Bienvenidas a un nuevo resumen de Sueños de Libertad esa serie en la que la chica de tu vida te dice que quiere que seas su mujer y a ti te entra el gay panic. ¡Vamos a repasar lo que pasó con las Mafin esta semana!
Marta y Fina en el episodio 90 de Sueños de Libertad
La semana pasada nos habíamos quedado con que Fina tiene la mosca detrás de la oreja de que Jaime está intentando desquitarse de ella mediante Isidro. Marta no lo tiene tan claro, pero lo que sí sabe es que ella no va a dejar sufrir a su ex novia. Así que ni tarda ni perezosa se dirige al dispensario a hablar con su marido. Porque ella piensa ser una mujer perfecta siempre y cuando eso no afecte a su ex mujer.
Jaime la recibe nefasto porque no tolera que se dude de su profesionalidad y Marta no se corta ni un pelo en decirle que si tiene dudas se las va a soltar a la cara porque ella no es de las que va por detrás. Ella es de las que agarra el toro por los cuernos, o en este caso, al pescado por las agallas.
Marta: ¿Te estás vengando de Fina a través de Isidro?
Jaime: ¿Eso es lo que te ha dicho ella? Mira déjalo, si es que no sé por qué pregunto.
Marta: Sé que aún no me has perdonado lo que viste y que estas dolido, lo entiendo. Pero sería horrible que jugases con la vida de un hombre solo por tu orgullo herido.
Jaime: ¡Pero tú qué clase de persona crees que soy?
Marta: ¡Pues no lo sé! ¡Nunca te había visto así!
Jaime: Es que nunca mi mujer se había acostado con una empleada. ¡Perdona que no sea todo lo abierto que debería! Por favor perdona.
Marta: Vale, solo asegúrame que estás tomando las decisiones que tomarías si Fina fuese simplemente la hija de Isidro. Si nunca hubiese sido mi amante.
Jaime: ¿Te importaría dejar de repetir esa palabra?
Marta: ¿Qué pasa? ¡¿Se te revuelve el estómago?! Me gusta llamar las cosas por su nombre, especialmente si son sentimientos de los que nadie debería avergonzarse, por más que duela a ti.
Jaime: ¡Por supuesto que estoy dolido Marta! Por supuesto que estoy enfadado. ¡Pero jamás haría nada de lo que estás insinuando! ¡Nunca!
Jaime ya no sabe qué es lo que le duele más, si que su mujer le haya puesto los cuernos, o darse cuenta de que Marta dice una cosa pero hace otra. Porque le sigue diciendo que quiere ser su amante esposa y no quiere nada más con Fina. Pero no puede evitar ponerla por delante en todas las ocasiones. Jaime le dice que entiende que Fina lo piense, pero que ella lo conoce.
Marta se disculpa y le dice que tiene que entender que Fina está sufriendo y eso enfada más a Jaime porque Marta solo piensa en Fina y en los sentimientos pero de los de él casi que pasa.
Marta: ¿Nos vas a delatar?
Jaime: ¿Solo eso te preocupa?
Marta: Me preocupan muchas cosas.
Jaime: Y ninguna de ellas soy yo.
Las cosas se paran de golpe porque Luz llega al dispensario y se topa con la tercera guerra mundial y ella sin casco. Así que Marta opta por retirarse.
Mafin en el episodio 91 de Sueños de Libertad
En el episodio 91 de Sueños de Libertad vemos a Marta escribiendo en su diario en la sala cuando entra Jaime. Ella se incomoda porque acaban de tener el pleitazo del siglo e intenta irse, pero Jaime la detiene diciéndole que se da cuenta de que ese diario es muy importante para ella.
Jaime le comenta que siente envidia de su diario, porque se da cuenta que le conoce mejor que él y le confiesa que en algún momento pensó en leerlo, pero que cree que sería demasiado doloroso. Marta le responde que sabe que ha hecho las cosas mal para con él, pero también le dice que su intención jamás fue herirlo y que lo sigue queriendo. Jaime le dice que lo quiere como a un amigo y que ese amor no sostiene un matrimonio.
