Aprovechando que el mundo está sumergido en un agujero negro de desilusión e intolerancia, Turquía ha decidido mover sus piezas homofóbicas y hacer esfuerzos para ilegalizar a la comunidad LGBTQI.nClaro que lo van haciendo paso a paso.
Paso 1
Primero prohibieron el festival alemán de cine gay en Ankara, la capital. El argumento para hacerlo es que temían que dicho festival pudiera incitar un ataque terrorista. El QueerFest Four pretendía proyectar cuatro filmes en los cines durante los días 16 y 17 de noviembre.
Los organizadores, Pink Life, aseguran que las autoridades les están negando derechos constitucionales. Porque en Turquía la homosexualidad no es ilegal, así que no debería haber razón para prohibir el festival de cine gay. La oficina del gobernador de Ankara manifestó en un comunicado su preocupación sobre si el contenido de las cintas del festival pudiera incitar agresiones y violencia contra parte de la población.
Agencias de inteligencia indicaron que «las organizaciones terroristas buscan atacar grupos e individuos disidentes ». Y que «el festival podría ser visto como una provocación y provocar reacciones».
Paso 2
Como esta noticia más o menos pasó desapercibida en su momento, la oficina del gobernador de Ankara pensó que podía aprovechar y extender la medida. Explicando que mejor se prohibían todos los eventos y actividades que pudieran ser referentes a la comunidad LGBTQI, desde películas, obras de teatro, marchas, paneles, reuniones o exhibiciones.
Alegando que estas medidas son necesarias para evitar despertar «el odio y la hostilidad» de los residentes locales y de «los peligros asociados que pudieran levantarse en términos de seguridad pública».
Traducción: Vamos a culpar a las víctimas.
Esto es como decirle a la gente, «mira, si no existes no te pueden matar». En lugar de condenar estas actitudes violentas, se protegen limitando las libertades de las potenciales víctimas. Los terroristas también parecen sentirse muy tentados a atacar a cristianos, y no veo yo a nadie prohibiendo misas. Tampoco les gusta el capitalismo y no se ven acciones para frenar a compañías.
Las reacciones
Las organizaciones de derechos humanos no han tardado en señalar que todo esto suena más a un intento de criminalizar a la comunidad LGBTQI y su existencia.
Es una prohibición «ómnibus»* que puede extenderse mucho. Enfrentamos una situación que es vaga, abierta a interpretación y a que se violen los derechos.
Porque, a pesar de que la homosexualidad es legal en Turquía desde 1923, los grupos defensores de los derechos aseguran que la homofobia y la discriminación son comunes. También aseguran que se han notado aumentos en los rechazos por parte de autoridades en ciudades como Ankara y Estambul.
Por ejemplo, en 2015 la policía dispersó a los participantes del desfile del Orgullo Homosexual. Con bombas lacrimógenas y perdigones de salva. Según Amnistía Internacional, desde ese acontecimiento, las autoridades han encontrado excusas para continuar reprimiendo el evento.
*Se refiere a algo que es aprobado como una acción, ley, o decreto único, pero que en sí mismo abarca varios temas y/o afecta varias áreas.
¿Consecuencias?
Como todo esto comenzó por la prohibición del festival de cine gay alemán, es posible que las ya precarias relaciones entre Turquía y la Unión Europea empeoren. Porque la embajada alemana estaba detrás del QueerFest. Y ya se sabe que Alemania es la líder de la pandilla.
De hecho el Consul de la Comisión Independiente Europea para los Derechos Humanos, Nils Muiznieks, reprendió a Ankara en un comunicado en Twitter por la prohibición:
La obligación de las autoridades es proteger a estas personas de los extremistas y potenciales criminales que les amenacen, no restringir sus derechos. Esta medida representa una creciente intolerancia hacia las personas LGBTQI por parte de las autoridades turcas.
Ya les advertía que después del triunfo de Trump, el resto de los demagogos del mundo se iban a soltar.
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