La semana pasada en Rookie Blue la pareja de Gail y Holly prácticamente se fue al carajo. Porque Gail fue a conocer a las amigas de su novia y por lo menos una era una estúpida de marca. Eso por sí mismo no hubiera sido tan terrible, pero claro Holly metió la pata y la rubia, qué como ya sabemos es un gato, reacciona dándole prácticamente un gancho al hígado a la relación. ¿Será que nos quedamos sin pareja lésbica en Rookie Blue?
Nuestro episodio comienza con Gail trabajando. Porque no hay mejor manera de olvidarte de tus problemas que darle duro a aquello de acabar con los delincuentes. Así que nuestra rubia está en la patrulla junto a Chris que es su compañero de turno. La mujer no lo está pasando muy bien que digamos. Sobre todo porque Chris está contándole que echo un buen polvo porque está convencido de que esa es la mejor manera de curar un corazón roto. De hecho le recomienda que siga sus pasos para olvidarse de su propio dolor post relación:
Chris: A lo mejor deberías tratar ¿sabes? Igual te ayuda a olvidar a Holly.
Gail: (super tensa y con un cambio de voz notorio) No necesito… olvidar a Holly.
Chris: Creí que habían roto.
Gail: No. Simplemente no hablo con ella.
Señoras, lo digo oficialmente, me encanta Gail. No me gustaría tanto si fuera mi novia y no me hablara. Pero desde fuera me hace mucha gracia que a pesar de todo su mal genio y supuesto enojo, tiene absolutamente claro que no quiere terminar con Holly. Ahora, igual se le ha olvidado comentarle a la morena eso de que siguen en una relación. Porque si yo fuera Holly tendría más o menos claro que la relación hizo ¡boom! ¿No creen?
Igual no podemos reflexionar muchísimo en eso, porque Chris quiere parecerse más a Gail. Algo que yo encuentro totalmente normal dado que ¿Quién no querría ser como ella? Pero no, el hombre no se fija en sus grandes cualidades. Más bien, como la mayoría de la gente, se ha quedado con el exterior duro de la rubia. Y como él anda llorando por todos los rincones desearía ser más durote. Pero claro, no elige las palabras correctas…
Chris: Tú eres como… eres como fría ¿sabes? Pero en el buen sentido de la palabra. Tú nunca te involucras demasiado en nada. Si algo no funciona no pasa nada, a lo siguiente. ¿Eso es una cosa de lesbianas?
Chris… no quería ser dura contigo pero eres un imbécil. Primero porque se supone que eres amigo de Gail y ser amigo de alguien implica conocerle, cosa que desde luego tú no has hecho. Y la segunda porque ¿En serio? ¿Cosa de lesbianas? ¿Alguien se apunta a darle una colleja? Bueno, no es realmente necesario porque Gail no dice mucho pero pasa por encima de un hoyo sin frenar para que Chris se eche el café que trae en la mano encima. Me encantan sus métodos.
Más adelante vemos a Chris y Gail en un edificio, resulta que han encontrado un herido de bala ahí, así que están intentando hablar con todos los vecinos para ver si alguno sabe algo. Bueno, Chris anda preguntando de puerta en puerta mientras que Gail hace una merienda y se come una manzana porque ella es más rápida que es y terminó antes que él.
Cuando por fin termina, Chris y ella platican de que los vecinos no tienen demasiado interés en meterse en líos y no quieren hablar con ellos. Los dos deciden pasar al siguiente piso. Eso sí, mientras que Chris se va por las escaleras, Gail opta por el elevador por aquello de que no quiere dar pasos extras, que hay que racionar el esfuerzo.
En fin que Chris se marcha por las escaleras y ella está esperando el elevador. Pero como en eso se acaba la manzana, vuelve al pasillo para tirarla en la basura y se topa con que la puerta de la lavandería está semicerrada. Así que su sexto sentido le dice que investigue y así es como se encuentra a otra víctima tirada en el piso en un charco de sangre.
