Quédense con estos nombres chicas: Erica y Kate porque son la pareja lésbica que nos ha presentado el episodio número cuatro de la primera temporada de Dates. Para la que no sepa nada sobre la serie, déjenme contarles que el cerebro detrás de esta idea es Bryan Elsley, a quien muchas de ustedes recordarán por haber creado Skins, esa serie que hizo que nos enamoráramos de Naomily.
Cada episodio de Dates nos cuenta la historia de la primera cita entre dos personas que están buscando encontrar pareja en línea y quedan para conocerse. Generalmente la historia dura solo un episodio, pero a veces los personajes repiten capítulo. En fin que yo estoy aquí para contarles lo que pasó en la cita entre Erika y Kate. ¿Habrá valido la pena?
El capítulo empieza con Erica (Gemma Chan) llegando a una discoteca lista para encontrarse con su Kate (Katie McGrath), su cita de esa noche. La química vuela por nuestras pantallas desde el momento en el que se miran, con lo que todo parece indicar que la noche terminará bien para nuestras dos protagonistas.
Kate es una regular así que de inmediato se pide un Backwards Bellini y se lo recomienda a su Erica, pero ella es de las atrevidas así que se atreve con un Salmon Jerky Martini. Yo tengo que confesar que siempre me gusta probarlo todo, pero esta bebida me ha hechado para atrás. ¿Alguna ha tenido el ¿placer? de probarla?
En fin, volviendo a lo importante, Kate propone ponerse cómodas en algún sitio más recóndito y Erica accede al instante. Así que las dos terminan sentadas en un sillón frente a la pista mirándose mutuamente con cara de: «que suerte he tenido, a esta me la como toda».
Las dos siguen flirteando, toquecito por allí, sonrisita por acá. Yo al ver esta parte pensé que no tardarían ni medio segundo en salir corriendo del lugar. Igual en ese momento se aparece el mesero con sus bebidas y les pregunta si van a comer, así que Kate toma la iniciativa y pide por las dos.
Kate: Te gusta que te digan lo que tienes que hacer.
Erica: Lo encuentro más fácil, sí.
Mmm… interesante. Kate decide hacer uso de esta nueva información y le pide al mesero que se lleve el brebaje maniaco con sabor a salmón que se pidió Erica y le traiga una bebida más decente. Ella lo agradece porque lo cierto es que será la bebida de moda pero por la cara que tenía sabía a rayos y centellas.
Erica recibe una llamada pero decide no contestar. Le explica a Kate que es su hermano que solo llama para molestar. Kate la comprende porque tampoco se lleva con su familia, al parecer por el tema de su homosexualidad. El coqueteo sigue por todo lo alto así que Kate da un paso más y le acaricia el brazo a Erica que parece encantada con todo este asunto.
Las chicas se conocen un poquitín más mediante esa técnica infalible llamada conversación. Igual Kate no necesita mucho más para decidir que Erica le gusta, así que ataca de nuevo dándole un beso suave en los labios, de esos que son apenas un preludio de todo lo que está por venir. Erica lo recibe encantada, y las cosas van viento en popa hasta que esta última comete un error garrafal hablar de su ex en la primera cita. ¡Nunca lo hagan chicas! Es de muy mal gusto.
El caso es que la cosa cambia radicalmente cuando Kate se entera de que el ex de Erica es un hombre. La tía reacciona en plan bifóbico total diciéndole que seguro es una de esas tipas que son heterosexuales y están aburridas. ¡Alguien necesita leer urgentemente nuestro artículo sobre los mitos de la bisexualidad. Erica por su puesto se indigna y está a punto de dejar tirada a Kate cuando llega el mesero con su nueva bebida. Kate entonces le pide que no se vaya porque igual tienen una conexión dificil de explicar que debería bastar para que se quedase.
Yo la verdad a estas alturas del partido probablemente ya hubiera salido por patas. Pero Erica al final se queda y las dos deciden darle duro a la bebida a ver si se olvidan del mal trago. Me da a mi que van a necesitar de unas cuantas botellas, porque el ambiente se ha enrarecido y se ha puesto super tenso.
