Bienvenidas al segundo capítulo de la segunda temporada de Motherland Fort Salem, una serie llena de magia y cuya pareja principal, Raylla, es una pareja sáfica, aunque ahora mismo las muchachas andan un poco separadas y esperamos que se encuentren pronto.
Nos quedamos con ganas de más en el capítulo anterior y este empieza como era de esperar: el ejército enseguida se pone a probar “su nueva arma” metiendo a Abigail y Raelle en una especie de contenedor hermético en el que sueltan todos los hechizos y amenazas que se le ocurren a Izadora, pero como comprobamos segundos después de que inicie este segundo capítulo, nada da resultado. Así es como se lo hace saber a Sarah Alder, que suspende de manera oficial las pruebas, pero que por detrás le insiste a la profesora necro que siga investigando hasta encontrar algo que lleve a buen puerto.
Poco después vemos a Izadora enseñándole a Alder la cabeza de uno de los señores que atacaron a nuestras brujas en la zona de los Tarim y que literalmente está cubierta por hongos y setas. Si a nosotras se nos abre la boca a ellas también. Están ante algo inusual traído del epicentro de la explosión que provocaron Raelle y Abigail.
Ya en la hora del desayuno, vemos a nuestra unidad favorita tener una conversación donde las tensiones entre Raelle y Abigail están presentes. La Bellweather quiere seguir siendo un conejillo de Indias pero Raelle detesta que la utilicen y prefiere que dejen de experimentar con ellas. Tally mientras tanto empieza a sufrir una pequeña crisis existencial por culpa de los sueños tan extraños que tuvo hace una semana con los ciempiés.
Las chicas hablan sobre los cambios que suponen haber entrado en la Facultad de Guerra. Resulta que ahora además de ser una unidad, están dentro de una Compañía a la que llaman aquelarre y a ellas les ha tocado la Compañía Sekhmet. Justo en ese momento Raelle se da cuenta de que hay una persona enfrente de ellas, ojos claros, porte seguro y sin un pelo de tonte que les observa con curiosidad. Nuestra chica le llama la atención un poco enfadada y se lleva como respuesta una sonrisa. ¿Quién será esa persona?
A muchos de kilómetros de distancia tenemos a Willa y Scylla hablando sobre los progresos de nuestra otra bruja favorita. En una semana ha conseguido infiltrarse entre los miembros de la Camarilla y ha conocido a una pareja: Bonnie y Shane. Scylla ve vulnerable a la muchacha, sabiendo que quizá por ahí pueda conseguir acercarse todavía más, pero Willa le advierte que no se desvíe de la misión, que ya sabe cómo puede acabar todo.
Vaya, que le da una regañina sutil por haberse enamorado de su hija perdiendo así el objetivo de su misión. Sin embargo vemos que Willa no está enfadada con Scylla sino con el ejército porque al haber estado casada con un civil, tal como le cuenta, la enviaban al frente continuamente obligándola a pasar tiempo lejos de su familia. Con el resurgimiento de la Camarilla, Willa incluso había llegado a pensar que Raelle estaba segura entre las paredes de Fort Salem, pero admite que no es así, y que esto ya no se trata de The Spree vs el ejército, sino de ir contra la Camarilla y asegurar la protección de su hija, así que sí, necesita a Scylla centrada en la misión.
Volvemos a Fort Salem para asistir a la presentación de la compañía Sekhmet. ¿Aquella persona que miraba a nuestras chicas? Es le líder del aquelarre. Les explica que algunas clases las tendrán en conjunto como aquelarre, otras individualmente según la especialización de cada una y que seguirán durmiendo como unidades. Hay un muchacho en la compañía que se acerca a Abigail y aunque entendemos que se conocen, lo cierto es que ella pasa un poco de él. ¿Quién será este misterioso chico?
Poco tiempo nos dejan para pensar en ello, ni a nosotras ni a Tally que se interesa bastante, porque M quiere hablar con Raelle. La tensión crece entre ambes. M le comenta que ha escuchado ciertos rumores sobre Raelle y ciertas asociaciones con el enemigo, pero vaya, Raelle deja clarito que eso ha terminado y que ya no hay más secretos. ¿Lo gracioso? Que mientras tienen esta conversación, la cabeza llena de setas que está estudiando Izadora reproduce con exactitud cada una de las palabras de la rubia y encima con su voz. Ups.
Ya más tarde, tenemos a las chicas en su habitación y se ven interrumpidas por Gregorio, el chico que está en su misma compañía. Insiste en hablar con Abigail porque al parecer hubo un malentendido tiempo atrás que involucra a Libba (Libba, te echamos de menos). Libba y Gregorio estuvieron saliendo en secreto cuando Abigail se metió en medio porque era su cavalier; para aquellas que no lo recuerden el cavalier es la cita astrológica de una bruja. Pero bueno, no fueron a mayores y no pasó nada relevante salvo el pique eterno entre la Swythe y la Bellweather.
