Increíble pero cierto chicas. Después de un largo, largo, tiempo de espera, tenemos de vuelta a nuestras chicas favoritas Callie y Arizona, para rellenar esa dosis de drama-felicidad-patines que necesitamos semanalmente en nuestras vidas. ¿Están listas para el viaje? Yo llevo semanas preparándome para el momento de resumir este episodio.

La temporada pasada la habíamos terminado felices. Y miren que yo dudaba que pudiera suceder después de todo el problemón «hijos sí, hijos no». Por supuesto no había contado con que un asesino llegara a machacar a la mitad de la población del Seattle Grace para demostrarles que es lo que realmente importa. En fin que nos habíamos quedado con que Callie le decía a nuestra patinadora que no quería hijos sin ella y Arizona le respondía que quería hacer un equipo de fútbol con ella.

A esto se le llama los ojos del amor

Afortunadamente para nosotras, parece que después de este tiempo de pausa post asesino las cosas empiezan bien para nuestra parejita. Al menos así parecen indicarlo las miradas de borrego a medio morir que le echa Callie a su patinadora. Ahora Arizona la mira con cara de: «¿Tengo algo en la cara?» y no entiende bien a qué tanta miradita.

No sé ustedes chicas, pero la mayoría cuando no entiende a su chica opta por pedir ayuda a la mejor amiga para ver si ella puede ser objetiva y echarnos un cable ¿verdad? Pues Arizona igual. Como no sabe bien que hacer va a pedirle ayuda a Teddy.

Uh no me gusta lo que estoy oyendo

Nuestra patinadora está asustada chicas porque Callie no solo la mira así por el día sino que también lo hace por las noches. Y es verdad que cuando tu chica te mira así lo más probable es que te diga que te ama, o que eres importante para ella. En este caso Arizona se teme lo peor:

Tengo miedo de que me proponga matrimonio. O peor…que empiece a hablar sobre tener bebes otra vez. A lo que con honestidad estoy abierta. Solo que no ahora.

Ais madreeeeeeeeeeeee el tema «niños» vuelve al ataque. Aunque con sinceridad me parece lógico que Arizona no cambie de opinión tan repentinamente. Es decir el rollo de tener 10 bebés después de tanta reticencia no parecía coherente, a menos claro que lo hagas después de que un loco que se acaba de escabechar a medio hospital te apunte con una pistola en cuyo caso me callo.

Teddy le dice que ante esa situación lo mejor es romper la burbuja de la felicidad cuanto antes e ir directas a resolver el problema. Pero esta es la cara de Arizona cuando piensa en hacer precisamente eso:

Pero es una burbuja tan rosa y tan bonita

Teddy la deja meditándolo pero le insiste en que es mejor conocer la verdad porque al fin y al cabo terminarás por saberla en algún momento.

Y en nuestro episodio ese instante está a punto de llegar porque Cristina y Owen están a punto de casarse y todos están en la fiesta. Callie como siempre, esperando la llegada de Arizona junto con su amigo del alma Sloan. Como en toda boda que se precie se sirven bebida y nuestra morenaza parece encontrar el valor que le faltaba en esas copas. Y al ver entrar a Arizona por la puerta decide que es el momento de hacer su propuesta.

Una, dos, tres y sin pensarlo

Quiero que te mudes conmigo. Te amo. Y ya tienes un cajón y un cepillo de dientes. Y quiero que tengas todo un ropero o una secadora…o algo más romántico que eso.

Callie mira expectante, Arizona tiene cara de salir corriendo y Sloan lo mira todo esperando la explosión.

¿Será si? ¿Será no? ¡No nos tengan en ascuas!

Mark se retira respetuosamente para darle tiempo a las chicas y Callie aprovecha para dar un poco de reversa y darle espacio a Arizona a decir que no. Pero la rubita respira aliviada cuando se da cuenta que no tiene nada que ver con vestir de blanco o tener hijos y decide darle el sí.

Brindemos por las recién mudadas 😛

Empezamos bien la temporada chicas, el primer capítulo acaba en final feliz para las chicas. Pero no nos confiemos, que el futuro todavía no tiene pinta de estable.

¿Qué les ha parecido este primer episodio? Yo no sé porque lo he encontrado un poco flojo. Me ha gustado pero no me encantó. ¿Fui solo yo o es una impresión general?