Marta le contesta que tiene que saber que Fina y ella han decidido cortar todo contacto, que ella ha tomado la determinación de salvar su matrimonio. Le dice que quiere ser feliz a su lado y que sabe que puede ser una buena esposa. Que quiere tener hijos con él y que siempre ha conseguido lo que se ha propuesto y ahora su intención es ser su esposa ideal. Jaime se ve entre esperanzado pero también muy confundido.
Marta: Lo único que te pido a cambio es que olvidases todo esto y que no nos delatases ni a ella ni a mi.
Jaime: De verdad crees que sería capaz de hacer algo así?
Marta: No, pero no se puede vivir con miedo. Quiero tener la seguridad. Creo que es lo mejor para nosotros y dejarla a ella fuera de todo esto.
Jaime: Así que toda esta conversación era por este motivo.
Marta: Yo siento cada una de las palabras que te he dicho. Quiero que lo nuestro funcione.
Creo que Marta pone todo lo que puede para intentar recomponer su matrimonio con Jaime, básicamente porque siente que esa es la mejor manera en la que puede proteger y cuidar a Fina. Pero el problema es que se le sale el amor por ella por los poros hasta cuando no quiere. Y él no es tonto. Se da cuenta perfectamente de que ella está manejando esta historia del matrimonio como el reto de un nuevo negocio, así que no le convence demasiado el asunto.
Lo siguiente que vemos es que Isidro se pone mucho más enfermo, así que Jaime va a revisarlo y cuando sale les dice a Digna y Fina que está muy grave y que calcula que le quedan apenas unas horas para vivir. Que lo mejor que pueden hacer es despedirse de él y acompañarlo. Fina se desespera, quiere llevarlo al hospital o hacer algo, pero Jaime le responde que ya no hay nada que la medicina pueda hacer con él. Así que Fina se suelta llorando y hasta él siente pena por su dolor. Así que las deja a solas.
Mientras tanto, Marta sigue moviendo fichas para proteger a Fina. La siguiente es intentar quitar al párroco, porque recordemos que tiene la mosca detrás de la oreja con el tema de que hay alguien homosexual en la colonia. Marta entra a hablar con su padre para decirle que Don Agustín tiene aburrida a toda la colonia y la gente ya casi que ni quiere ir a misa. Pero que Mateo conecta muy bien con todos y que la gente está muy contenta con él. Damián le promete a Marta que pensará en ello.
Marta y Fina en el episodio 92 de Sueños de Libertad
Isidro: Quiero que me prometas que vas a ser valiente, que vas a vivir como desees. Que vas a amar como sientas. Que no pases por esta vida de puntillas hija. Prométemelo. Prométeme que vas a ser feliz le pese a quien le pese.
Fina: Se lo prometo. Le prometo que lo haré.
Isidro entonces le dice que está muy cansado y se queda dormido. Afuera del cuarto están Marta y Jaime esperando noticias. Él está impotente porque no llega el tratamiento que pidió y ella preocupada por Fina. Por fin la morena sale y les comenta que se ha quedado dormido. Así que Jaime decide entrar y las deja a solas.
Marta le pregunta a Fina como lo está llevando y ella le responde que está un poquito aliviada porque se ha podido despedir de su padre y ha sido muy bonito. Pero Fina está muy mal porque su padre es todo para ella y encima sentía que podía irse con un resquemor con ella por no ser digna de él. Pero no, él le ha dicho cosas muy bonitas.
Fina: Me ha animado a ser valiente y a vivir mi vida sin miedo. Sin cortapisas. Marta y eso es lo que quiero hacer.
Marta: ¿A qué te refieres?