Saltamos a otra escena. Nos encontramos en la sala principal donde se reúnen los cadetes, principalmente la Compañía Sekhmet. Alder les da un discurso motivacional a nuestras brujas, empujándolas a buscar siempre la verdad, a ser valientes y a tener la intención de cambiar el mundo que las rodea. Nos preguntamos si a final de temporada este discurso verá sus resultados, jeje. Izadora mientras tanto empieza a atar cabos…
En otra parte del país, Scylla vuelve al centro comercial del primer episodio. Sí, aquel donde mató a unas 1600 personas. En la actualidad, los familiares de las víctimas se encuentran llorando la pérdida de sus seres queridos mientras esperan a que Shane de un discursito en contra de The Spree y poniendo en tela de juicio la capacidad del ejército. La cara de nuestra necro es un poema de remordimientos hasta que aparece de la nada Anacostia, se sube al escenario y llora delante de todos la supuesta muerte de sus padres humanos (todo mentira, claro). En cuanto los discursos acaban, Scylla busca a Anacostia, discuten un poco, y Anacostia confiesa que últimamente está viendo cosas que no le gustan ni un pelo y quiere hacer algo por su cuenta contra la Camarilla. Bonnie y Shane aparecen y a nuestras brujas no les queda más remedio que hacer equipo, presentarse como Justine y Amelia e… ¿irse a beber con el enemigo?
Desde que Tally conoce a Penélope y la ve tan sola, siente la necesidad de protegerla y ayudarla, así que, después de una clase de Mothertongue (lengua madre, y hay que tomárselo en serio, porque según el profe que les ha tocado, todos los idiomas del mundo parten de esta lengua antigua que por ejemplo los Tarim hablan desde que son pequeños), pide permiso para ser su tutora.
La Delegación de La Haya viaja a Fort Salem para llevarse a Khalida y aprovechan para comentarle a Alder que la enfermedad que tenía la niña es un arma sintetizada por la Camarilla, que se extiende rápido y a la cual denominan Witchplague (la plaga de las brujas). Adil le comenta a Abigail lo que está pasando y que aunque su hermana quiere que se vaya con ella, él tiene dudas y prefiere quedarse en Estados Unidos.
Tally vuelve a soñar con Alder y una mujer morena que encima no deja de usar magia fuera del canon, supuestamente prohibida para el ejército. ¿Quién será esa misteriosa mujer y qué tipo de relación tenía con la general? Que hablando de magia fuera del canon, nuestras chicas se levantan para asistir a su primera clase de magia fuera del canon y no es que las vayan a instruir en esas artes oscuras, sino que van a enseñarlas a identificar ese tipo de magia y cómo combatirla. El caso es que las meten en una casa de muñecas diabólicas de la que tienen que salir identificando de donde viene esa magia prohibida que hace que todo sea el triple de siniestro ahí dentro. Unos muñecos cobran vida, secuestran a Abigail y Raelle, y Tally se queda sola con Gregorio, pero aquí nuestra bruja descubre que son las lámparas las que contienen la magia porque, literalmente, puede ver el sonido que emana de ellas.
Y mientras el ejército resuelve sus cuestiones, Anacostia y Scylla, es decir Amelia y Justine, beben cerveza animadamente mientras recogen información sobre la Camarilla como dos profesionales aunque haya algo de tensión entre las dos.
El ejercicio de la casa de muñecas era una excusa para sacar a Abigail y Raelle y someterlas a las dos a otra prueba de Izadora, esta vez por separado, en un último intento para disparar esos nuevos poderes. Y da resultado. Izadora engaña a ambas y le hace creer a Raelle que va a matarla, así que el Micelio se dispara y la protege metiéndola en una burbuja fúngica. El hecho de que los poderes vengan solo de Raelle, hace que Abigail se decepcione muchísimo consigo misma. Lo sentimos, Abs, pero si quieres esas habilidades tendrás que tocar cierta seta.
Scylla vuelve de su excursión como Justine y le confiesa a Willa que en realidad nunca escapó de Fort Salem por sus propios medios, sino que Anacostia la ayudó, y a pesar de que no confía en ella por ser parte del ejército, permite que las dos trabajen juntas.
En la escena final tenemos a Tally enseñándole a Penélope la historia de las brujas a través de todas esas antiguallas que ya vimos en la primera temporada hasta que la pelirroja ve una fotografía de una de las antiguas compañías de Alder, esa con la que últimamente sueña y… ¡sorpresa! Alguien le ha hecho un trabajo a la foto, ocultando con magia la imagen de esa mujer que en los sueños usa magia fuera del canon.