La semana pasada en Anatomía de Grey todas nos reímos un rato porque Callie y Arizona estaban pensando nombres para su futuro pequeñuelo y la patinadora tenía una estrategia que parecía genial pero que terminó con Callie pensando que Agamemnon era un nombre ideal para el bebé. Eso sí espero que solo haya sido un susto porque sino, ¡pobre niño!
Esta semana la comenzamos con una Callie radiante. La mujer trae una sonrisa Colgate porque es su primera cita con la ginecóloga para empezar con lo del bebé. Ahí se topa a Kepner y Avery que van saliendo de la suya. Como aún no quieren que nadie sepa que esperan un pequeñuelo, April miente con todos sus dientes y le dice que fueron a revisar que «todo estuviera en forma» XD. Callie la mira con cara de «esta está loca» sobre todo porque Avery la acompañó, pero anda tan contenta que ni se le ocurre pensar que puede ser mentira y entra a su cita más feliz que una lombriz.
Mientras tanto, Arizona está aleccionando a Ross sobre lo que tiene que hacer ese día, porque es el residente que le ha tocado en pediatría, así que lo deja encargada de que todos los pequeños humanos estén bien. En especial un chiquitin que nació con todos los órganos fuera de su estómago. Y en esas anda cuando se encuentra con Alex que se ha pasado a darle una vuelta a un paciente que tenía.
Arizona se pone super contenta de verlo y le pregunta como está. Él le responde que todo va viento en popa y ella se pone aún más contenta y le dice que no se pierda, que la vaya a visitar de vez en cuando. Eso sí, cuando Arizona se va, Alex le dice a Ross que le pase a un paciente y lo amenaza para que no le cuente nada a nuestra patinadora.
Jo y Callie están tratando a un paciente de urgencias cuando llega Kepner y le pide a la residente que la ponga al día. Jo deja lo que estaba haciendo con Callie para seguir las órdenes de April y la ortopedista se nefastea. Pero de inmediato podemos sentir que hay algo mal porque Callie está de mal humor, pero de ese mal humor que suele tener ella cuando está taponeando algo. Ya saben, cuando tiene algún problema y hace como que no lo tiene y lo desquita con todo quisqui y esta vez a la que le toca es a Kepner, que le dice gruñona y casi se lleva un tornillo en el cerebro jejeje.
La siguiente a la que le toca la regañina es a Jo. Y es que todos los residentes están nerviosos porque saben que van a correr a alguien y JO está intentando quedar bien con todo el mundo para no ser ella la que salga pitando. El caso es que cuando Kepner le pide algo dice sí como perrito faldero y Callie se nefastea de ver su actitud y le dice que en Orto no hay lugar para nenazas, que más le vale cambiar de actitud o a saber donde va a ir a dar. Y lo dicho, algo está mal con Callie, porque está claro que aunque todos notamos «lo barbera» que está siendo Jo, a la morena le está molestando la actitud por algo más.
Otra a la que le cambia la cara es a Arizona, porque cuando llega en búsqueda de su pequeña persona y le dicen que Alex se lo ha llevado a operar, sabe que su alumno le ha hecho una jugarreta de las grandes. Arizona sale corriendo a quirófano y lo encuentra preparándose para operar. Ahí le reclama que le haya «robado» la operación. Él se hace el imbécil como siempre y ella le dice que esa jugarreta no se la esperaba de su parte y que es un idiota antes de irse enfadada y con toda la razón del mundo.
Eso sí, la patinadora no se queda quieta, saca a Ross de la cirugía y le dice que se vaya a hacer lo que le ordenó en lugar de andar obedeciendo a Alex y se queda ella en su lugar asistiéndolo para meterle presión.
En urgencias, Callie está super impaciente porque le quiere hacer una radiografía al paciente y Kepner no termina lo suyo y no se quiere poner el delantal porque está embarazada. La morena está tan urgida que termina por poner histérica a Jo que también le grita a April hasta que esta última le dice a Callie que «no puede estar cuando haga la radiografía».
Con esas palabras Callie por fin entiende que April está embarazada y en su cara vemos que la noticia le ha caído como bomba. Porque no es solo que esté sorprendida sino también está como dolida, lo que nos hace pensar que su mal humor nos va a hacer sufrir mucho.
