¡Bienvenidas al tercer mini resumen de episodio de The Sex Lives of College Girls, esta semana vamos a hacer un dos por uno porque la historia de Leighton fue corta así que ¡combo FTW!

Nuestro episodio comienza al otro día de los eventos del episodio pasado. Sí, ese en el que Leighton se emborrachó y la lío parda en el campus. Por lo visto, al final sí que la alcanzaron los guardias y ahora está en la oficina del director intentando lidiar con las consecuencias al estilo rubia rica. O lo que es lo mismo: le ofrece 10,000€ al director para que todo quede ahí.

Desafortunadamente para ella, la escuela tiene más estudiantes ricos que quieren pagar y no les hizo gracia que le rompiera un dedo a la estatua con la botella, así que le enjaretan como castigo hacer 100 horas de servicio comunitario en un Centro de Mujeres de Essex. Leighton prefiere la muerte así que pregunta por otras opciones, pero el director le responde que no, que eso o nada. Así que no le va a quedar de otra.

No sé que he hecho para merecer esto…. Oh wait…

El primer día de Leighton en el centro no puede empezar peor. En cuanto llega la gente empieza a presentarse con sus pronombres y ella responde con un: «Obviamente soy un ella» mientras se apunta en plan «mírenme». La rubia de inmediato empieza por comentar en qué horarios está disponible y ahí es cuando Alicia, la encargada de organizar todo le pone los puntos sobre las íes. Ella manda, Leighton obedece y es ella quien impone los horarios. Así que lo primero que le va a tocar hacer es ayudar en la noche de poesía.

Yo solo les diré que al salir, Leighton se va derechita a la oficina del director y le dobla la oferta de dinero por dejarla ir sin hacer nada. Pero el hombre no cede.

Esa noche, Leighton está más aburrida que una ostra, así que se la pasa bebiendo y mirando con ojos de: «¿En qué realidad paralela me he metido?». Alicia intenta que deje de beber pero no hay manera y cuando una mujer sube a cantarle a la madre naturaleza, la rubia pierde los papeles y se tiene que salir porque no se puede aguantar la risa. Alicia se enfada muchísimo y se va detrás de ella. Le dice que acaba de perder tres horas de su vida, porque no le va a firmar las horas. Ir a beber y reírse de la gente sin ayudar no te cuenta a la hora de hacer servicio comunitario.

Más tarde, las dos están recogiendo todo y Leighton le dice que no entiende como no sé da cuenta de lo malísima que era la poesía. Alicia le dice que obviamente se dio cuenta, pero ella actúa como una persona normal y de frente finge y las critica en privado, no en toda su cara. Leighton dice que de ahora en adelante intentará hacerlo así.

Alicia: Será difícil, te lo aviso, espera a Octubre cuando Ginger hable de su aquelarre.

Leighton: ¿Qué demonios es un aquelarre?

¡Ah! Menos mal que Motherland Fort Salem nos ha enseñado tanto. ¡Que alguien le pase el dato! Ah mi querido saltamones lesbicanario, no veas el mundo que se te abrirá cuando te adentres en el laberinto de las series lésbicas.

La vida sexual de las Universitarias 1×04

El cuarto episodio de la temporada comienza con Leighton extasiada porque ha recibido una invitación a un desayuno de las «Kappa». Lo que no se esperaba es que Whitney también tiene uno, sobre todo porque su compañera de piso tiende más a andar en chandal que en alta moda italiana.

Igual, las dos deciden que sí quieren ir, Whitney se viste con pantalones y chamarra de mezclilla que me parecieron bastante guays, pero a Leighton casi le da algo cuando la ve porque le parece muy básico. Whitney le recuerda que la invitación decía que era algo informal, pero cuando llegan al desayuno resulta que la rubia tenía razón porque todo el lugar está lleno de clones rubios con vestidos «informales» que cuestan más que los muebles de mi casa.

Leighton está super preparada para la acción. Ha estudiado a absolutamente todas las mujeres que asisten a ese desayuno. No, en serio, las ha estudiado. Se sabe sus nombres, estudios, obras de caridad en las que pudieron haber participado. Da un poco de miedito la verdad. Así que de inmediato intenta hacer migas con la gente, pero digamos que lo está «intentando demasiado». Todas las chicas se quedan como: «das un poco de miedito».

Whitney sin embargo, se está aburriendo como una ostra porque obviamente no es su ambiente para nada. Pero está teniendo bastante éxito porque es ella misma y a la gente le gusta tal cual es. Eso sí, al final termina yéndose pronto porque se está aburriendo y Leighton se queda sola y frustrada porque nada le está funcionando.

En esas está cuando Quinn Canon, la presidenta de Kappa se acerca a ella y le saca conversación. Las dos se ponen a platicar y hacen buenas migas. Entonces Quinn le dice que Cory que le llegó el rumor de que le gusta a Cory (el amigo de su hermano del primer episodio) y quiere saber si es mutuo porque también es su amigo. Leighton sufre medio segundo pero de inmediato dice que sí porque está desesperada por agradarle y así termina con una cita a la que obviamente no tiene ningún interés en asistir.

Por la tarde vemos a la rubia sentada en un sillón increíblemente mullido en el centro para mujeres. Resulta que Leighton se lo compró porque si va a pasar 100 horas por ahí no puede sentarse en sillas duras. Alicia está apuntísimo de darle un discurso, pero la rubia le dice que para variar sí trabajó y es verdad, así que quedan en paz.

Alicia le dice que si quiere hacer más horas, van a tener un evento LGBTQ que seguro odiaría. Pero Leighton no puede asistir porque tiene una cita.

Alicia: ¿Una cita? ¡Uff esto va a ser super divertido! Déjame adivinar tu tipo. Su nombre es Gareth, su padre es el tipo del monopolio y sus hobbies incluyen salir a navegar y beneficiarse del dinero de sus padres.

Leighton: Se te ha olvidad que le gusta hacer de menos a los meseros, pero sí, por lo demás todo concuerda.

Alicia: Suena a mi peor pesadilla. Hay condones a la salida si te hacen falta.

Leighton: Ni de coña, no me enrollo en la primera cita.

Por la noche, Leighton está en su cita hablando incesantemente de Kappa y él está aburridísimo. Ella se da cuenta y las cosas empiezan a ponerse rara, más que todo porque él siente la vibra real de que Leighton no quiere estar con él, así que se lo pregunta directamente. La rubia entra en pánico porque la cita no está resultando para él y lo besa. Él se queda confundido pero con este signo interpreta que la rubia sí quiere estar con él, así que los dos terminan en el cuarto teniendo sexo.

Es una escena super triste. No porque él sea horrible o mala persona, porque ninguna de las dos cosas. Más bien porque ves a una persona traicionarse a sí misma y a su cuerpo para intentar encajar. Y la mayoría de nosotras sabe lo que es hacer cosas que no quieres (aunque no sea necesariamente algo tan fuerte como tener sexo), por intentar ocultar una parte de ti que no quieres que salga a la luz. Me sentí fatal viendo esta escena.

Al otro día por la mañana, Leighton está caminando hacia su cuarto con la típica cara de «me he acostado con alguien anoche» cuando se topa con Alicia que solo la mira con cara de: «Ya veo que no te acuestas en la primera cita».

Y colorín colorado estos dos episodios se han terminado. Nos vemos la próxima semana para seguir hablando de The Sex Lives of College Girls.