hooooombre, cuánto tiempo, toda una semana sin saber de ustedes. ¿Me echaron de menos? (digan que sí aunque sea mentira, que siempre viene bien recibir cariñoooo)… En fin niñas, la semana pasada dejamos a Julia y Mariana en momento reflexivo post-mi-relación-no-va-bien. Por un lado, Julia descubrió la infidelidad de Armando y, tras el cabreo inicial, se dedicó a buscar información sobre la adicción sexual. Por el otro, Dani y Mariana decidieron romper porque nuestra niña favorita siente algo por Julia y, claro, no es compatible lo de tener a alguien en tu cama cuando quieres tener a otra… No es bonito eso… Veamos que nos depara esta nueva etapa…

Mariana, Las Aparicio

Miren que carita de dame-un-abrazo-fuerte-y-no-me-preguntes-porqué-lloro… sufro.

No me gusta niñas, pero empezamos con tristezas… Dani y Mariana están en pleno momento mudanza post ruptura: qué me llevo, qué te dejo, qué hacemos con el perro (esto último no, porque no hay mascota común en este caso, ayssss). La iluminada le pregunta a su ex (ayyy, dolió) si le va a decir a Julia lo que siente y Mariana le aclara que no rompen por Julia, que ella no va a hacer nada con la buga deseada.

Dani hace de tripas corazón (¿nunca les ha pasado eso de decir pero yo por qué coño te doy consejos si me está matando por dentro? Ayyssss) y le dice que se arriesgue… En ese momento oportuno llega la que es tercera en discordia sin saberlo demandando ayuda con sus traumas amorosos y presencia la escena de despedida con cara de qué-está-pasando-aquí-qué-me-perdí… (Sí, Julia, no eres el centro del universo y tus problemas no son los únicossssssss… perdón, pero es que ya me cansa tanto egoísmo).

Vale, me pasé un poco con Julia, pero es que a veces me posee el espíritu el-amor-apesta-wey, ustedes me disculpan… En fin, que la pequeAparicio no es el demonio e intenta ayudar a su amiga proponiéndole el plan ideal para pasar el mal de amores: peli, helado y alcohol. Pero, en cuanto intenta abrazar a Mariana, esta le grita (sí, le grita) que la deje en paz, que quiere estar sola… Julia entiende y no se ofende (al fin y al cabo no es tan cabrona como la pinté) y le dice que la llame en cuanto la necesite…

Julia y Mariana Las Aparicio

Tus besos me queman y ni cuenta te das… insisto, sufro…

Así que Julia se marcha a ver al Mamila (no se quejen, él mismo se llamó así en el primer capítulo y es el único capricho que estoy dispuesta a concederle) y se lo encuentra tirado en el piso en medio de un caos casero e interno. ¿Qué creen que hace nuestra niña?, lo abraza y lo levanta del suelo… ayssssssss… En fin, Julia está dispuesta a estar al lado de Armando y ayudarle a superar su adicción al sexo, así que asume que es un problema de ambos y le propone ir a terapia… El Mamila, que nunca ha visto un Jueves Santo con tantas luces (véase Recopilación de expresiones manchegas), le da las gracias a su novia y al cielo y promete hacer el esfuerzo.

Mariana comienza su propia terapia de E.E.N.C.C.A.A. (Enamorados No Correspondidos Anónimos), decide grabar un vídeo que, bueno, yo no sé cómo le llamará ella, pero yo lo llamo parto-de-traumas-y-rayadas-varias. Y es que nuestra niña lo está pasando fatal: sabe que no tiene nada que hacer con Julia, pero está enamorada de ella y no sabe ni qué hacer con lo que siente… ayyyy, esto va pa’ largo Marianita… tú, haz vídeos si quieres, pero esto va pa’ largooooo…

