No es secreto que eso de salir del armario no es tarea fácil. Claro que para algunos lo es más que para otros. Dependiendo del entorno y la sociedad en la que se desenvuelva la persona. (Que, dejemos claro, mientras las personas se vean dentro de un armario por los prejuicios sociales, nunca será una sociedad ideal)

A pesar de que muchos piensen que salir del armario es una obligación, no lo es. Es más liberador, generalmente mejor para la persona. Pero no es una obligación. Nadie le debe explicaciones al resto del mundo sobre su identidad sexual.

Así que eso de que te estén sacando a la fuerza es terrible. Pero cuando es la historia la que te saca del armario pues Eso les pasó a estas cinco mujeres que la historia se encargó de dejar claro fueron queer:

Eleanor Roosevelt

Hay que abrir la lista con una Primera Dama. Franklin D. Roosevelt fue el 32 presidente de los Estados Unidos, entre 1933 y hasta su muerte en 1945.

A estas alturas a nadie le extraña que los hombres poderosos de la historia tuvieran vidas adulteras. Pero nuestro amigo Frank, aquí, que no era la excepción, tuvo que ceder a permitirle un amorío a su mujer, Eleanor.

Lo mejor es a quién se supone que eligió ella: A la periodista Lorena “Hick” Hickock. Por supuesto que son más especulaciones que hechos concretos, pero la evidencia no es tan dudosa. A pesar de que la familia Roosevelt se esforzó por borrar todo rastro.

«Nadie te puede hacer sentir inferior sin tu consentimiento»
(Vía usatoday.tumblr.com)

Algunas cartas entre las dos amantes que pudieron ser rescatadas revelan una relación de lo más enternecedora, a pesar de las circunstancias:

Quisiera poder rodearte con mis brazos y besar la esquina de tus labios. No puedo besarte, así que beso tu fotografía todas las noches y todas las mañanas.

Eleanor fue una reconocida feminista, la primera Primera Dama (valga la redundancia) que participó activamente en la política y se dice que tenía un grupo cercano de migas que eran abiertamente lesbianas.

Estamos hablando de los años 30. Tal vez eso no suene tan extraordinario ahora mismo (aunque francamente…), pero hay que ver el contexto histórico.

En una de las cartas Eleanor escribe:

Quiero poner mis brazos a tu alrededor. Deseo abrazarte. Tu anillo es un gran consuelo para mí. Lo miro y pienso ‘ella realmente me ama, de lo contrario no lo estaría usando.

María Antonieta

(Vía vivelareine.tumblr.com)

La Reina está encantada con Madame Elizabeth y le cuenta a todo el mundo que nunca antes había conocido a alguien tan fácil de amar. Que apenas está aprendiendo a conocerla, que se han hecho amigas y que esa amistad durará toda la vida. [x]

Quizás la que ya todas sabíamos. La historia la sacó del armario hace tiempo y la cultura popular se encargó de cementarlo.

Es posiblemente la figura histórica femenina francesa más famosa, detrás de Juana de Arco, claro. Aunque María Antonieta en realidad era austriaca, fue la última reina de Francia.

Entre muchas otras cosas la acusaron de provocar la Revolución Francesa, posiblemente el evento histórico más influyente. Y de promiscua, bisexual.

Kirsten Dunst como María Antonieta (2006)
(Vía petersonreviews.tumblr.com)

En aquel entonces no existían la prensa rosa, ni el Hola. Lo que existían eran panfletos de rumores que casi siempre llevan agendas políticas escondidas entre sus líneas. En estos panfletos la oposición se encargó de destrozar la reputación de María Antonieta. Asegurando que la razón por la que pasó los primeros siete años de matrimonio virgen era su preferencia sexual: Las mujeres.

Parece que a nadie se le ocurrió que la Duquesa de Austria no se sentía encantada de casarse, posiblemente a la fuerza, con Luis XVI. Los panfletos continuamente la acusaban de bisexualidad y señalaban repetidamente a la Princesa de Lamballe y a la Duquesa de Polignac como sus amantes.

Virginia Woolf

(Vía a-little-bit-pre-raphaelite.tumblr.com)

La afamada escritora tiene uno de los casos más irrefutables de bisexualidad en esta lista histórica. Es más, se cree que la única razón de que su aventura queer se mantuvo en secreto fue porque su casa editorial, Bloomsbury, era vocalmente homofóbica.

En 1922 Woolf conoció a la también escritora Vita Sackville-West, quien mantenía una matrimonio abierto con su esposo. Ambos eran conocidamente bisexuales.

Las dos escritoras se conectaron instantáneamente y una vez que el marido de Virginia dio el visto bueno, ambas comenzaron una legendaria relación romántica.