Para acabar de poner las cosas del revés, el mesero vuelve con otras dos bebidas que dos chicos les han enviado. Kate quiere devolverlas, pero Erica decide que se las quedan y le dice que se relaje y sea educada. La morenaza decide jugar a su juego y se lanza hasta la mesa de los chicos a agradecerles las bebidas. Los tíos las invitan a bailar y ellas aceptan. Claro que a mitad del baile a las dos se les olvida que estaban con ellos y terminan besándose en la pista.
Al parecer han arreglado sus diferencias a base de juntar los labios al ritmo de la música. No se yo cuanto durará la tregua, pero prefiero ver esto.
Lo siguiente que vemos es a las chicas en la cama. Al parecer la tregua duró más de lo que podíamos haber pensado. Kate está mirando fíjamente a Erica que sigue dormida y con carita de niña buena.
Erica abre los ojos y Kate le comenta que aún tienen dos horas para hacer el check out con lo que puede alargar la siesta. Erica tiene otros planes para el desayuno, concretamente le apetece desayunarse a Kate, pero esta casi que quiere salir corriendo.
Erica le dice que le pregunte lo que quiera en un intento de mantenerla en la cama, asi que Kate le pregunta qué es lo que más odia de sí misma. Holy Shit! Tanta profundidad no es normal al final de una primera cita ¿no? En fin, Erica decide responder que le miente a todo el mundo, especialmente a sí misma. Kate se pregunta entonces si vale la pena hablar con ella porque podría estar mintiéndole también, pero Erica le responde que puede ser diferente con ella.
Kate se anima y le pregunta si su familia sabe que sale con chicas. Erica no responde, pero su cara lo dice absolutamente todo, así que Kate, a la que al parecer no le va mucho el drama, decide que es hora de ahuecar el ala. Erica entonces empieza a contarle que ha salido con tres chicas. La primera fue su amor de juventud hace ya unos cuantos ayeres, la segunda el año pasado, una compañera de gimnasio y la tercera es ella.
Tanta sinceridad convence a Kate de que la segunda es la vencida, así que la besa y las dos deciden repetir el númerito de anoche. Al menos esa era la intención hasta que el teléfono de Erica las interrumpiera. Es su hermano otra vez. (¡¡¡Pesadoooooo!!!) Erica miente con todos sus dientes y Kate decide que eso de estar en el armario otra vez a ella no le va, así que empieza a vestirse de nuevo.
Erica intenta hacerle comprender que su vida es complicada y le suelta un «no me digas que no sabes como es esto», haciendo alusión a que Kate no se lleva con su familia por su homosexualidad. Kate se desespera y le dice que simplemente diga en alto las palabras.
Erica: Soy lesbiana.
Kate: Sí, ¡gran cosa!, ¿y?
Erica: Y salgo con hombres para mantener feliz a mi familia. Para que no piensen que no soy una desgracia. Para que no se enteren de que amo a las mujeres.
Kate: ¿Algo más?
Erica: Cuando lo pienso me hace sentir como una mierda.
La declaración es suficiente para Kate que decide invitar a Erica a desayuna para celebrar «su salida del armario». Todo es felicidad hasta que Kate mira el teléfono de Erica y se da cuenta de que jamás le contó al hermano. ¡Horror! ¡Pesadilla en la calle del infierno parte IX!
El hermano de inmediato empieza a decirle a Erica que no puede hacerles esto y la mujer comienza a llorar. Ahora tiene una dura decisión por delante. O le sigue el juego a su familia o explora sus posibilidades con Kate siendo honesta consigo misma. ¿Qué elegira? ¡Eso aún no lo sabemos señoras! Pero esperamos descubrirlo algún día.
¿Les ha gustado el episodio? ¿Han tenido una cita tan buena-luego horrible-luego genial como esta? ¿Qué es lo peor que les ha pasado en una cita? ¡Cuéntenmelo todo!
Mil gracias a Leila BG y a Kiko Cuadrado por el tip.