La semana pasada en Anatomía de Grey, Leah volvió al Seattle Grace y nos puso a todas nerviosas, porque Shonda había prometido nuevo amor para Arizona y Leah se presentaba a candidata, al menos en nuestros pensamientos por aquello de que ya habían estado alguna vez juntas. Así que esta semana la empezamos con los ojos pequeños en búsqueda y captura de cualquier pista y ¡nos la han dado a lo grande! ¿Listas para comentarla?

Nuestro episodio comienza con Arizona platicando con Maggie, Riggs y Avery sobre «la nueva» y es que Bailey ha mandado traer una doctora para que revise todo el programa de enseñanza del hospital y de apuntes sobre lo que hay que cambiar. Por supuesto todos están nerviosos, aunque Arizona lo disimula diciendo que a ella seguro no le pasa nada porque prácticamente no hay nadie en el universo que sepa hacer lo que hace ella. Y es cierto, pero igual está nerviosa.

Ahí, rompiendo corazones desde el principio

Les presento a la doctora Eliza Minnick que empieza su andadura hablando con los residentes. Porque ¿quién mejor que ellos para saber qué anda mal en el programa? No pasa ni medio segundo y ya tiene a los residentes en el bolsillo contándole todo lo que piensan de todos los doctores. Tenemos que decirlo, esta mujer sabe lo que hace. Igual yo la miro un poco de reojo porque sufro por Richard, que todavía no puedo creer que Catherine y Bailey vayan a por el programa sin hablar con él. Porque está claro que sí que necesitan hacer cambios, pero la forma podría haber sido otra.

Por otro lado, Arizona está atentísima a la junta que están teniendo los residentes con Minnick, pero no es la única, Maggie, Riggs y April también están ahí. Todos curiosos por saber qué es lo que está pasando dentro. Igual nuestra patinadora se distrae fácilmente porque el teléfono de April suena y no es cualquier sonido, es el sonido de un «match en Tinder». Y por lo visto nuestra rubia sigue teniendo el mismo pegue de siempre, porque de inmediato nos hace saber a todas que le encanta cuando su teléfono hace ese sonido y por su cara sabemos que es muchas veces.

Más adelante vemos a Eliza pasarse por una operación de Meredith y sacarla de sus casillas porque insiste en que Ben debería ayudarla más con la operación. Vamos, que en menos de medio segundo se hizo odiar, pero a Eliza no sufre en lo más mínimo por eso y sigue adelante como si nada.

¿Cómo que no estoy en la lista? ¡Pero si soy awesome!

Más adelante vemos a Arizona reunirse con Maggie, Alex y Avery en la clínica. Resulta que a Eliza se le ha olvidado una lista en un cuarto y están todos ellos calificados en orden. Maggie está traumatizada porque está al final de la lista y Arizona porque ni si quiera aparece. Las cosas no van bien cuando Avery está en el número uno de la lista, se los digo yo. Encima, por estar en pleno sufrimiento, Arizona no se da cuenta y lastima a Alex diciéndole que es obvio que él tampoco esté ahí. La pobre intenta recular pero ya es demasiado tarde.

Igual Alex no solo no se lo toma en cuenta, sino que hace todo lo posible por que se sienta mejor. Le dice que está completamente seguro de que es un error que no esté en la lista, porque está claro que el único que tiene razones para no estar ahí es él. Arizona no se queda muy convencida, pero igual la ayuda saber que tiene alguien de su lado de manera incondicional.

Mientras tanto, Eliza está presenciando otro pleito entre Owen y Amelia que desquitan en la medicina sus problemas personales. Igual cuando se ponen de acuerdo propone que Stephanie ayude a Amelia y sea Owen quien asista para felicidad de Stephanie que ya está un poco enamorada de ella por aquello de que es la diosa de los residentes.

No soy lesbiana pero cásate conmigo igual

Eliza se pasa entonces por la operación de Maggie y Leah. Y todo hay que decirlo, se dedica a soltar verdades incómodas para todos. Yo incluida porque quiero a estos doctores y no quiero que nadie los toque. Pero claro Eliza lo que quiere es mejorar el sistema y si tiene que sacudirlo lo va a hacer. Lo que hace que yo la odie un poco al mismo tiempo que digo «grrr» y no, no es un gruñido negativo sino de «uhhh sexyyy» porque sí, una mujer que sabe lo que quiere siempre es sexy, aunque para conseguirlo sea dura (que por algo nos encanta Regina Mills).

