Ella acercó su rostro al mío, con tal delicadeza y suavidad que por ningún momento dudé del acto que estábamos a punto de cometer. Al rozar mi mejilla, el tremor llegó hasta mis labios, invadió y cuerpo, sentí como se llenaba mi estómago de aleteos sutiles de mariposas volátiles y por un instante, sólo por un instante ella dijo “no, ahora no” y con el toque más ligero, sin siquiera sentir los labios, separamos hasta la mirada.
¿Alguna vez les han dicho “NO” en un beso? ¿Ustedes lo han negado? ¿Son importantes? Sentir cierto rechazo lastima, pero no hay peor sentimiento que aguantarte dar un beso cuanto lo sientes tan cerca.
Como lesbianas sabemos que los besos furtivos tienen el mejor sabor, aquellos robados o prohibidos, son los que te enamoran y te arrancan un suspiro, sin embargo ¿qué hay más allá del contacto dócil de dos bocas suaves de mujer?
En primera instancia la idealización, nuestra visión de los besos de novelas, películas y series. Recordar a Shane con Carmen en The L Word, súper sexy o en el acercamiento cursi de Rachel con Luce en Rosas Rojas; son sólo algunas imágenes mentales que en tu etapa de lesbiana-bebé, pensaste para ti y aquella muchacha especial.
El primer beso es para nosotras de tanta relevancia, que casi recordamos a detalle, como sucedió hasta construirlo como un sueño hecho realidad, aunque en no todos los casos sea la cúspide de nuestros logros.
Para el ser humano en general el beso representa un placer, una liberación masiva de endorfinas, dopamina y oxitocina, drogas embriagantes, y es un arte que no cualquiera puede hacer. En nuestro caso va más allá, es una manera de determinar el futuro de una relación o si existe algún compromiso.
Una pareja lésbica esta nutrida en besos y caricias, con ternura, fuerza y pasión; una mezcla extraña de sentimientos que nos encienden el deseo y la atracción la una por la otra.
Su importancia radica en que los labios son una zona erógena, sensible y un buen ósculo, además de ser delicioso, juega parte importante para la satisfacción sexual.
Por tanto el no recibir uno, dentro de un lecho de pareja, puede ser una frustración intensa, si alguna vez lo has hecho no permitas que te afecte. En una discusión o pelea, es justificable poner distancia, sin embargo nos encanta besar y que tanto es tantito, lo mejor para esos enojos, es una buena besoterapia.
Cuando sucede en un ambiente de ligue, la frustración se convierte en un reto, el conseguirlo de la manera más audaz y conquistadora, es la manera más formal de hacerlo. Aunque para muchas chicas es mejor robarlo y sentirse unas ladronas de corazones.
Así es como el beso es parte de la vida lésbica, es un elemento importante que integra romance y felicidad al día y a día, sobre todo es un gusto y un deleite inigualable ¿ya besaste a tu chica hoy? ¿Qué opinas de los besos?
«Lesbiana – bebé» XD