Virginia Woolf & Vita Sackville-West
(Vía gnossienne.tumblr.com)

Puede que la pasión de Virginia por su carrera le permitiera mantenerse en el armario. Pero la correspondencia entre ella y Vita no deja nada de dudas:

Le he contado a Nessa la historia de nuestra pasión en una tienda química el otro día. ‘¿Pero realmente te gusta ir a la cama con mujeres?’ Me preguntó, mientras aceptaba su cambio. ‘¿Y cómo lo haces?’ Así tomó sus pastillas y hablaba en voz alta como un loro.

Ese es un extracto de una carta que Virginia le escribió a Vita, contándole como salía del armario ante su hermana Nessa.

Florence Nightingale

(Vía microminutes.tumblr.com)

¿Ni idea de quién es? No se preocupen, que yo tampoco sabía. Pero su historia es realmente fascinante.

Nightingale era una mujer profundamente religiosa que crecería para convertirse en una reformadora social, estadista y la fundadora de la enfermería moderna.

¿Quién fue?

Nació en Italia, pero creció en Hampshire, Reino Unido. Les mencionaba que Florence era muy religiosa porque incluso llegó a tomar un voto de celibato. Así que su papel en esta lista es más que complicado. Porque ese voto se supone duró toda la vida.

Y si realmente vivió una vida de celibato para que vengamos nosotros con nuestros tiempos modernos a implicar que participaba, como dirían en OITNB, en Actividad Lésbica (que francamente si vas a romper un voto de celibato, es tu mejor opción). Pero veamos qué dice la historia.

¿Cómo sale del armario?

Lo que nos dice la evidencia es que, si no hubiese sido tan dedicada y hubiese roto su voto célibe lo habría hecho por una mujer. Además, no es necesario mantener relaciones sexuales para ser homo.

Antes de avanzar, vamos a tratar de ver con lentes del pasado las referencias de incesto, ¿sí? Florence vivió de 1820 a 1910, y en esa época los primos y tíos, y todo familiar que no fuera directamente tu padre valía.

Florence se refería a su relación con su tía como la de “dos amantes”. Su tía que luego se casó, pero que más tarde regresó, dejando atrás a su familia, para cuidar de una invalida Florence.

De su prima dijo:

Sólo he amado a una persona con tanta pasión en mi vida. Y fue ella.

En sus memorias escribió:

He vivido y dormido en la misma cama que condesas inglesas y grajeras prusianas. Nadie ha provocado pasión entre otras mujeres como yo.

Hablamos de la Era Victoriana, así que tal vez no necesariamente signifique que se acostó con ellas. ¿Quizás sólo les daba placer sin recibirlo? ¿Quizás sólo fantaseaba con ello? Realmente no lo sabremos con certeza jamás. Pero su preferencia queda bastante clara.

Marilyn Monroe

(Vía marilyn-monroe-collection.tumblr.com)

Ya. Como nos acercamos a la era moderna parece casi inevitable que muchos crean con certeza que Marilyn, como símbolo sexual que es, fuera al menos bisexual. Lo cierto es que prácticamente toda su vida de celebridad está envuelta en secretos y misterios. Hasta su muerte.

Su bisexualidad, sin embargo, es completamente especulativa. Como casi todo lo que rodeado su vida personal una vez se hizo famosa.

Así como muchos la relacionan como la amante de poderosos hombres, como el propio presidente Kennedy. Otros tantos aseguran que mantuvo algún amorío con famosas como Elizabeth Taylor, Joan Crawford, Barbara Stanwick, Marlene Dietrich.

«Ninguna (ralación) sexual es equivocada si hay amor»
(Vía mason-the-artist.tumblr.com)

Betty Grable aseguró en una ocasión que Marilyn la cortejaba y la han citado diciendo que ella encontraba esos avances “a veces escalofriantes”. Lo mismo ocurría con Judy Garland, quien supuestamente declaró que Monroe la pretendió en varias ocasiones.

Lo cierto es que la rubia no apuntaba bajo.

Pero quizás la evidencia más destacable se encuentra en el libro que escribió la actriz Jane Lawrence, en el cual detalla su relación con Marilyn. Y aunque pudiera ser una estrategia para vender libros, es bastante detallista.

Me besó en el muslo, con un brillo travieso en sus ojos. Los siguientes minutos son confusos, surrealistas, como de un sueño. Mi pulso se aceleró cuando Marilyn volvió a besarme el muslo. Luego se inclinó para besarme en los labios lenta y suavemente. Me estaba hiperventilando. Nos movimos por el salón y hasta el baño. Marilyn utilizó su lengua para lamer y devorarme, una sensación completamente nueva para mí. Con las chicas con las que he tenido sexo, siempre ha habido un aire de timidez y duda, no el hambre y la confianza que demostró Marilyn.

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