Desde que vimos el tráiler de «The World to Come» supimos que íbamos a sufrir. No es un secreto para nadie que suela ver películas lésbicas que, cuando se trata de historias de época, las cosas no suelen irnos muy bien. Abro la reseña así porque aunque a mi me gustó la película, se necesita un cierto estado de ánimo para verla. Así que quedan advertidas.
The World to Come gira alrededor de Abigail (Katherine Waterson) una mujer casada que vive en una granja alejada de la sociedad con su marido. Abigail está pasando por horas muy bajas. Su hija ha muerto hace menos de un año y su vida es gris y plana. Pero ella no conoce otra cosa y por tanto el único lugar donde se abre a la libertad es en su diario, donde nos cuenta sus deseos más secretos. Su ansia de conocer el mundo, de estudiar y tener una vida que sea más que ordeñar a las vacas y hacer mermelada. Sin embargo sus días se repiten como en un eterno día de la marmota.
Pero entonces conoce a Tallie (Vanessa Kirby), su nueva vecina que parece irradiar luz por ahí por donde pasa. Tallie es atractiva, confiada, culta y también está casada. Las dos están atadas en matrimonios que las hacen infelices, pero sus realidades son muy distintas. El marido de Abigail es amable y bueno, pero también aburrido y parco. Digamos que lo suyo es un matrimonio porque alrededor no había nadie más y tenían que casarse. Así que su vida es un eterno trabajar y de cama ni se hable. El esposo de Tallie tiene bastante más dinero, pero también es mucho más idiota. Desde un principio nos damos cuenta de que tiende a la violencia y que siente a su mujer como una más de sus propiedades.
Para cualquiera con un mínimo de perspicacia, es claro que Abigail y Tallie se ven atraídas desde el primer momento cuál imanes con polos opuestos. Así describe Abigail en su diario a la pelirroja:
Vio que su cabello me llamaba la atención y admitió que cuando era niña solía presumirlo. Dijo que entonces lo llevaba más largo y se lo trenzaba en un rodete en la nuca. En el sol invernal que se colaba por la ventana su piel tenía una tonalidad de rosa y violeta que me desconcertaba tanto que tenía que apartar la mirada.
¿Quién de nosotras no ha sentido ese flechazo intenso cuando conoces a alguien especial? El problema, en el caso de las dos mujeres de las que hablamos es que no existían palabras para describirlo o referentes. Así que las dos se aferran a la palabra «amistad» durante un buen tiempo. Pero la atracción entre las dos es intensa y todas sabemos que en algún momento va a explotar.
The World to Come nos cuenta la historia del romance entre Abigail y Tallie. Nos enseña sus primeras tentativas intentando entender que es lo que les pasa.
Tallie: Cada mañana me levanto y pienso que nunca quiero estar lejos de ti.
Nos lleva a acompañarlas en la intensidad de sus sentimientos. Su amor es más fuerte que cualquiera de sus miedos y terminan entendiendo que su felicidad depende de la otra. Creo que la película hace un excelente trabajo mostrándonos como la una saca lo mejor de la otra. Como el amor te nutre y te hace mejor persona. Que cuando eres feliz y compartes esa felicidad con otra persona se multiplica.
Abigail: Imagino que amo como nuestros sentimientos envolventes no dejan espacio para que ninguna de las dos quiera o busque algo más… Me he aventurado demasiado…
Tallie: Sé por experiencia que no siempre los que demuestran menos sienten menos.
Las actuaciones de Waterson y Kirby son impecables. Me han vendido la química entre ellas desde el momento cero. Cada gesto, cada tentativa, las palabras no dichas y las que se dicen pero con otra intención. Creo que las dos elevan bastante el material que les tocó interpretar. Sus escenas juntas están llenas de pequeños detalles y gestos que te cuentan la historia más allá del diálogo.
Pero la película nos cuenta también el lado oscuro de ser lesbiana en mundo opresivo y machista. En uno donde las mujeres no tenían libertades y mucho menos derecho a tener ciertos sueños. Es un mundo triste y asfixiante, sobre todo cuando sabes que muchas mujeres como nosotras lo tuvieron que pasar y otras por desgracia lo viven aún ahora.
Para mi gusto, vale la pena ver The World To Come. Como les comentaba antes, las actuaciones son especialmente buenas y el romance entre las dos es bonito. Pero lo dicho, necesitas ir con corazón duro y Kleenex preparados.