En el último episodio de Carmilla, Laura consiguió su propósito de derrocar a Mattie. Pero como nos enseña Newton: «a toda acción corresponde una reacción en igual magnitud y dirección pero de sentido opuesto», así que ¡a saber la que se lía ahora! Porque si algo tenemos claro es que en Silas la paz dura más o menos medio minuto.
Y la primera consecuencia con la que tiene que lidiar nuestra heroína es el hecho de que Vordenberg haya ordenado capturar a todos los vampiros del campus. Algo con lo que obviamente Laura no había contado y a lo que se opone radicalmente. Porque una cosa es que ella y Carmilla no estén en buenos términos y otra que quiera ver a su ex encerrada.
Todo sea dicho, Carmilla no ayuda mucho porque entre que ella tiene poca tolerancia para las tonterías y que Vordenberg no para de hablar, se levanta y le dice que si quiere ver terror se lo va a topar de frente. Y así comienza una cacería vampirica liderada por los Zetas y las Sumer Society, que al parecer han sido «mejorados» por cierto menjurje misterioso del que aún no sabemos mucho.
La pobre de Laura está que no sabe si ha hecho bien o mal, sobre todo cuando piensa que Carmilla puede salir herida en la cacería. Encima Perry se acerca para contarle que «una pantera» ha sido vista arrastrando un cuerpo por el campus. Vamos, que Carmilla se está defendiendo y Laura no sabe si sentirse contenta porque está bien o nefasta porque su ex está arrastrando un cuerpo por la universidad. Así que decide dar un paseo para despejarse.
Mientras tanto, Perry tiene un corazón a corazón con JP y LaFontaine y les dice que no está enfadada con ellos, que simplemente se siente fuera de lugar. Y es que mientras que ellos disfrutan investigando horrores, ella lo único que quiere es no sentirse asustada todo el tiempo. Ellos le responden que, aunque no lo parezca también tienen miedo. Y entonces JP decide regalarnos una perla de sabiduría:
JP: La vida es terrible e incomprensible. Así que usualmente es mejor estar aterrorizados juntos.
Así que los tres se van a asustarse juntos frente a un buen helado y lo siguiente que vemos es a Laura, ya de regreso, lamiéndose las heridas del corazón. Igual no tiene mucho tiempo de hacerlo porque de repente entra Mattie cargando a Carmilla que está herida y sangrando. ¡Vampiro en peligro! ¡Se necesita un médico ya! ¡Llamen al 911!
Mattie le cuenta a Laura que Zetas les tendieron una trampa y las agarraron desprevenidas. Carmilla consiguió arrastrar a Mattie hasta unos arbustos (por eso arrastraba un cuerpo), pero alguien la alcanzó con una flecha y la pobre está muy mal. ¡Salven a Carmilla!
Laura recuerda que queda algo de sangre en el refrigerador, así que se la dan a Carmilla para intentar que agarre algo de fuerza, porque la pobre está muy pálida y obviamente no en su mejor momento. Un pedazo de la flecha sigue dentro de Carmilla y hay que sacarlo cuanto antes, así que Laura solo puede pensar en LaFontaine, que es la científica loca del lugar, algo de anatomía sabe seguro. Eso sí, antes de aceptar ayudar a su ex, exige la promesa de Mattie de que tanto ella como Carmilla no matarán a nadie en el campus.
JP y LaFontaine no dudan un minuto en poner manos a la obra (literalmente) para salvar a Carmilla. Perry por otro lado tiene más dudas. Y es que sigue pensando que Mattie mató a los chicos del periódico y no tiene claro que ayudarlas sea lo más correcto, sobre todo ahora que todo el mundo las anda buscando.
De todos modos podemos respirar tranquilas porque, aunque algo adolorida, Carmilla está bien. Al menos hasta casi el final del episodio, porque apenas nos enteramos de eso, entra Perry corriendo para avisar que vienen las tropas y hay que esconderlas.
Cuando Danny, seguida de Mel, Theo y Kirsh entra en el departamento, se encuentra a Laura y LaFontaine jugando sospechosamente a un juego de mesa milenario. Obviamente todo el mundo sospecha que ahí pueden estar escondidas Mattie y Carmilla, sobre todo cuando ven manchas de sangre en el sillón. Pero Perry entra al quite y dice que manchó al pelar remolachas (que si alguien conoce a Perry sabrá que jamás podría pasarle) y Laura insiste en que por ahí no han visto a nadie.
Danny entonces les dice a todos que hay que seguir buscando por otro lado. Theo sigue sospechando y le hace ver a Danny que su credulidad viene de estar más enamorada de Laura que Romeo de Julieta. Mi pelirroja favorita le echa ojos de «te voy a matar» y lo manda a buscar junto con Mel a otro lado y no les queda de otra que obedecerla porque, después de todo, ahora ella es la representante de todo el estudiantado, lo que la convierte en la jefaza.
Cuando se quedan solas, Danny le hace ver a Laura que sabe que Carmilla y Mattie están ahí y que la idea no le gusta para nada, pero como siempre la cubrirá porque se preocupa por ella y porque, aunque a veces no la entienda, confía en sus decisiones. Eso sí, le dice que espera que Carmilla y Mattie no hagan desmadre, porque las cosas apenas están empezando a cambiar para bien y no quiere que vuelvan a desmadrarse.
