Sabemos que nuestra página está cariñosamente dedicada a la comunidad queer femenina, principalmente. Pero esto no nos va a servir de excusa para ignorar una de las peores atrocidades que la comunidad LGBTQI ha tenido que sufrir.

Sí, estamos en 2017 y, sí, hemos avanzado en muchos aspectos en nuestra lucha por la igualdad. Pero estamos en 2017 y todavía vivimos la discriminación de cerca.

En pleno siglo 21 y tenemos que ser testigos de cómo un país literalmente persigue, tortura y asesina hombres gay.

Chechenia

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El gobierno del país, un cercano afiliado a Rusia, también vocal en su homofobia, está siendo acusado de genocidio gay.

Alguna víctima que logró escapar lo que en pocas palabras describió como un campo de concentración para hombres homosexuales, pudo hablar y dar luz al problema:

El Estado está persiguiendo a hombres gay, los detiene, les tortura y en algunos casos hasta llega a matarles.

Reacciones

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Hace unas semanas cuando la noticia recorrió el mundo, el presidente Ramzan Kadyrov lo negó. Pero lo negó diciendo que era imposible porque en Chechenia no hay gays… Claro, porque los están matando.

«Si hubiera tal gente en Chechenia, los órganos de aplicación de la ley no tendrían que tener nada que ver con ellos, porque sus familiares los enviarían a algún lugar del que no haya regreso»

Uno pensaría que la comunidad internacional reaccionaría en un masivo rechazo a semejante barbarie. Como cuando hay un ataque terrorista en Europa o Estados Unidos.

Pero como cuando hay un ataque terrorista en un lugar que no sea considerado “cultura occidental”, la indignación fue más bien mediocre.

A penas tomó protagonismo en los noticieros. ¿Por qué será que sólo nos importa cuando ocurre en lugares como París, pero no cuando ocurre en Estambul?

Por supuesto ha habido voces que se alzaron en contra del genocidio. Un grupo activista gay francés ha sido el más involucrado en combatir al estado checheno. Angela Merkel puso la fuerza de Alemania detrás de un rechazo a la persecución de gays.

Otros grupos activistas también se han pronunciado. Pero, por ejemplo, la mayor potencia mundial no sólo ni se ha referido oficialmente al tema, sino que le está negando visas a los homosexuales que intentan escapar el horror: Estados Unidos. Menos mal que está Lituania para ayudar.

Dato histórico:

En la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. también limitó y/o negó la entrada a los judíos europeos que intentaban escapar las garras de Hitler, alegando que después iban a haber muchos de esos en sus tierras.

Si tan sólo hubiera un presidente distinto…

Rusia dijo que iba a investigar las acusaciones, mientras intentaba silenciar a grupos activistas de su territorio. Por supuesto que nadie aceptó la intervención rusa, porque todos sabemos que Rusia también persigue homosexuales.

Cuando las autoridades son el enemigo

(Vía oyemathias.tumblr.com)

Por experiencia les digo que no hay nada más desolador que saber que las entidades que se supone existen con el único objetivo de protegerte, como ciudadano, son realmente lacayos de un régimen opresor.

La policía chechena ha advertido a la población:

«Les dicen a los padres que maten a sus hijos o que ellos lo harán. Y lo llaman: «Limpiando tu honor con sangre”»

Soluciones

(Vía eventbrite.ca)

Lo primero que tenemos que hacer es mantener la atención en el asunto. Exigir acciones y resultados. Condenar a los genocidas y sus cómplices.

No permitir que la situación caiga en el olvido.

Pero también hay otras acciones que podemos hacer. Se puede contactar al gobierno local exigiendo acción ante el suceso.

Apoyar a los grupos activistas que luchan por los derechos y la protección de estos hombres.

Donaciones. Rainbow Railroad, por ejemplo, es un grupo que se dedica a ayudar a grupos LGBTQI perseguidos por violencia y que están en riesgo de sufrir encarcelamiento, serios daños físicos o inclusive la muerte.

Tienen sucursales en lugares estratégicos, como el Caribe, África y el Medio Oriente.  Ellos están trabajando para sacar a los hombres gay perseguidos en Chechenia del infierno que les acosa.

Otro caso preocupante

Bajo la sombra de este terrible hecho en Chechenia descubrimos que en Azerbaiyán los medios de comunicación están llevando a cabo una campaña del terror, con la que buscan sembrar miedo y odio contra la comunidad LGBTQI.