Fina: Pues que yo no quiero vivir si no es contigo a mi lado. Quiero que seas mi mujer. Y estoy dispuesta a enfrentarme a lo que sea ¡a lo que sea! Con tal de tenerte a mi lado.
Fina: Te honra que quieras cumplir la promesa que le has hecho a tu padre. Pero las dos sabemos que hay cosas que no se pueden conseguir por más voluntad que una le ponga.
Fina: Pero es que no es voluntad Marta, es amor.
Marta: Nuestro amor no está hecho para este mundo. Solo tiene cabida en un lugar donde los sentimientos no se juzguen. Y eso solo pasa aquí (tocando el cerrazón de Fina). Podríamos ilusionarnos unas horas, unas semanas, unos meses… pero luego la realidad se impondría. Nunca podremos ser libres. Y esto que te estoy contando tú ya lo sabes.
El momento queda cortado porque justo en ese momento Jaime sale del cuarto. Pero está claro como el agua que a Marta se le rompió el corazón con lo que ha dicho Fina, pero que es verdad que ella piensa que lo mejor es que estén separadas porque no le ve futuro a su relación y tiene mucho miedo. Pero no solo por ella, sino también por Fina y por todo lo que puede pasarles a las dos si las descubren.
Jaime le dice a Fina que Isidro acaba de entrar en coma y la morena se retira al cuarto de su padre. Marta intenta recomponerse en la medida de lo posible, pero Jaime tiene cada vez más claro lo diferente que es Marta con Fina.
Más adelante, vemos a Jaime y Fina acompañando a Isidro en sus últimas horas. Jaime aprovecha para disculparse con Fina por no haber podido hacer más por Isidro. Fina le responde que ahora sabe que ha hecho por su padre todo lo que ha podido. Ella también se disculpa con él, le dice que lamenta mucho haber dudado de sus intenciones, pero que ahora tiene claro que solo intentaba respetar la voluntad de su padre.
Jaime le dice que él intentaba cumplir los deseos de Isidro de marcharse con dignidad y Fina lo acepta, le dice que su problema es que no entendía a su padre. Jaime le dice que por su parte está todo olvidado, pero Fina siente que hay más por lo que tiene que pedirle disculpas.
Fina: Doctor, yo sé que le he hecho mucho daño. Y sé que le ha costado mucho saber que Marta y yo…
Jaime: Eh Fina… si no te importa creo que este no es el momento para hablar de eso.
Fina: Pues a mi me parece que es el momento perfecto. Estamos hablando de la vida. Y quiero que sepa que se lo voy a poner muy fácil.
Jaime:En cuanto mi padre muera, yo me marcharé de la fábrica. Yo ya no tengo nada que me retenga aquí, pero necesito que me prometa una cosa.
Jaime: ¿El qué?
Fina: Que va a hacer feliz a Marta. Que va a conseguir que cada día sonría aunque sea un poco. Y que va a hacer que se olvide de mi. Prométamelo.
Justo en ese momento Luz entra corriendo con el tratamiento. Fina pregunta si a estas alturas le hará efecto y Jaime dice que no lo sabe, pero que lo van a intentar. Luego le suelta un: «No está todo perdido Fina, queda una oportunidad, ten fe» que es por Isidro, pero también por Marta.
Mafin en el episodio 93 de Sueños de Libertad
El episodio 93 empieza con Marta, Fina, Luz y Jaime esperando a ver si el tratamiento le hace algo a Isidro. Todos saltan de emoción cuando mueve un poquito la mano y después de una rápida revisión Jaime declara que está saliendo del coma.
Marta de inmediato se gira a Fina y le dice con los ojos todo lo que siente porque básicamente está en un cuarto lleno de gente. Se le están desbordando los sentimientos prácticamente por todos los poros, así que opta por la retirada rápida porque si no la va abrazar en medio de toda esa gente y no habrá nada que pueda detenerla. Fina le regresa la mirada y en ese momento hay una conexión tan fuerte, sin decir nada, que Luz ata cabos inmediatamente.
