Con motivo del día de la Visibilidad Lésbica, el 26 de abril, y dentro de la la V Muestra de Cine Lésbico de Madrid, el Área de Mujer de Fundación Triángulo Madrid, el LesGaiCineMad y Filmax, programaron el preestreno del largometraje “Freeheld, un amor incondicional”, al cual fuimos invitadas.
Esta película, dirigida por Peter Sollett y protagonizada por Julianne Moore y Ellen Page, nos cuenta la historia de amor y la lucha de la policía de Nueva Jersey, Laurel Hester (Julianne Moore), por conseguir dejar su pensión a su pareja Stacie Andrée (Ellen Page).
La película nos lleva a través de la relación de ellas dos desde el momento en el que se conocen. Vemos así como Laurel es muy valorada en su labor como detective. Ha sido condecorada y es muy admirada por sus compañeros. Al mismo tiempo descubrimos que está completamente en el armario y que nadie sabe que es lesbiana, ni siquiera su compañero de toda la vida.
Al poco conoceremos a Stacie durante un partido de voleibol. Es una chica mucho más joven que Laurel, con un aspecto muy masculino y mecánica de coches. Stacie invita a salir a Laurel y a partir de ese momento el romance se desencadena. Vemos como su relación avanza, se compran una casa y se establecen como pareja legal.
Pero el momento love is in the aire, happy-lesbian, llega a su fin cuando a Laurel va al médico pensando que se ha dañado un músculo y le diagnostican cáncer de pulmón terminal. La película no se detiene mucho en estos momentos de drama sino que se centra en lo que sigue a continuación, la lucha.
Laurel nombra a Stacie la beneficiaria de su pensión y los Freeholders (Junta de Legisladores del Condado de Ocean, New Jersey), deniegan la solicitud. Se niegan a reconocer a una pareja de hecho de dos lesbianas. Aquí empieza el periplo de la pareja. Ninguna es una activista por los derechos LGTB y al principio son ellas dos contra los Freeholders pero poco a poco los medios y los activistas se hacen eco de la noticia y empiezan a surgir los apoyos para la pareja.
Después de ver el documental en el que está basado la película y con Julian Moore y Ellen Paige de protagonistas, tenía las expectativas muy altas. Y si digo que la película no me gustó, estaría mintiendo aunque sí se me hizo descafeinada. Me explico.
Ellas dos interpretan perfectamente a sus personajes. Te crees a una Julian Moore en el armario pero enamorada de su pareja, luchando porque consiga lo que se merece, porque no se quede sin dinero para poder quedarse en su hogar. También te crees a una Ellen Paige que está, por un lado, asumiendo su futura pérdida y, por el otro, luchando y apoyando a su chica. Pero, queridas Lesbicanarias, no conectan entre sí en la pantalla. No tienen química entre ellas, o al menos yo no la sentí. Teniendo esto en cuenta, y la actuación de algún que otro miembro del elenco, la película no destaca en nada más.
Todo lo que sucede desde el rechazo de la solicitud de los Freeholders, es aburrido y está mal enfocado. El guion pasa de bollo-pastel a bollo-aburrimiento.
En definitiva, nos encontramos ante una película cuya protagonista principal le viene grande. Sin una Julian Moore que vuelve a interpretar de forma impecable a una persona enferma y luchadora (como olvidar su Por siempre Alice) y sin una Ellen Paige más que acertada en su actuación, sería una película mediocre.
Si la veis, contadme que os pareció. Me gustaría saber si tenéis mi misma opinión o por el contrario pensáis que no logré conectar con la película.