La semana pasada en Anatomía de Grey la pareja de Callie y Arizona tenía claro que iban a por un segundo bebé, pero me temo que no habían hablado bien sobre el procedimiento. Igual después de un volado y unas cuantas platicas profundas, las chicas quedaron de acuerdo en que será Callie quien se haga la fecundación, aunque algunas de nosotras sospechamos que eso podría cambiar con el tiempo. ¿Listas para saber lo que pasó con CalZona esta semana?
Nuestro episodio comienza con Callie y Arizona planificando los tiempos del embarazo. Las chicas creen que lo mejor es que hacerse la fecundación en Mayo para que el bebé llegue a este mundo más o menos en febrero del próximo año. ¡Vayan empezando a tejer la chambritas chicas! Kepner interrumpe la conversación un poco al entrar a su cuarto por pasta de dientes, pero la chicas siguen debatiendo sobre los tiempos.
La idea es que así, Callie puede pedirse la primavera como tiempo de recuperación y luego Arizona se pide el verano y así el nuevo bebé tiene la atención de una de ellas a tiempo completo al menos durante los primeros meses. De hecho la patinadora está pensando en dejar a Karev a cargo de pediatría en lo que ella disfruta a su pequeñín. Entonces April que no puede evitar escuchar la conversación le recuerda que en junio entran todos los nuevos internos, así que es un momento muy pesado y Arizona la mira con cara de «mmm puede que tenga razón» pero entonces Callie le exige que «salga de su vagina», vamos que no se meta a opinar en esta cuestión. Así que Kepner sale pitando.
Lo más gracioso es que la pobre de Kepner apenas tiene ahí dos días y Callie ya está desesperada. Desde luego está en esos días en los que la vena empática no le está funcionando demasiado.
Ya en el hospital vemos a Arizona actualizar a los padres de los tres chicos enfermos del corazón sobre la condición en la que están. Una de ellas tiene que ser operada ese mismo día porque acaba de llegar un corazón viable, y como Cristina no está le toca a otro doctor suplirla en la operación, así que el trabajo de la patinadora es tranquilizar a los padres sobre el cambio. La verdad no se quedan muy conformes, pero Alex y ella consiguen convencerlos de que su hija estará bien atendida con el nuevo doctor.
En cuanto salen del cuarto Karev pone una sonrisa de lado a lado en la cara y a Arizona le entra un susto de muerte, porque verlo sonreír es un misterio desconocido para todo el mundo en el Seattle Grace. ¡El mundo podría acabarse! Él le dice que le encanta su cabello y ella, que no tiene ni un pelo de tonta, de inmediato se da cuenta de que algo ha pasado y por eso está intentando hacerle la barba.
Karev entonces le confiesa que le han hecho la propuesta de marcharse y tiene que decidir esa misma noche qué va a hacer. Y la cosa es que el dinero que le ofrecen lo sacaría de un montón de problemas financieros, así que la balanza se decanta mucho más por el sí que por el no. Arizona se sorprende un montón con la noticia, pero no le alcanza a digerirla muy bien porque una peque se pone mala así que salen pitando a atenderla.
Callie por su parte está operando a un paciente y aprovecha para alegrarse el día a costa de Jo. Le pregunta si se ha puesto las protecciones de los pies, y cuando se da cuenta que la interna no las trae, abre al paciente a sabiendas que le va a salir un borbotón de sangre para que se le manchen los zapatos. Lo sé, puede resultar macabro, pero es humor de hospital chicas, a todo el mundo le parece muy gracioso excepto a Jo que va a tener que hacer horas extras para quitarle las manchas a sus tenis.
Kepner y Owen están ahí también y en cuanto April empieza de nuevo a hablar sobre su pleito con Jackson y lo mal que lo está pasando Callie pone cara de: «¡Otra vez no por Dios!» y casi que sale corriendo del quirófano para no tener que volver a escuchar el repertorio. Lo dicho, no está en modalidad amistosa, porque no aguanta demasiado a la pobre de Kepner que anda necesitada de un oído amigo.
Arizona por otro lado, tiene que irse con Karev en avión a recoger un corazón nuevo porque el que les mandaron era caca de la vaca y ahora tienen una paciente ahí abierta como jarea y sin corazón. El caso es que cuando ya están arriba, Arizona intenta iniciar una conversación con Alex y la abre diciendo: «La última vez que estuvimos juntos en un avión».
Karev se frikea inmediatamente porque piensa que le va a hablar sobre el accidente, cuando Arizona le dice que no, que estuvieron juntos aquella vez cuando se conocieron, él piensa que lo quiere hacer sentir culpable por tomar el trabajo y le dice que lo suelte todo, que igual no se puede bajar del avión así que le diga lo que le tiene que decir y lo deje ir porque es lo mejor para él y ya se quedó una vez en el hospital por ella (justo después del accidente) pero que ahora tiene que pensar en sí mismo.
Ya en el hospital, Karev sigue impactado mentalmente porque Arizona sigue sin lanzarle un ladrillo en la cabeza por haber tomado la decisión de irse, así que quiere agarrar el toro por los cuernos y de plano le pregunta directamente qué demonios le pasa.
Arizona: Claro que quiero que te quedes, pero esta parece una oportunidad de trabajo increíble y tienes razón, ya te quedaste una vez por mí, y no quiero meterme en tu camino otra vez. Así que si te quiere ir deberías hacerlo, pero no por nada que yo diga o deje de decir. Deberías irte porque es lo mejor para ti y porque estás entusiasmado y estas listo para hacer cosas grandes y cobrar una nomina gigantesca.
Por la noche, la junta se reúne y Karev aprovecha para darles el aviso de que en cuanto termine su residencia se irá a la clínica que le ha ofrecido el trabajo. La escena se centra muchísimo en él y en la reacción de Arizona, que tiene en la mirada una mezcla de tristeza y orgullo porque realmente quiere a Alex y sabe que este es un buen paso para él, pero no puede evitar extrañarlo y sentir que se le va «su bebé». Por eso me encanta que lo primero que hace Callie es girarse a mirar a Arizona para asegurarse de que está bien al recibir la noticia, porque recordemos que a estas alturas Callie no sabe que la patinadora lo sabía.
En fin chicas, en este episodio Callie y Arizona salieron super poquito, pero siguen muy conectadas y los planes del bebé por lo visto siguen viento en popa. Y no me ha molestado tanto la idea de no verlas porque este episodio ha estado muy centrado en Cristina y como sé que nos quedan pocos episodios para disfrutarla estoy aprovechándolos. ¡Cristina Yang tiene que irse a lo grande! ¿No creen? Eso sí, alguna escena más entre las chicas no nos vendría mal, que se acerca el final de temporada y queremos quedarnos con algo interesante para aguantar la espera hasta la próxima.