Después de haberme enamorado de la historia de Danie y Jamie en La Maldición de Bly Manor, no sé ustedes, pero yo me he quedado con ganitas de romance lésbico y fantasmas. ¡Eso es precisamente lo que nos ofrece Crema! Un cómic lésbico que me he encontrado por casualidad y que además centra su historia en otro de mis temas favoritos: El café.
A veces una se encuentra con joyas inesperadas y haberme topado con Crema ha sido una de esas casualidades del destino. Porque estaba mirando cómics de descuento en el Black Friday y me lo topé rebajadisimo. Nunca había oído hablar de la historia pero costaba lo que un café y tenía historia lesbicanaria así que aposté y gané. Así que aquí vengo, a contárselos para que ganen también ustedes.
Crema nos cuenta la historia de Esme, una chica obsesionada con el café. Le gusta tomarlo y prepararlo con amor, no solo para ella, sino para los clientes de la cafetería para la que trabaja. ¿El giro misterioso de la historia? Su amor por la bebida surgió de su miedo a quedarse dormida. Y algo de razón tenía porque la mujer ve muertos. Bueno, ve fantasmas.
La vida de Esme está llena de una rutina que ella encuentra tranquilizadora, pero todo empieza a cambiar cuando conoce a Yara. Dicen que los polos opuestos se atraen y Esme y Yara no podrían ser más diferentes. Esme es tímida y no muy salidora, Yara es modelo y le va la marcha. Pero de inmediato hacen migas y las dos tienen un gusto en común: su amor por el café.
Pero falta resolver el asuntillo de los fantasmas, ¿qué pasará cuando Esme se tope con uno que le pide llevarle una carta al amor de su vida para que pueda irse en paz?
Me gustaría poder explicarles lo muchísimo que me gustó Crema, porque la historia es bastante original y bonita. Te dura lo que un café y se disfruta tanto como beberte uno porque nunca pierde fuelle. Me recuerda un poco al realismo mágico por su manera de mezclar el café, el romance y los fantasmas.
Gran parte de la historia está ubicada en Brasil y es otra cosa que me encantó porque últimamente tengo debilidad por los relatos que se salen de las ubicaciones clásicas. Que a veces parece que todas las historias del mundo suceden en USA.
Además, la manera en la que reflejan la relación entre Esme y Yara es lo que siempre estamos pidiendo. Que las traten como una pareja normal y los problemas estén fuera de su condición como mujeres lesbianas.
En fin que sé que me repito, pero no puedo dejar de recomendarles de todo corazón que lean Crema. No se van a arrepentir y además sigue con el descuento así que por dos euros de nada se llevan una bonita historia lésbica en el corazón.