Buen domingo señoras. Espero que su semana esté terminando tan bien con la mía, tanto que por andar de farra ayer no hice el resumen de Anatomía de Grey y no les conté que pasó con Callie y Arizona. Pero espero que me lo perdonen porque hoy trabajaré horas extras y no solo les pondré este resumen sino también el de Bomb Girls. ¡Así que vamos allá!
Nuestro episodio empieza con Callie decidida a dejar la muñeca de Derek como nueva. Como la última vez que se pusieron a ello la cosa no funcionó, la morenaza decide ir poco a poco y empezar con algo de ejercicio. Así que lo pone a jugar ping pong porque el movimiento que se hace al jugar imita más o menos los movimientos que tiene que hacer Derek a la hora de operar.
Y ahí se queda Derek dándole a la pelotita con un residente como competidor durante horas y horas. Tanto que todo quisqui empieza a apostar por quien va a ganar la competición y al hombre se le olvida contestar su teléfono. Nuestra patinadora entonces va hasta la sala a regañarlo, porque resulta que la llamada es de los abogados que los representan contra el hospital por lo del accidente. El juez ha llegado a un veredicto y requiere que todos vayan a la corte para decirles cual es el resultado.
A Callie el asunto le pilla a media operación y no puede salir tan rápido como quería, así que cuando llega ya ha pasado todo y se los encuentra a todos con cara de shock total, con lo que piensa que han perdido.
Pero no, los chicos están impactados porque el juez ha fallado a su favor y les ha dado 15 millones de dólares a cada uno. ¡Cualquiera no se impacta! El caso es que todos quieren salir corriendo lo más rápido posible del lugar, pero Callie les dice que de alguna manera tienen que celebrar la victoria. Todo el mundo la ve con cara de «que esto nos recuerda al accidente y no puede ser una victoria» y Callie dice que entonces una cena y se monta en su macho con lo que todos aceptan.
Ya en el hospital, Arizona está trabajando con Avery en la reconstrucción facial de un chico. Pero hay una historia detrás porque resulta que Mark, Shepard y ella llevan trabajando con él durante muchos años. El caso es que Avery quiere realizar un nuevo procedimiento y la patinadora está indignada porque Mark estuvo con el chico durante mucho más tiempo y tenía un plan para él. Y ya sabemos como es la patinadora cuando se nos indigna.
Esta parte me pareció significativa porque a parte de la tozudez normal de Arizona cuando está cuidando de uno de sus pacientes, creo que en cierta manera lo hace por lo mucho que, a pesar de todo, respetaba a Mark y porque en cierta manera esto es parte de su legado. Es de alguna manera todo lo que les queda de él.
En fin que Avery se indigna y en lugar de ir en buen plan ahí explicando cuales son sus puntos, se pone de un chulo que parece que lleve siglos siendo el jefe del lugar y le dice que por cortesía igual se puede tomar la molestia de explicarle algo, pero que no va a discutir con ella porque ella no es cirujana plástica. ¿Alguien está cabreada hoy y quiere desahogarse? Porque aquí hay un tipo con ganas de que lo surtan.
Pasan otro par de horas y Avery se vuelve a encontrar con Arizona así que empieza la segunda parte del round. Pero claro, esta vez se ven interrumpidos por Callie, que sigue haciendo planes para la super cena de la victoria y tiene dudas sobre a cual de todas las niñeras que tienen en la lista debería de llamar.
- La de los rizos (está ocupada)
- Estudiante de arte (Sofía la adora y es divertida)
- Uniceja (limpia la casa como extra)
Arizona hace pausa con Avery y primero intenta escaquearse de lo de la cena, pero una miradita Torres después pasa a lo de las niñeras. La patinadora considera que lo ideal sería que Callie se aprendiera el nombre de las chicas que cuidan a la pequeña Sofía, la morena la mira con cara de: «no me aprendo ni el nombre de mis residentes». En fin Arizona se decide por Claudia que es la que ha trabajado más veces para ellas.
