La semana pasada en Anatomía de Grey los colores del arcoiris empezaron a iluminar al Seattle Grace porque Arizona y Eliza conectaron de una manera especial cuando la segunda perdió a su primer niño en el quirófano. Lo sé ¡en este lugar las desgracias abundan! Pero al menos sirvió para que la patinadora (y todas nosotras) pudiera ver otro lado de Eliza.

Eliza lista para la acción

Nuestro episodio empieza con Eliza en junta con todos los residentes. Les cuenta que la operación de hoy es un trasplante de riñón, algo que emociona y da miedo a los residentes en igual medida. Eliza les dice que no están preparados todavía para ir por sí mismos a una operación tan importante, pero que un adjunto estará ahí supervisándolos en todo momento y que si algo pasa estará ahí para tomar el relevo. Esta vez le toca operar a Warren y Cross supervisados por Webber que se encargarán del donante y Edwards y Wilson estarán con el niño y las supervisará Karev.

La cosa se complica un poco en ese momento porque claro, el episodio pasado a Edwards se le murió su primer niño, así que operar en un segundo tan pronto es sufrido y encima Wilson tiene que operar con Karev. ¡Drama! Pero a eso venimos aquí, tampoco vamos a negarlo.

Arizona y Eliza disimulando

Disimula cara mula

Lo siguiente que vemos es a nuestras doctoras favoritas platicando por las escaleras. Al parecer, en los cuatro días que no las vimos estas se han hecho super amigas. Arizona le ha recomendado a Eliza lugares donde comer y esta se ha enamorado de las opciones. Todo marcha viento en popa, excepto cuando se topan con Jackson y de inmediato las dos empiezan a disimular que se odian con odio jarocho, lo cual me hizo mucha gracia.

Eliza sufre por otro niño

Intento ligar con una pediatra ¡no se me puede morir otro niño!

En el caso de Eliza las cosas se complican aún más porque una mamá le iba a donar a su hijo enfermo uno de sus riñones, pero cuando le quitan el riñón se dan cuenta que el otro no le funciona. Desgracia total porque ahora solo tienen un riñón bueno para dos pacientes, lo que significa que el que se quede sin riñón se muere. ¿A quién deben salvar? ¿Al hijo con una vida por vivir que se quedaría huérfano o a la mamá que viviría para siempre con la culpa de que está viva cuando podría haber salvado a su hijo?

La verdad es que es una dicotomía de las feas. Todo el mundo anda ahí discutiendo y dando su opinión cuando Jo ofrece una tercera opción; el padre del niño tiene un riñón compatible. Pero ¿aquí se acaban los problemas? ¡Por supuesto que no! Porque resulta que el padre es un maltratador que les pegaba a ambos y si aceptan ese riñón quedan atados a él para siempre. ¿Cuál es la respuesta correcta en este caso?

Al final con todas las pegas optan por la última opción porque al menos así todo el mundo queda vivo.

Arizona y Eliza sonriendo

A mitad del episodio, Eliza se pasa a visitar Arizona para contarle sus penas y el mal rollo que le produce la decisión que han tomado, porque lo dicho, es complicado de todas las maneras. Pero la patinadora le dice lo que todos podemos ver, que esa era la mejor opción porque al menos todo están vivos y eso ya es algo. Las dos sonríen como si no existiera nadie más en ese mundo y la química vuela por nuestras pantallas hasta que Webber pasa por ahí y Eliza pasa a modalidad perra del mal y le grita a Arizona para disimular ¡LOL!

Yo me reí mucho la verdad y Eliza se lo está pasando pipa con todo este rollo nos odiamos en el trabajo. Arizona no tanto, porque claro ahí está Webber indignado por el maltrato y la patinadora se siente mal porque él está ahí hablando de lo mala mujer, persona y profesional que es Eliza y ella ahora ya tiene claro que no es así, así que le da cosa seguir con la mentira.

Arizona y Eliza hablando en el estacionamiento

Por la noche Arizona y Eliza se encuentran en el estacionamiento y la patinadora de inmediato entra en acción para decirle a Eliza que el juego para ella ya no es divertido.

Arizona: Tú eres buena, eres divertida e inteligente y la gente te importa. Los estudiantes te importan incluso más que a mí. Y tienes esta manera brillante de hacer de sus victorias tus victorias. Y eres buena para este lugar y para ellos y todo el mundo debería saberlo.
Eliza: Arizona para, necesito que pares para poder besarte.

Arizona y Eliza besándose

Y así señoras el ship entre Arizona y Eliza queda oficialmente inaugurado señoras. Y el beso ha sido muy mono. Me ha gustado mucho que no es el clásico interrumpo tu discurso y te beso con pasión. Eliza más bien le ha pedido permiso a Arizona para besarla y dado que la rubia aceptó, procedió a darle un beso que ha sido más bien tierno y mono y que promete muchas cosas más en el camino.

¿Les ha gustado? ¿Se imaginaban que su primer beso sería así? ¿Qué creen que pasará ahora con todo este asunto en el hospital? ¿Llegarán a algún acuerdo y se acabará la tensión? Lo veremos en futuros episodios de Anatomía de Grey, así que ¡aquí nos vemos!