Bienvenidas a Stupid Wife, esa serie en la que te tomas una botella de vino, te pones celosa y terminas gritándole como loca al amor de tu vida solo para darte cuenta a la mañana siguiente que no puedes soportar vivir sin ella. ¡El vino es muy malo señoras!
Empezamos el episodio con Luiza sufriendo una resaca en todos los sentidos. Se siente fatal porque a nadie le sienta bien beber tanto, pero también porque ha metido la pata hasta el fondo con Valentina y la mujer ya está cansada de ella. Vamos, que hasta este momento no se había planteado que la posibilidad de que Valentina se fuera es real y ahora cuando se enfrenta a la idea siente que no puede tolerarlo porque algo en ella se acuerda de lo importante que es su esposa para ella aunque su mente se empeñe en olvidarlo.
Todo eso le está rondando a Luiza por la mente a las cuatro de la mañana, así que decide que lo mejor que puede hacer es despertar a Duda. Menos mal que Carol es está ahí para ella. Eso sí, se la raya un poquito por hablarle a esas horas. Luiza le pregunta a Carol si sabía que era su aniversario, que lo sabe porque escucho a Valentina hablar con Igor. Carol le pide disculpas por no haberle recordado, porque no sele ocurrió. Pero a Luiza lo que le carcome por dentro es que justo escogió esa fecha para liársela parda a Valentina en casa de Duda e Igor. Luiza le pide a Carol que la apoye porque se va a lanzar a hacer algo y necesitará de su ayuda.
La mañana siguiente, Valentina está en la cocina con cara de enfado cuando Luiza entra con sonrisa Colgate e intenta saludarla como si nada. Valentina hace esfuerzo por quedarse más fría que el hielo ante el saludo amable y querendón que siempre había querido, pero se nota que ya no confía en su mujer que un día cielo y el otro infierno.
En cuanto puede le dice que tiene que hablar con ella con cara serie y enfadada. Pero Luiza, que sabe exactamente qué quiere decirle, decide hacer un movimiento ninja para esquivar la conversación. Le dice que tiene que esperar porque tiene muchas cosas que hacer y antes de que pueda quejarse le planta un beso en la cornisa de la boca que la deja suficientemente confundida como para no renegar.
El lugar donde Luiza tenía que ir con tanta prisa era su reunión con Carol. Las dos se van a caminar y ahí Luiza le pide de favor que recoja a Leo en la escuela y se lo lleve a su casa durante todo el día. Necesita quedarse a solas con Valentina. Carol de inmediato piensa que van a tener sexo y Luiza no la desmiente, lo que pasa es que a mi me da que no ha calculado muy bien lo enojada que está su esposa pero ¡igual me equivoco!
En cuanto llega a casa, Valentina le apaga la televisión a Luiza e intenta hablar con ella. Pero nuestra valiente protagonista sigue siendo una ninja de las conversaciones y le dice que sí, que hablarán largo y tendido después de que ella le responda unas cuantas preguntas. Luiza le dice que necesita de su ayuda, que está intentando recordar y se le ha ocurrido que viendo lugares donde fue muy feliz o fueron importantes para su relación puede reactivar la neurona que se le ha apagado.
Valentina sabe la respuesta que su esposa necesita por supuesto. Le empieza a contar que hay un lugar que siempre fue el refugio al que las dos acudían y saca uno de los vídeos que tienen guardados, porque estás dos tienen más material en vídeo que las Kardashian.
En el vídeo, las dos están en una casita en un árbol mirando recuerdos de toda su vida juntas. Se ve que tienen ahí fotos y detalles que les hacen recordar los momentos importantes. La Luiza del vídeo le dice a Valentina que tiene mucha suerte de estar con ella y que le tiene una sorpresa y se quita el saco. Debajo trae un vestido que de inmediato atrae a Valentina como abejas a la miel.