Mariana y Julia Las Aparicio

Qué malos son los fantasmas y los deseos no satisfechos… sufro demasiado…

Comienza un nuevo día en el País de los Taraditos Emocionales, Mamila y Buga se disponen a ir a su primera sesión de terapia, pero el muchacho tiene dudas o, mejor dicho, le da vergüenza. Julia lo tiene claro, si quiere luchar por que la pareja siga adelante, tiene que hacer ese esfuerzo, tras un ratito de quejas de niño chico, Armandito accede y para allá que se van… Me caaaaaaansaaaaaaaaaaannnnnnnnnn… Respiro hondo… y vuelvo al trabajo…

Al regresar de terapia el Mamila no está muy contento, y es que una de los primeros pasos es la abstinencia sexual y eso al muchacho como que le pone un pelín nervioso. Julia le recuerda que ella también tiene que cumplir esa abstinencia, que no se queje tanto porque no puede ni masturbarse, porque es algo necesario para dejar de caer siempre en la misma dinámica. Armandito admite su error, se disculpa y se va a trabajar… Al verse sola, Julia se acuerda de Mariana (sí, ella, tu amiga que estaba vuelta mierda) y la llama… Pero nuestra lencha sigue en pleno parto emocional (seguro que no ha salido de casa, como mucho a comprar chocolate) y no le contesta la llamada… miniñalinda pobrecita, ayssss… el amor apestaaaaaaaaaaa… ejem…

Julia y Armando siguen con los pasos del tratamiento y lo que toca es que el Mamila confiese todas las mujeres con las que ha sido infiel sin que su novia se haya enterado. La lista es larga e incluye desde amigas de Julia hasta primas del imbécil pasando por chicas en post-operatorio, vamos, que a los 8 minutos Julia ya se quiere morir o matarlo… o ambas… En fin, que cuando ya sólo queda una infidelidad por declarar (y una gorda por lo que insinúa el infiel confeso), Julia decide que ha llegado al límite y no quiere escuchar más… Yo me quedé con las ganas de saber, total, una más, una menos a estas alturas de la historia… he de confesar que me asusté, pero no creo que Mariana haya sido tan petarda como para acostarse con la cosa esta… ¿no?

Julia y Mariana Las Aparicio

La que no lo ve claro es porque no le da la gana…

Un nuevo día amanece, pero no tiene nada de nuevo, Julia está de bajón y ¿Cómo no? va a llorarle a Mariana, a quejarse de Armando y a pedirle opinión (por cierto, menciona una fiesta en la que hicieron una versión dramatizada de Mujer contra Mujer… encuentren vídeo de esa fiestaaaaa); Mariana le dice que ya sabe lo que opina sobre el tema… y Julia busca el consuelo de su amiga…

Mariana y Julia Las Aparicio

Me está empezando a tocar la moral la niña está, vale que ella no sabe nada, perooo…

Nuestras niñas van cámara en mano a Villa Aparicio, y es que Julia ha decidido colaborar con el proyecto-parto de Mariana, quieren entrevistar a Mercedes y Alma para incluir sus opiniones sobre el amor y la infidelidad (obvio que esto último lo introduce Julia). Alma comenta que no le cuesta tanto comprender a Armando porque, en otros momentos de su vida, se ha visto en la misma situación, teniendo sexo por tenerlo y sin preocuparse quién era la persona con la que lo tenía; la cabecita de Julia comienza a dar vueltas… les recuerdo que quedó una infidelidad gorda por confesar…

Esa misma noche llegamos a casa de Armando un poquito antes que Julia y nos da tiempo justo para ver al Mamila en plena acción saltándose lo de la abstinencia sexual (por lo menos, en esta ocasión, está saltándosela solito, sin ayuda de terceras personas); su novia a los 20 segundos de sentarse ya le pregunta si se acostó con Alma, a lo que el Mamila responde que cómo puede pensar algo así, Julia le recuerda sus antecedentes y le reclama otros 20 segundos… por supuesto, no se queda tranquila con la respuesta de su novio… pinta mal… (Esta niña no hace más que decir que le ha perdonado muchas veces pero, en mi humilde opinión, de perdonar nada, está todo el día con el machaque al temita… ni olvida ni perdona).

