La semana pasada en Anatomía de Grey hicimos un repaso a los últimos tres episodios básicamente porque entre Arizona y Eliza no pasó nada. Fue triste pero cierto. En este ¡sale Eliza! Lo que ya es un paso adelante respecto a los tres anteriores, pero no les voy a mentir, tampoco es que se prodigue. Eso sí, al menos se habla de la relación. ¡Sufro tanto! En serio, este sábado por la mañana me desperté y pensé: «¡Uh… ayer fue Anatomía!», lo que habla del nivel de emoción que me produce últimamente la historia…
Nuestro episodio comienza con Arizona y Eliza llegando juntas al hospital en el coche de la pediatra. Lo que supongo que significa que ya estamos en fase de «me quedo a dormir en tu casa» y cuando digo dormir sé que ustedes entienden que hubo poco sueño y mucho sexo. El caso es que las chicas se bajan del coche y Riggs también viene llegando, así que se produce un momento incómodo que él resuelve diciendo: «que guay que ahorren viajando juntas«.
Luego vemos a Riggs y Arizona planificar una operación en un pequeño humano que aún no ha nacido y ya tiene un tumor. Y están en esas cuando a la patinadora le entra la culpabilidad de la negación y confiesa, en realidad no era un aventón, sino que están juntas. Riggs le dice que lo tenía claro, pero que disimuló porque la vio incómoda y Arizona le cuenta que lo están manteniendo en secreto porque todo quisqui tiene opiniones de Eliza. Riggs le aconseja que no se preocupe de ellas, que tendría que valerle madre lo que piensen todos los demás, lo importante es lo que siente ella. ¡Ala! Riggs me has sorprendido y todo.
Por esa parte guay, pero cuando el scan aparece en pantalla el tumor del bebe ha crecido al doble y hay que operarlo a la de ya. Justo en ese momento entra Maggie que acaba de regresar al hospital después de tomarse unos días libres para poder llorar en paz la muerte de su madre y decide que esa operación es justo lo que necesita para entretenerse, así que se la adjudica ante la mirada atónita de Arizona y Riggs que no tienen muy claro que sea la mejor opción.
Los papis del pequeño humano son grandes amigos de Owen, así que cuando este se entera de que Maggie va a operar se la lía parda a Arizona. Él piensa que Riggs está más involucrado con la pareja y el caso y grita que Riggs es la mejor opción justo afuera del cuarto donde están los papás. ¡Genial Owen! Obviamente los padres se nefastean y exigen explicaciones, pero Maggie les cuenta la verdad, que Owen está preocupado porque su madre acaba de morir, pero que ella es la mejor cirujana de corazón en el hospital, que por algo es la jefa. Así que al final se deciden por ella.
Más adelante, Arizona y Riggs se encuentran en elevador y hacen migas platicando de sus respectivas relaciones o ¿deberíamos decir intentos? La patinadora le cuenta que está recién divorciada y que se ha topado de frente con esto cuando no se lo esperaba, así que todo es muy nuevo. Él le dice que no tiene claro si su relación empieza o no. En esas andan cuando llegan a su destino y como ya está involucrada, Arizona le dice que espera recibir actualizaciones sobre el estado de su relación. ¡No le vendría mal otro amigo a la patinadora!
Ya en quirófano todo va viento en popa y cuando llega el momento de que Maggie intervenga, Arizona se toma un segundo para preguntarle si está segura de seguir adelante porque ahora sí que llega el punto de no retorno. Maggie se indigna un poco por la pregunta, pero la patinadora le dice que con sus pequeños humanos no se juega, así que la cardiologa asiente y seguimos con la operación.
Maggie remueve el tumor sin problema y todo va genial, pero cuando va a cerrar el mini corazón entra en parada y la histeria le entra a todo quisqui menos a Maggie que parece impasible. Arizona se desespera y se pone a gritarle que haga algo y lo haga ya, pero Maggie insiste en que no, que hay que esperar. La patinadora por poco sufre un colapso, pero Maggie tenía razón, el pequeño corazón solo necesitaba un minuto para adaptarse a la situación.
Por la noche, Arizona y Riggs se vuelven a encontrar y él le cuenta que por fin ha avanzado y tiene un cita. Arizona intenta descubrir quién es la persona misteriosa y es muy gracioso porque entre sus opciones está Owen LOL y Bailey porque «el corazón quiere lo que quiere». Pero claro, al final descubre que es Meredith y ahí cambia el tono de la conversación porque le rubia se queda super sorprendida.
Arizona mete un poco la pata porque claro, le cuenta que está sorprendida porque jamás se le ocurrió que Meredith pudiera superar a Derek porque él lo era todo para ella. Que la vida de Grey giraba en torno a él y en su mente jamás cupo la posibilidad de que alguien más entrara en su vida. Algo que obviamente deja totalmente frikeado a Riggs. Pero yo la entiendo porque ¡eso fue exactamente lo que pensé con Penny y Eliza! Y sí, este es el momento en el que menciono a Callie porque ya saben que un resumen sin ella para mí no es lo mismo XD.
Y así señoras terminamos nuestro episodio de esta semana. A ver si grey nos bendice con algo de chicha lesbicanaria par la siguiente, porque últimamente nos tiene a régimen.