Gail llama de inmediato a una ambulancia y gira a la mujer para auxiliarla en la medida de sus posibilidades. La mujer parece inconsciente, pero en cuanto siente la cercanía de Gail reacciona y la agarra por las solapas. ¡Miedo! Vale, es una pobre mujer baleada, pero a mí me pareció más cercano a una zombie de película de terror.
Gail intenta tranquilizarla, pero la señora siente que se le va la vida y tiene miedo. Intenta hablar pero le cuesta mucho, así que Gail intenta tranquilizarla preguntándole su nombre. Ella con un gran esfuerzo responde: «Sophie». Así que nuestra rubia procede a llamarla por su nombre y asegurarle que se quedará con ella y que todo estará bien porque la ambulancia llegará en un momento. Es un momento muy tenso y triste, pero me gusta porque es en estos instantes cuando Gail muestra su verdadero fondo. Porque no importa lo que diga, la mujer se preocupa por la gente y su cara al intentar hablar con la mujer no nos deja ninguna duda de eso.
Lo siguiente que vemos es a Gail renegándole a Chris porque la mujer prácticamente se le desangró encima de la ropa. Y es que una vez que la mujer está a salvo en la ambulancia la coraza vuelve inmediatamente. Chris la mira con cara de ¿ein? Porque sigue sin entenderla en lo más mínimo, así que Gail procede a explicarle que ella se va a la estación a cambiarse de ropa y a él le toca investigar quién es la mujer y dónde vivía.
Chris: ¡Gail! Lo has hecho bien el día de hoy.
Gail: (Con cara de: «¡Obvio!») Sí, ya lo sé.
Ya en la estación, Gail está tomándose un café mucho más relajada cuando llega Chris. De inmediato ella lo pone al día con lo que ha estado haciendo. La mujer ha revisado todos los archivos del complejo para ver si había alguien llamado «Sophia» o al menos algo parecido y empezar a investigar, pero no ha encontrado nada. De hecho Gail dice que si ella fuera la mujer se lo tomaría personal, por aquello de que nadie la ha reportado como desaparecida. Él le dice que la búsqueda ya no corre tanta prisa, porque por desgracia la mujer ha fallecido en el hospital.
A Gail de repente se le prende el foco y le pregunta si entre las cosas que le encontraron iban sus llaves. Él le dice que no las llevaba, pero Gail está convencida de que si la mujer fue a lavar ropa no iba a dejar su puerta abierta en un edificio como ese. Así que decide volver al lugar porque presiente que, si la mujer las traía en la mano, probablemente se le cayeron al ser herida.
Dicho y hecho, Gail se lanza hasta el lugar y se tira en el piso hasta dar con las llaves perdidas y en eso está cuando se gira y ve a una pequeñita que ha entrado en la lavandería. Gail la llama cariño y le explica que no puede estar ahí, pero la pequeña le dice que ha entrado porque su mamá fue a lavar la ropa y no ha regresado. La sangre se nos ha ido al piso a todas… y más a Gail que es la que está ahí enfrente de la pequeña.
Con el corazón en un puño, Gail le pregunta si su madre se llama Sophia, pero la pequeña le dice que no, que ella es Sophie, que su mamá se llama Gina. Ahí Gail ya pierde el control, porque lleva días escondida detrás de su muro pero esto la ha podido. Así que se le salen las lágrimas y tiene que tomarse un segundo para respirar y poder encontrar la fuerza para decirle a esa pequeña niña que nunca volverá a ver a su madre.
Es una escena super triste, y al mismo tiempo nos habla muchísimo sobre la persona que es Gail debajo de su coraza. Porque es obvio que una mujer «fría» no se desharía en lágrimas por ser la portadora de una noticia que va a arruinarle la vida a alguien.
Y así señoras, terminamos nuestro episodio de esta semana. Las chicas no han salido juntas, pero al menos nos ha quedado más o menos claro que, en opinión de nuestra policía favorita, sigue habiendo Gail y Holly. Así que no pierdan la esperanza chicas, y si invitación a la esperanza no es suficiente, entonces háganle caso a Aliyah O’Brien.