Las dos siguen viendo el vídeo con caras de picarillas pero de repente pasa de PG13 a NC-17 y Luiza decide que es momento de dejar de visualizar. Valentina le pregunta qué pasa y Luiza responde con risita nerviosa y cambio de tema ninja preguntándole si todavía toma fotos. Valentina le dice que sí, que es fotógrafa profesional. Luiza le pide que le enseñe algunas fotos que ha tomado y Valentina le dice que se prepare porque van a salir y la lleva a su estudio.
En el estudio, Luiza se encuentra una pared dedicada a fotografías que Valentina le ha tomado a ella.
Valentina: Eres la modelo más sexy que he fotografiado.
Luiza: ¿Te puedo hacer una pregunta?
Valentina: Claro.
Luiza: Es que Duda siempre me dice que teníamos una vida sexual muy activa…
Valentina: Ella no te ha mentido.
Luiza: ¿En serio?
Valentina: ¿Alguna vez tuvimos sexo aquí en tu estudio? No ¿verdad?
Luiza: La verdad es que sí.
Valentina le cuenta que una de las veces Duda llegó sin avisar y apenas les dio tiempo de vestirse y obviamente se dio cuenta y se puso a bromearlas como buena amiga.
Entonces la cosa se pone seria y Valentina le pide hablar una vez más, pero ninja Luiza le pide que en otro momento porque está muy cansada.
Por la noche, ya en casa, Valentina sube al cuarto a despedirse de Luiza. Pero en lugar del adiós rápido de siempre, Luiza le agradece el día tan bonito que han pasado y añade que sabe lo mucho que ha hecho por ella. Que ha sido paciente con ella y que lo ha notado. Luego las dos se abrazan y Valentina se marcha a su cama.
Al otro día por la mañana Luiza visita a Duda y le cuenta que ahora tiene miedo de que Valentina se divorcie de ella y su amiga le dice lo que todas pensamos: que está enamorada de Valentina.
Luego vemos un escena super bonita de Leo y Valentina robándose galletas en casa y Luiza disfrutando de verlos contentos a los dos. La morena está tan de buen humor que cuando Valentina la invita a hacer un picnic con Leo, la hijita de Duda e Igor dice que sí ¡Aleluya! Igor y Valentina se ponen a jugar con los niños mientras que Luiza los mira desde lejos, hasta que Valentina se cansa y se sienta con ella.
De inmediato, Valentina se da cuenta de que el humor le ha cambiado por completo a su mujer, así que de inmediato intenta investigar qué ha pasado.
Valentina: ¿Qué te pasa?
Luiza: Es que a veces me da mucha tristeza no haber visto crecer a Leo.
Valentina: Te entiendo. Yo también me siento triste a veces. No es la tristeza que tú estás sintiendo. Pero de todos modos duele.
Pero en lugar de aceptar ese momento de comunión en el que las dos están hablando de lo que les duele, Luiza reacciona fatal y le responde que lo de ella no tiene nada que ver y que lo peor que le ha pasado es estar casada con ella. ¡Auch! ¿Estamos seguras de que esta señora no es bipolar? No sé… yo lo lanzo al aire…
Igor llega justo en ese momento e interrumpe la conversación y el mal momento así que lo deja todo bloqueado, pero en la noche, después de dormir a Leo, Valentina decide que no puede más.
Valentina: Luiza tenemos que hablar, ya no podemos posponerlo más.
Luiza: Valentina no hagas esto por favor. Ya sé lo que quieres, oí tu conversación con Igor. Sé que estás pasando por mucho, que tu vida es un desastre ahora mismo. Mírame, mírame por favor. ¿Me puedes dar una segunda oportunidad?
Valentina: ¿Y cuanto tiempo hasta que vuelvas a humillarme otra vez? Como lo hiciste ayer. O como lo hiciste el otro día. Estoy cansada. ¿Por qué está pasando esto? Lo siento pero ya no aguanto más.
Luiza: Valentina, necesito ayuda, una última oportunidad por favor.
Y así señoras terminamos el quinto episodio de Stupid Wife. Con Luiza pidiendo una oportunidad y Valentina más cansada que después de haber corrido una maratón. ¿Qué pasará? ¡Nos vemos aquí para comentar el próximo episodio?