Callie está de acuerdo pero no sabe quien es Claudia jejeje. Arizona le suelta un «la uniceja» y ahora sí el tema de las niñeras queda absolutamente solucionado y ella y Avery pueden volver a su pelea.
Arizona le explica que su molestia es porque él es como la niñera nueva que lleva tres segundos en casa y no saben donde guarda las toallitas. Al final él le dice que después de hablar con Shepard y que también le recomendara seguir el procedimiento de Mark ha cambiado de opinión y todos felices.
Callie por su parte se va hasta donde Derek para asegurarse de que vaya a la cena y de que no juegue demasiado, que el hombre anda en plan hiper competitivo.
Callie y Bailey llevan todo el día con el caso de una pobre mujer que estaba intentando hacerle un streaptease al marido y casi se descoyunta en la barra. Bailey ha estado renegando todo el rato y Callie no entiende porque le molesta tanto que alguien intente ser imaginativo a la hora del sexo, sobre todo ahora que está recién casada y acaba de volver de su luna de miel.
Bailey entonces le cuenta que en toda su luna de miel solo tuvo sexo una vez. Que el primer día Ben no quiso tener sexo en la habitación, que insistió en que tenía que ser en la playa así que allá fueron. Pero mientras andaban en eso se le metió arena en «la galleta», lo que resultó en una terrible infección y varias picadas de pulga de mar en las pompas. Callie se muere de la risa.
Ya en la cena todos están deseando que se termine casi que antes de empezar excepto Callie, que insiste en que intenten por lo menos pasárselo bien. Derek le pregunta a Arizona que tal ha ido la operación del chico, y la patinadora le cuenta que al final Jackson hizo lo que quiso pero que ella se quedó ahí para asegurarse de que no metiera la pata. Cinco horas de operación enteritas.
Callie de inmediato quiere hacer un brindis, Arizona se niega pero Derek le sigue la corriente y empieza a levantar su copa. La morenaza le dice a su esposa que ha pasado cinco horas seguidas parada como las meras machas en la sala de operaciones, que eso es un gran avance y hay que brindar. Luego le recuerda a Derek que estuvo jugando ping pong y vale que perdió, pero al terminar quería seguir jugando porque no le ha dolido la mano. Cristina está recién divorciada, pero dándole al sexting con Owen.
Callie: A Mark le habría encantado eso, el sexo es lo que más amaba en el mundo. Y todos nosotros lo estamos teniendo así que…
Arizona: Bueno…
Callie: Bueno lo estamos intentando.
Arizona: Sí, vale.
Jeje este pedazo de conversación se me hizo muy gracioso jaja. Nada que nuestras pobres mujeres de Dios al parecer siguen en la fase de enrollamiento juvenil. Pero por lo menos sabemos que lo siguen intentando. Y es precisamente en eso en lo que quiere Callie que se centren todos los ahí presentes. No en todas las cosas malas que les han pasado, sino en que a pesar de todo siguen ahí.
¿No lo ven? Estamos todos intentando salir adelante, eso es un progreso. Y se siente raro, y triste y mal, pero también es emocionante. Extraño a Mark y a Lexie (y aquí se le quiebra la voz), y me rompe el corazón que no estén aquí, estoy desconsolada pero…también estoy agradecida de que todos ustedes sí estén aquí. Y voy a celebrar eso. Así que vamos a brindar.
Y cuando manda capitana no gobiernan marineros señoras, así que todos excepto Grey agarran su copa. Callie empieza a presionarla pero la mujer explica que no puede beber porque está embarazada y ahí ya la felicidad es completa, así que todos brindan super contentos por ese momento feliz.
Eso sí, nosotros por otro lado nos enteramos de que el seguro le ha hecho la cobra al hospital y al final serán ellos quienes tendrán que pagar el dineraco con lo que se van a ir a la quiebra. La verdad este fue un episodio un poco pasmado, pero lo de las niñeras fue divertido y el discurso de Callie como siempre nos dejó con el corazón encogido. ¿Cómo lo vieron ustedes?