El pasado jueves 18 de abril conocíamos la lamentable noticia de la muerte de la prometedora periodista investigativa, y vocal defensora de los derechos LGBTQIA+, Lyra McKee. Tenía a penas 29 años de edad y se encontraba cubriendo las violentas manifestaciones que transcurrían en Londonderry. O Derry, como es mejor conocida la localidad de Irlanda del Norte. McKee falleció tras recibir varios disparos. Finalmente supimos que se trató de un acto que se adjudicó el grupo terrorista IRA, que desde hace décadas hace vida en ese país del Reino Unido.
Pero no estamos aquí para darle más protagonismo a los actos violentos, sino para recordar un legado más positivo de Lyra. Quien sin llegar a los 30 años de vida dejó un importante patrimonio de lucha por los derechos de la comunidad LGBTQIA+, y especialmente de los miembros más jóvenes de la misma. Como periodista y mujer bisexual, no puedo sentirme más obligada a compartirlo.
El artículo que le dio fama
McKee ya tenía tiempo haciendo un prometedor trabajo periodístico, pero fue una carta que publicó en The Guardian, donde se dirigía a su yo de 14 años, lo que la catapultó a una especie de fama mundial. Fue en 2014, cuando la periodista contaba con apenas 24 años, ahí le contaba a su yo adolescente sobre ser lesbiana, sobre su trabajo como periodista y sobre ser feliz, que comienza con la frase “Niña, todo va a estar bien.” Y termina con “Sigue aguantando, vale la pena. Te amo.” Entre otros maravillosos momentos están:
Tres meses antes de cumplir los 21, le dirás a mamá el secreto. Estarás llorando y temblando, y ella estará aterrada porque no sabe qué está mal. La Navidad estrá a un par de semanas. Debes decirle porque conociste a alguien que te gusta y ya no puedes vivir con la culpa. Pero no puedes decir las palabras, así que lo hace ella: “¿Eres gay?”, y tú dirás: “Sí, mami, lo siento mucho.” Pero en lugar de molestarse ella te contestará: “Gracias a dios no estás embarazada.”
Te enamorarás por primera vez. Te romperán el corazón por primera vez, y sentirás que mueres de dolor. No será así. Lo superarás.
Ahora mismo te preguntas si alguna ves serás “normal”. Eres normal. No hay nada malo contigo. No irás al infierno. Ni has hecho nada para merecer tanto odio.
La vida no solo se hará más fácil, sino que se pondrá mucho mejor. Caminarás por las calles sin miedo. Chicos adolescentes que nunca has conocido no te atacarán lanzándote cosas o insultos. Tus amigos serán los mejores que alguien pudiera desear. Te invitarán a fiestas. Tendrás una vida social. Serás amada. Las personas usarán adjetivos como “genial”, y “cool”, e “ingeniosa” para describirte. Y olvidarás cuando los otros chicos usaban “rara” y “extraña” y “lesbo”.
Confesiones de amor
Como para afianzar la carta que se enviaba a su sí misma, McKee también se ponía en una posición vulnerable, en San Valentín, para profesar su amor por su pareja, Sara Canning, y sobre la experiencia de encontrar el amor, en un artículo para The Belfast Telegraph:
Me di cuenta que el amor no es sólo lo que sientes, sino lo que haces cuando todo se derrumba y la persona a la que amas te necesita. He sido bendecida en mi vida de tanto de haber sentido ese tipo de amor y de haberlo recibido de vuelta con fuerza.
De acuerdo con algunas fuentes, Sara se encontraba con Lyra cuando murió.
McKee escribió para varias publicaciones como BuzzFeed, The Atlanticy Mosaic Science. Además tenía un contrato para escribir dos libros con la editorial Faber & Faber. De hecho, su libro, The Lost Boys, se publicará en 2020. Se trata de las desapariciones de niños en Belfast en los años 70. Lo que quiero decir es que su trabajo fue francamente inspirador, y siempre con un enfoque de ayuda. Que al final del día se supone es lo que debe ser el periodismo.
El legado de Lyra McKee
McKee se enfocaba mucho en buscar la verdad, y en que esa verdad sirviera para ayudar a las personas más necesitadas. Especialmente a los grupos marginados y particularmente a la comunidad LGBTQIA+. Ya era editora de Mediagazer. Y Forbes la nombre en su lista de 30 bajo 30 en los medios. Además ya había publicado un libro de no ficción, Angelswith Blue Faces, que trataba sobre un caso frío de los Troubles.
Una de las mejores muestras de su legado humanitario, además de sus muchas obras escritas entre artículos periodísticos y otros, es su charla de TED, sobre la igualdad de derechos para las personas LGBTQIA+, que dedicó a las víctimas de la masacre del club nocturno Pulse, en Orlando, Florida.