En fin la mujer le dice a Jo que ocupe el lugar de April para que esta pueda salir y siguen adelante con lo de la radiografía.
En quirófano, Arizona está tratando a Alex con el látigo de su desprecio. Tanto que al final él se nefastea también y le dice:
Alex: ¿Por qué haces un mundo de esto? Arizona: ¡Porque es jodidamente maleducado Alex! ¡Y no me merezco que me trates así! Yo te enseñé algo mejor que esto. Ahora estás fuera en el mundo… pero todo lo que haces se refleja en mi persona y yo no apruebo esto y tampoco lo aprobará Lebackes.
La cosa iba a continuar pero en eso le avisan a Arizona que hay un 911 en pediatría. Y es que el bebé que Ross tenía que cuidar se ha puesto super malito, así que la patinadora sale pitando. Y aquí insisto en que Alex es un imbécil porque si hay alguien que lo ha protegido y lo ha cuidado siempre es Arizona.
Callie por su parte está hablando con Kepner sobre el bebé cuando se suelta llorando. Es entonces cuando nos enteramos de la razón de su mal humor. Resulta que por el accidente, Callie ya no puede volver a embarazarse, así que todos los planes que tenía con Arizona se han hecho añicos. ¡Buaaaaa con lo ilusionadas que estábamos todas! Obviamente la morena anda destrozada por la vida y no sabe ni como se lo va a decir a su esposa. Pero fuera de eso, me encantó que Callie se disculpara porque se nota que está madurando un montonazo. Antes cuando tenía este mismo mal humor era muy hiriente con la gente, pero ahora no solo se ha mantenido a raya, sino que lo ha hecho en un momento realmente pesado para ella. Cada vez me siento más orgullosa de nuestra Calliope.
En otro lado del hospital, al terminar la cirugía, Karev se disculpa con Arizona y le dice que se «robó el bebé» porque como no está llevando casos al hospital nuevo se está hundiendo y no sabía que hacer porque no quiere que lo corran. Arizona no se enfada, pero le dice que cuando algo así sucede le pida ayuda y no se comporte como un imbécil. Vamos que haga lo que haríamos todos en lugar de otra alexada de las suyas. Luego le da una colleja al salir que hizo me diera mucha risa porque es su manera de quererlo. Es como un niño chico para ella.
Por la noche, podemos ver a Callie y Arizona hablar sentadas juntas en la cama. Callie explica que no puede tener el bebé llorando y Arizona se ofrece a embarazarse ella, más que todo porque sabe lo mucho que su esposa quiere otro bebé, pero también porque esta vez ella también lo desea, aunque no sea exactamente como lo habían planificado. Es algo que me ha emocionado escuchar de Arizona, que también ha crecido un montonazo y está dispuesta a hacer algo que la hace sentir incómoda (por los recuerdos) con tal de ver a su chica feliz y conseguir sus metas de pareja.
Pero Callie, como habíamos mencionado antes, también ha crecido. Y se da cuenta totalmente de que ahora mismo apenas están empezando a estabilizarse, y que si las cosas salen mal van a tronar como chinampinas. Así que le dice a Arizona que no está dispuesta a poner su relación en esa posición. No quiere un hijo a cambio de su matrimonio. Así que nuestras chicas se abrazan, lloran juntas y se dicen para sí mismas que Sofia es más que suficiente para ellas.
Es una escena super triste, pero también muy bonita porque muestra su crecimiento individual y de pareja. Individual por las cosas que hemos comentado y de pareja porque ahora sí están hablando. Resuelven sus problemas de manera adulta y si las cosas van mal, las dos reman para el mismo lado. Yo me he quedado triste por que ya soñaba con un pequeño Agamemnon patinador, pero visto lo visto no creo que Arizona se anime. Igual siempre les quedará la adopción ¿no creen? ¿Por dónde creen ustedes que terminará esto? Yo ahora mismo no veo muy bien cuál será el camino, pero de momento me está gustando bastante como están manejando a la pareja así que tengo muchas esperanzas para la próxima temporada.