Jaime se va detrás de Marta y la para para hablar un momento con ella.
Jaime: Mira, desde el primer momento, desde que supe que quería compartir mi vida con alguien. Siempre he tenido claro que no necesitaba una mujer ejemplar, solo una mujer que me amara. Resulta que la vida tiene un curioso sentido del humor y me ha hecho ver la realidad. Y la realidad es que he visto como miras a Fina. Como os abrazáis con la mirada. ¿Y sabes lo que más me ha llamado la atención? Lo que no habéis podido deciros, lo que no habéis podido hacer. Ese abrazo que no habéis podido daros cuando Isidro ha salido del coma. Y ahí he sido consiente de que a mí jamás me mirarías así. La conexión que tienes con Fina no la tienes conmigo.
Marta: Nosotros tenemos otras cosas Jaime.
Jaime: Una mirada Marta, os lo habéis dicho todo con una mirada. Y he entendido que tu naturaleza es la que es y yo no tengo derecho a obligarte a no ser lo que eres. Quiero que seas feliz pero no podemos separarnos.
Marta: ¿Entonces que hacemos?
Jaime le propone a Marta que mantengan las apariencias mientras que los dos hacen su vida a escondidas. Eso sí, con honestidad. Sin contarse mentiras, con cariño y respeto. Marta se queda absolutamente trabada con la propuesta, básicamente porque jamás había pensado que esa pudiera ser una posibilidad en su vida.
A la pobre se le salen las lágrimas de emoción cuando Jaime le dice que no se va a interponer en su relación con Fina si eso es lo que ella quiera. Así que sin palabras, porque si habla se va a quebrar, Marta asiente con la cabeza y le dice que sí, que eso es lo que quiere para su futuro. Y los dos «cierran el trato». Eso sí, antes de irse, Marta abraza a Jaime llorando y le da las gracias.
Marta y Fina en el episodio 94 de Sueños de Libertad
Si fuiste como nosotras y pensaste que Marta iba a salir corriendo a contarle a Fina su trato con Jaime quedaste igual de payasa que nosotras. ¡Vete acostumbrando y bienvenida al fandom Mafin! El episodio se acabó sin que nuestras chicas se vieran y el 94 lo empezamos con Fina intentando cuidar de Isidro que milagrosamente está ya casi perfecto y con ganas de volver a trabajar. Marta aparece también por ahí y apoya a Fina diciéndole que vaya con calma. Luego llega también el pescanova y pan con lo mismo.
Al final Isidro y Fina se marchan a la habitación y Jaime se queda extrañado, porque Fina tiene la misma cara de tristeza máxima en la que vive sumida desde que ella y Marta cortaron. Así que cuando se quedan a solas Jaime le pregunta a Marta qué ha pasado, porque se nota que no se lo ha contado a Fina y ella se lo toma fatal. Le dice que ella no tiene porque darle explicaciones y que no se meta en su vida privada. Y se marcha enfadadísima.
Más adelante en el episodio, Marta se disculpa con Jaime y le dice que siente haber sido tan bruta pero que no le gusta hablar de Fina porque es un callejón sin salida. Jaime no entiende por qué Marta no aprovecha su trato. Pero ella le dice que afuera hay un mundo del que se tiene que seguir escondiendo. Por eso no le ha contado nada a Fina, porque piensa que es lo mejor cerrar ese episodio porque una relación clandestina siempre sale mal y ella no quiere hacerle daño a Fina.
Jaime le dice que no debería renunciar a lo que la hace feliz y ella le responde que esos momentos eran una ilusión. Jaime le insiste en que no podrá ser feliz si rechaza al amor de su vida pero ella está convencida.
Y así terminamos esta semana de Sueños de Libertad. Con Marta con la opción de estar con Fina al alcance de la mano, pero con el miedo metido dentro del cuerpo. ¡Nos vemos la próxima semana para seguir hablando de las Mafin!