Luego está a punto de irse cuando Laura la detiene y le pregunta si realmente cree que las cosas están cambiando para bien. Porque se están empezando a escuchar rumores de que Vordenberg está cancelando las clases que no le gustan y deteniendo ya no solo a los vampiros, sino a todo aquel que se oponga a su manera de ver las cosas. Danny cree que son solo medidas extraordinarias en lo que todo se asienta, pero que todo irá mejorando y tranquilizándose. Y le pide a Laura que en lo que eso suceda tenga cuidado, porque lo que tiene guardado en la parte de abajo no son precisamente gatitos.
Laura sonríe porque se da cuenta de que Danny supo desde el primer momento que Carmilla y Mattie estaban ahí debajo y la pelirroja le responde que eso de mover el escritorio no fue nada sutil. Luego se despide y se marcha y yo muero de amor con Danny porque si hay algo que ha conseguido Carmilla es que yo sea poliamorosa.
En cuanto Danny se va, Laura y LaFontaine dejan salir a Carmilla y a Mattie que no están muy contentas de haberse tenido que esconder, pero igual no les queda de otra. Carmilla apunta que deberían marcharse antes de que Danny las delate, pero Laura está segura de que la pelirroja no lo hará y les dice que tienen que quedarse o terminarán bajo tierra.
En eso Perry entra armada con agua bendita y empieza a atacar a Mattie a la malagueña gritándole que confiese los asesinatos de los chicos del periódico. Algo que tengo que admitir que me hizo mucha gracia pero ahora temo por Perry porque Mattie no es que tenga mucho sentido del humor.
Y dicho y hecho, Mattie pierde la paciencia y ataca a Perry para susto de todas nosotras. Laura y LaFontaine de inmediato intentan detenerla pero Mattie enfoca su atención en Laura y empieza a ahorcarla, aunque luego entra en razón. LaFontaine grita de fondo que Perry está desmayada pero no sangra demasiado y está viva y Carmilla dice que dado que no ha muerto todavía pueden mantener el trato.
Al escucharla LaFontaine se indigna totalmente porque su amor por lo sobrenatural no cruza la línea de ver a Perry herida y ahí es donde entra Laura que las manda a callar a todas porque está absolutamente harta de verse en medio de estos pleitos y no ha dormido en sabe dios cuantos días.
Más tarde, vemos a Laura entrar en el cuarto para encontrarse a Carmilla mirando al horizonte. Parece que Mattie está nefasta y la morena quiso huir de los reniegos de su hermana mayor. Carmilla pregunta por Perry y Laura le dice que está bien, pero que sabe que a ella no le importa.
Laura: ¿Por qué yo?
Carmilla: ¿Qué?
Laura: No te importa si Perry vive o muere, pero sigues salvándome. De tu madre, de tu hermana… De ti misma. Es una estudiante como yo. ¿Qué la hace diferente?
Carmilla le dice que no hay una razón específica por la cual Laura es sagrada para ella. Que Laura es suya y Perry no. Algo que la rubita no comprende porque para ella amor es otra cosa.
Carmilla: Quieres razones. El camino de pensamientos y justificaciones que puedas seguir hasta un lugar seguro. Quieres el tipo de amor que encaja, como una llave en un candado. Pero yo no tengo nada de eso para darte. Todo lo que sé es que en más de un siglo, tú eres la única persona que he creído que vale la pena salvar. Tú y solo tú.
Laura: No es suficiente…
Carmilla: Lo sé.
¡Dios me muero! ¿Hay alguien más romántico que Carmilla? Es que está hasta los huesos por Laura, no puede amarla más y al mismo tiempo se da perfecta cuenta de que, no es para nada lo que Laura quiere, otra cosa es que no sea lo que Laura necesita, pero de eso tendrá que darse cuenta ella solita.
Carmilla: ¿Me extrañas?
Laura: Como si alguien me hubiera hecho un hueco en mi interior.
Creo que aquí todas entendimos perfectamente a Laura, sobre todo porque después de esa declaración no hay nadie que no haya sentido un huecazo en su corazón que solo miles de momentos románticos y alegres de Hollstein podrán llenar.
Pero por si fueran pocas las palabras, Carmilla decide cerrar la noche demostrándole a Laura lo muchísimo que la ama con sus actos. Antes de que Laura se vaya, Carmilla le dice que Mattie lleva un pedazo de su corazón en el colgante que lleva al cuello, que eso es lo que la hace inmortal y que si alguna vez intenta volver a matarla, debe quitarle el medallón y destruir lo que está dentro. Carmilla le da la llave a Laura para destruir a su hermana mayor, porque no puede pensar en un mundo en el que ella no exista. ¡Muero de amor!
¿Cómo lo han visto lesbicanarias? Porque lo de Vordenberg empeiza a tener muy mala pinta y no sé porque esta temporada temo tanto por Danny porque parece estar en su punto más alto pero tengo un mal presentimiento. Y por si eso fuera poco Laura y Carmilla siguen separadas por la realidad de este mundo cruel. ¡A ver que nos trae la próxima semana de Carmilla!