La semana pasada en Carmilla descubrimos que nuestra vampira favorita tiene un don para la mentira. Algo que tiene a Laura hablando sola. También descubrimos que Mattie es su muy vampirica hermana y que las dos se llevan treméndamente bien. ¿Habrá algo que temer?
Este episodio lo comenzamos precisamente con Laura totalmente indignada porque Carmilla no le dijo que estaban viviendo en la casa de su madre. La morena no entiende a qué viene tanto problema, aunque en el fondo sabemos que sabía que le molestaría a Laura y por eso no le dijo la verdad. Por si fuera poco, eso de que Mattie quisiera matarla en un principio tampoco le ha resultado especialmente agradable.
Carmilla pide algo de relax en el universo, porque ella tiene claro que Mattie no la matará porque sabe que la molestaría. Laura tampoco está contenta con el hecho de que Mattie decidiera entrometerse en el noticiario, es su bebé y nadie se lo toca. Pero Carmilla les dice que si dejan el camino libre a Mattie, la mujer hará lo que tenga que hacer y se pirará cuanto antes mejor, así que todos podrán volver a la normalidad. Igual Laura sigue sin tenerle confianza e incluso piensa que pudo ser ella misma quien matara a los estudiantes, pero Carmilla insiste en defender a su hermana y ella la conoce mejor ¿no?
Lo siguiente que vemos es a Laura y Mattie dando las noticias. Bueno, Laura da las noticias, Mattie se dedica a embellecerlas. Cuando escriba mi biografía voy a pedirle que me eche un cable, porque todo suceso lo convierte en algo genial XD.
Laura: Intentó robar varias caras humanas.
Mattie: Expresó su ansiedad respecto a su apariencia.
Laura: Trató de abrir un portal temporal.
Mattie: Coqueteó con un enfoque alternativo a la cronología.
Laura: Se levantaron de entre los muertos para perseguir a los vivos.
Mattie: Disfrutaban de un día estupendo mientras hacían nuevos amigos.
Obviamente Laura casi que sufre un infarto, pero igual aguanta vara, eso sí, con muy mala cara.
Al terminar se nos abre otro misterio, porque de repente Mattie fija su mirada en Perry y a todas nos dan ñañaras, porque la mujer dice que se le hace conocida. Y una ya sabe que en esta serie nada es casualidad. Así que por mucho que Perry lo haya descartado todas nos hemos quedado con la mosca detrás de la oreja. Y por si eso fuera poco, LaFontaine entra corriendo para avisar que la biblioteca ha desaparecido.
Laura y Lafontaine tienen cara de preocupación total, mientras que Mattie y Carmilla beben café porque a ellas estas cosas no las trauman tanto, han vivido mucho como para que estos cambios las molesten. De hecho, Mattie les explica con toda la tranquilidad que le dan sus años, que los «hombres de negro» que se están llevando los libros, los mandó ella porque van a vender un montón de colecciones de libros para tratar de paliar el déficit monetario en el que ha entrado la Universidad. Y no son los únicos cambios.
Dany hace su aparición (benditas sean las Diosas) para reclamar que se haya cancelado el festival de Adonis y los zetas también entran porque sus tanques para hacer cerveza han desaparecido. Todo el mundo grita porque obviamente a nadie le gusta que le quiten sus cosas. Pero para gritos el de Mattie que tiene unos pulmones que ya querría Placido Domingo y los deja calladitos a todos. Luego se encarga de recordarles que no son nada en el mundo de Silas y que aquí nomas sus chicharrones truenan.
¿Cómo lo han visto lesbicanarias? Yo reconozco que lo que más me intriga es el misterio detrás de Perry, porque estoy segura de que ahí habrá algo interesante de por medio. Y hasta aquí lo dejamos esta semana en Carmilla señoras. ¿Cuáles son sus teorías respecto a lo de Perry?