Discúlpenme dos segundos, que voy a meter la lasaña al horno… que quieren, hay que alimentarse… dos segundooooooooosssssss…

Vieron que no tarde naditaaaaaa… Prosigamos con lo nuestro… Aunque si he de serles sincera, hay partes que me saltaría, por ejemplo, lo siguiente… Por la mañana en casa de Armando, el muchacho le ruega (sí, sí, le ruega) a Julia que se salten la abstinencia aunque sea un poquito (jajajaja, como si eso de poquito fuera cierto) y ella se muestra firme con su negativa, aunque tenga que quitarse a su novio de encima con un “Que no, chinga, ¡que no!”…

Lo próximo que decide hacer nuestra confundida por excelencia es ir a ver a Alma al Atelier para preguntarle si se acostó con Armando. Su hermana no puede ni creerse que desconfíe de ella de esa manera y a Julia se le cae literalmente la cara de vergüenza: se da cuenta de lo mal que está y la cantidad de desconfianzas y miedos que están saliendo con la terapia… Nadie dijo que la cura fuese fácil y rápida…

Por lo tanto, en cuanto se encuentra con el Mamila, le acusa de estar volviéndola loca y enfermándola con su problema (perdona, bonita, pero si estás metida en eso es porque te da la gana, nadie te obligó) y decide llamar a Mariana porque, son sus palabras, “la necesita”… Sin embargo, nuestra niña ha decidido salir para “despistarse y evitar hacerse preguntas” (me parece una idea pésima… no le quedó ya claro que un clavo NO saca otro clavo), así que no contesta el teléfono, se pone sexy y se va de fiesta… ¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? Puede ser mi gran noche…

Mariana Las Aparicio

Y lo que pasa es que al día siguiente te levantas con una mujer que ni sabes quién es, con cara de ¿Qué coño he hecho? y el contador de rayadas sigue sumando… no es buen remedio creo yo…. Tssss, por cierto, el día en concreto es el 10 de mayo (día de la madre en México), anoten porque sale el tema varias veces.

Julia, por su parte, amanece con bronca con el Mamila, la bronca lleva al calentón, el calentón al arrepentimiento, el arrepentimiento a coitus interruptus y eso lleva a Armando a mandar la terapia y a Julia al carajo…

No sabemos con qué fue a bajarse el calentón el Mamila, pero sí sabemos que Julia decide ir con Mariana para que la despiste y no pensar en el sexo con Armando (la mato, yo la mato a esta mujer, me tiene desesperada ya…); nuestra lencha está tristona porque todo eso del día de la madre sólo le recuerda que su progenitora la ignora…

Así que, para pasar el día, no se les ocurre otra cosa que ponerse a hablar de sus problemas varios (que varios, si están todo el día con lo mismo): Mariana no entiende porque Julia se somete a todo eso si el que tiene el problema es Armando, pero su amiga le aclara que aunque él sea adicto al sexo, ella es adicta a él (despejen el baño, que tengo que vomitaaaaaarrrrr). Por otro lado, Mariana le cuenta que su problema es que no sabe cómo decirle lo que siente a la persona que ama… O Julia se hace la loca o asume que se refiere a Dani, porque no preguntó ni pío… Julia opina que está bien jodida y que ya no le puede pasar nada más, pero Mariana le dice que ella está peor, porque está sola… Su amiga le aclara que no está sola, todo esto combinado con un clásico: sexo visual y manitas al más puro estilo otálico…

Julia y Mariana Las Aparicio

Ayyy, si dejáramos las manos hablar… en fin… tendremos que conformarnos con esto…

Julia Las Aparicio

Tu mirada me lo ha dicho, soy deseo inadvertido…(El otro día, haciendo limpieza, recuperé este disco y me encantaaa http://www.youtube.com/watch?v=KPPriEOohFI )

Mariana Las Aparicio

Otro clásico: la cara de dos-segundos-más-y-le-como-hasta-los-huesos…

Bueno, la semana ha sido un poquito aburridita, pero intuyo que se está incubando algo bueno, algo interesante, algo intenso, algo… lo que sea… Paciencia niñas… esto promete, lo sé…