Callie y Arizona resumen de episodio 9×20 Anatomía de Grey

Buen sábado chicas, esta semana el capítulo de Anatomía de Grey ha sido un poco de transición para la historia de Callie y Arizona, así que no ha pasado mucho entre las chicas. Eso sí, nos han dejado caer ahí un par de pistas para lo que podría ser el final de temporada. Ya me contarán ustedes que piensan, porque sabiendo como es Shonda yo no puedo sino rezar cada que se acercan los capítulos finales. Ya sabemos que a la mujer le encanta organizar escabechinas.

Pero que guapa es mi esposa cuando está concentrada

Nuestras chicas están con Owen y Kepner hablando de que dos doctores sirios han llegado al hospital para aprender a trabajar lo mejor posible en situaciones precarias. Los dos trabajaban en hospitales, pero al estar en zona de guerra los han mandado a campamentos y están trabajando en una situación muy difícil, así que vienen a formarse lo mejor posible para atacar con más armas.

Tanto Arizona como Callie formarán parte del equipo que los entrenará, así que las dos se ponen manos a la obra, y la morena de paso recuerda que tiene que meter caña a la Junta Directiva para conseguir que le financien su estudio de cartílago.

Más adelante, vemos a Kepner, Arizona y Owen hablando con los doctores y explicándoles que van a intentar hacer ajustes para tener solo el material con el que ellos contarían y así imitar sus condiciones de trabajo. Owen les enseña una bandeja super pobre, pero los dos doctores les dicen que tienen la mitad del material y encima trabajan sin luz y con lámparas de mano. Así que al final lo recortan aún más.

Y dicho y hecho, en cuanto tiene oportunidad, Callie agarra a Avery para recordarle que su conferencia fue todo un éxito. Tanto, que ya es viral y ahora mismo es trending topic en Twitter. Así que tener un laboratorio en el hospital sería lo más genial del universo y para eso necesita su voto.

La morena tiene claro que su esposa votará por ella, que por algo las dos son una, y con el de Avery ya serían tres, bueno, tres y medio porque siendo Avery el jefe cuenta más. Él le dice que lo presente por escrito, que eso de intentar convencer gente fuera de las reuniones de la junta como que no.

Owen organiza otra junta con los doctores del Seatle Grace y entre él y Arizona les explican que los doctores sirios están trabajando en unas condiciones muy precarias, así que hay que cambiar el plan. Les pasan unas hojas con los procedimientos que deberían hacer y con el material que tienen a disposición. A todos se les queda la cara blanca, porque poco se puede hacer, pero todos se ponen las pilas intentando investigar como hacer para conseguir salvar vidas con ese material.

Una de las primeras en encontrar soluciones es Callie, que se pone inmediatamente con uno de los doctores para enseñarle lo que tiene en mente. La cosa va bien hasta que él le explica que está pensando en la manera en la que puede mantener al paciente quieto mientras le mete un fierro de esos en la pierna. Callie le contesta que como el paciente estará sedado no habrá problema, pero él le replica que la mayoría de las veces no tienen anestesia. La cara de la morena es un poema… que triste es la guerra señoras. Igual la mujer no se nos desanima y dice que pensará en otra opción.

Más adelante vemos que recibe un email, y aprovechando que Avery está ahí le deja caer que es uno de los 24 que le han llegado el día de hoy preguntándole cual es el próximo paso que va a dar con su programa de cartílago. Él la manda a convencer a Shepard, pero la morena tiene claro que ese voto también lo tiene:

Shepard sabe que compramos este hospital para que todos puediéramos ser los doctores que queremos ser. No estoy viviendo mi sueño. Mis sueños son grandes y brillantes, llenos de máquinas extremadamente brillantes en las que se crea cartílago de la nada.

No se ustedes pero ¡yo voto por Callie y sus máquinas brillantes! Sobre todo si pueden sacarle esa sonrisa tan encantadora.

Arizona mientras tanto está lidiando con Owen. Resulta que en el capítulo pasado una familia tuvo un accidente y un niño tiene a sus dos papas en el hospital. Owen ha hecho muchas migas con el niño y consiguió que la primera noche la pasara ahí, pero una segunda ya es imposible a menos que Arizona de permiso. La rubia le dice que es mejor que se vaya con servicios sociales donde estará mejor atendido.

Tanto Alex como él empiezan a inventarse enfermedades médicas que podría tener el niño como excusa para dejarlo, pero la rubia les deja claro que no la engañan en lo más mínimo y que hay que seguir el protocolo de actuación.

Luego vemos a la rubia hacer magia y enseñar a uno de los doctores a salvar pequeños humanos casi que con nada. El hombre está muy agradecido con todas las enseñanzas de Arizona y así se lo hace saber, pero la rubia siente que lo que ha hecho es muy poco ante la hecatombe que está sucediendo. Él le hace ver que simplemente con que puedan salvar la vida de un niño, sus enseñanzas ya habrán sido de increíble utilidad y ella lo entiende positivamente.

Y aquí tengo una duda, porque por su cara yo entendí dos cosas, por un lado que le cayó el veinte de poder ayudar con lo que le dijo Owen. Es decir, permitiéndo que el niño se quede en el hospital por un día más para que se pueda quedar con sus padres. Pero por otro, creo que Arizona aún tiene dentro de si misma la espinita clavada de África. Siento que la rubia todavía piensa en los miles de niños que no tienen hospitales como estos a los que ella podría echarles un cable y eso me asusta.

Osea la amo por ser así, sino no sería nuestra patinadora, pero conociendo las matanzas que se hacen en Anatomía de Grey, sinceramente la quiero lo más alejado posible de zonas de guerra y lugares con peligros de muerte. ¿Ustedes como lo vieron? Porque no sé si soy yo que le estoy buscando tres pies al gato. Pero es que me parece que podían estar haciendo un paralelismo entre los sueños de Callie y los de Arizona. En fin, ya me contarán en los comentarios sus opiniones.

Al final Arizona miente con todos sus dientes para que el peque se quede en el hospital y colorín colorado este cuento se ha acabado para nuestras chicas. Eso sí, ¡sufro por Bailey! Estoy traumada con lo que podría pasarle…