El caso es que Maggie está un poco vuelta loca porque quiere ser una buena maestra pero no le sale del todo bien. Y Richard está cabreado porque Eliza está interrumpiendo su programa y su manera de hacer las cosas en primera lugar y en segundo se está metiendo con su hija. Y en medio de todo ese desmadre, Eliza le rompe adrede una arteria a la paciente para hacer que Deluca aprenda a reaccionar.

Todo sea dicho, Deluca aprendió, así que su metodología es buena, eso sí, no sé yo si me gustaría ser su paciente jeje. Richard por su parte está fúrico y de inmediato lo expresa.

Eliza le dice que la paciente jamás estuvo en peligro, que ahí habían cuatro cirujanos que podían haber resuelto la situación sin problema. Pero ahora hay 5 porque Deluca también puede hacerlo y lo hizo en un entorno protegido donde si algo hubiese salido mal podría haberse resuelto. Si pudiera tener más experiencias como estas, podría ser mejor cirujano. Y lo admito, todo lo que dice tiene sentido.

Más adelante, vemos a Eliza y Arizona encontrarse en elevador. La morena está perdida y la patinadora de inmediato al asiste para llegar a la oficina de Bailey, que es lo que está buscando. Eliza está a punto de irse en el elevador cuando Arizona reacciona y detiene las puertas para decirle algo que tenía dentro y ya no puede callarse más:

Arizona: Has cometido un error.
Eliza:¿Perdona?
Arizona: Yo soy genial. Y tu pequeña lista o lo que sea que es eso, debería tener mi nombre en ella. Porque yo he criado grandes cirujanos y voy a crear más. La cirugía fetal es una práctica muy exclusiva, y hay muy pocos como yo. Soy como un pájaro raro y exótico, y si haces que deje de enseñar, puedo ser la última de mi raza.

¡Ais que extrañaba un buen discurso de Arizona! Y aquí podría sufrir recordándoles algunos de los discursos geniales que la patinadora ha dado pero todos llevan a Callie en medio y yo sigo sin superarlo. Así que avancemos porque Eliza tiene cara de ¿ein? ¿de qué me habla señora? Hasta que se da cuenta del percal y le dice rápidamente que solo los apunto porque es una técnica memotécnica que la ayuda a recordar los nombres de la gente.

Arizona aliviada recula y le dice que entiende que no tenga que acordarse de su nombre para nada, ahora comprende que no esté en la lista, pero se equivoca otra vez.

Eliza: ¿Arizona Robbins? ¿Ese nombre asociado a esa cara? No, no es uno del que me vaya a olvidar. Buenas noches.

¡Menuda tirada de tejos! Jaja pobre Arizona, la dejó en pesca totalmente. Lo que fue super gracioso, porque generalmente es ella la «soy la conquistadora total» y ahora le han volteado los papeles y la han dejado como WTF!. Me ha gustado la escena y la manera en la que lo han presentado. Igual he sufrido porque sea en el elevador porque desde Penny ya nada es sagrado.

Me llamo Eliza y mi soundtrack vital es I’m gonna raise hell»

AL final vemos a Eliza entrar a la oficina de Bailey para decirle que ha revolucionado el hospital, pero que le ha gustado lo que ha visto y se va a pensar su oferta de trabajar en el Seattle Grace. Eso sí, le advierte que la gente va a odiarla, ella está acostumbrada y le gusta vivir ese papel, pero a Bailey también le va a tocar ser la mala del cuento, así que le dice que tiene que estar preparada.

Y por si fuera poca advertencia, también le deja saber que si viene quiere el puesto para ella sola, que no piensa trabajar con nadie más, lo que significa que Bailey tiene que despedir a su mentor y el hombre que la ayudó a llegar a donde esta. Bueno despedirlo de jefe del proyecto educativo, no del hospital, pero igual puñalada trapera.

Tengo que decir que me encanta Eliza, me cae un poco mal pero también me encanta porque la manera en la que han presentado el personaje hace que le tengas respeto. Tengo claro que se va a quedar y que su estancia va a traer chorrocientos problemas para todos menos Arizona, que parece que por fin tendrá un amor bonito. De momento han empezado bien para mí, al menos yo le doy mi visto bueno. ¡A ver que nos traen los siguientes episodios! ¿Cómo lo vieron ustedes? ¿Les gusta la idea de la pareja de Eliza y Arizona?