La semana pasada en Anatomía de Grey todas mantuvimos la respiración durante un minuto, porque a Callie le tiraron los tejos y ya veíamos otra hecatombe en las posibilidades del regreso de la pareja de Callie y Arizona. Pero fue un susto nada más, porque Callie dijo no y prácticamente salió corriendo del lugar. A la patinadora le iba peor, porque está trabajando en el caso del bebé de April y todo es super triste. Y justo nos quedamos en que Arizona y Sherman le informarían a April sobre el estado de su bebé. Así que vamos a ello.

Esta carita de Arizona me mata

Nuestro episodio comienza justo en esa sala del hospital, con Sherman explicándoles a April y Avery que su bebé tiene osteogénesis imperfecta de nivel II. ¡Sufrimiento total! Porque como les comenté en el resumen de episodio pasado es la peor de las formas de la osteogénesis. Es tan terrible, que ahora mismo, en la protección del útero de su madre, los huesos del bebé se están rompiendo y el fetito está sufriendo sin que puedan hacer nada.

Es un momento super triste, obviamente tanto Avery como April están devastados porque en este momento entienden qué, aún si su bebé llegara a vivir, apenas se mantendría unas horas con vida y durante toda su pequeña vida (incluido el embarazo) estaría sufriendo. Yo creo que unos padres no pueden recibir peores noticias que estas. Porque ¿Qué haces? Por un lado todo te dice que quieres proteger a tu hijo y darle la mejor oportunidad y por otro lado piensas ¿de verdad voy a hacerlo sufrir en vano? Y eso sin meterle el mix de creencias religiosas o morales que todos podemos tener.

Más adelante, vemos a Sherman hablando de nuevo con ellos. En cuanto sale, Arizona la aborda y le pregunta que por qué no la mandó llamar si querían volver a hablar. La doctora le dice que no era necesario, que realmente solo era repetirles la misma información pero Arizona insiste porque quiere proteger al máximo posible a April.

Arizona: Yo puedo ayudarlos, necesitan a alguien que los conozca, que se preocupe por ellos, que haga que esto sea más suave. Quiero que esto sea tan suave como pueda para ellos y tú no eres suave.
Sherman: Te importan mucho ¿verdad?
Arizona: Sí, son mis amigos.
Sherman: Y esa es la razón por la que no debes estar en ese cuarto. Los únicos sentimientos que importan en ese cuarto son los de ellos. No sé qué es lo que va a ayudarlos, pero no eres tú. April Kepner ya no es tu paciente. Discúlpame.

Y así sin más Sherman se marcha dejando a Arizona con cara de trauma y con los ojos llorosos. ¡Dios muero por mi patinadora! Sobre todo porque, aunque siento que gran parte de lo que siente es por su amistad con April, también pienso que ella sabe lo que es perder un bebé y por tanto, aunque no es lo mismo, puede ponerse en el lugar de April y entender sus sentimientos. Y supongo que el corazón se le está rompiendo en mil pedazos, tanto por su amiga como por los recuerdos.

La verdad es que puede parecer que Sherman es muy fría, pero viniendo de una familia de médicos, la entendí perfectamente. Es un código de los doctores que, si quieres hacer bien tu trabajo tienes que mantenerte frío en todas las situaciones y eso no es posible cuando estás involucrado emocionalmente con tu paciente. Mi padre por ejemplo, ni si quiera quiso entrar en las cesáreas de mi madre para no estorbar por si algo pasaba.

Como April es la encargada de emergencias, ahora mismo esa sección es un desastre, porque si hay algo que está claro es que Kepner es una crack a la hora de organizarlo todo. En fin que hay un montón de doctores pululando por ahí e intentando atender a los pacientes. Entre ellos está Callie, que de inmediato pregunta a qué se debe la conmoción, pero en cuanto se entera de lo de April empieza a organizarse con los demás para pensar qué pueden hacer por ellos. Después de descartar comida, flores y tarjetas se quedan sin ideas, entonces Amelia, que justo va llegando, les dice que ella ha prendido una vela en la capilla y eso la ha hecho sentir mejor. Que lo mejor que pueden hacer con ellos es darles espacio. Y puedo que los demás no lo sepan, pero se los está diciendo con conocimiento de causa porque ella pasó por algo muy similar. ¡Sufro por el tema de los niños y Greys!

En fin, que la vida continua en el hospital y eso significa que entra una nueva emergencia. Una mujer a la que su marido le ha disparado sin querer en el cuello. ¡Y yo que pensaba que tenía mala suerte! Callie y Bailey la atienden porque a parte del disparo, la mujer tiene el hombro dislocado. En cuanto le echan un vistazo se dan cuenta de que tendrán que curarla en el quirófano porque la cosa es grave, así que allá se la llevan.

La pobre mujer está super adolorida, así que grita constantemente. Y menos mal, porque cuando están a punto de dormirla con la anestesia explica que lo que le duele más es el estómago, así que Bailey decide esperar y Callie empieza a buscarle heridas en el torso o las piernas cuando descubre ¡una cabeza de bebé saliendo! Todo el mundo se queda de piedra y le preguntan a la mujer que por qué no les avisó que estaba embarazada pero ¡resulta que la mujer no lo sabía! Una locura todo porque está de parto ahí mismo.

En fin que Callie le pide que puje y la chica lo hace como puede, pero claro, el esfuerzo hace que le duela más la herida del cuello y en el último empujón se le mueve uno de los fragmentos de bala que tiene dentro. Igual la bebé sale sana y salva, pero las cosas con ella se complican.

Me encanta la carita de felicidad de Callie. ¿Será que alguna vez la veremos con esta carita pero levantando una mini patinadora? ¡Que las diosas escuchen nuestros ruegos! En fin volviendo al tema, la alegría nos dura poco porque esto es anatomía de grey, así que se llevan corriendo a la peque y siguen con la madre, que con el esfuerzo se le ha ido uno de los trozos hasta el corazón. Así que Bailey manda a una enfermera a que llame a Maggie para que venga a meter baza y salvarle la vida a la nueva madre.

Ya con el equipo completo, las chicas analizan la situación, porque Brenda tiene muchos perdigones perdidos, pero el que realmente está haciendo daño es el que se le ha ido al corazón. En fin que Maggie pone manos a la obre y consigue sacárselo, el problema es que luego su corazón no quiere volver a funcionar y la cosa se pone muy dramática. Sobre todo porque la pobre de Brenda (la paciente) siempre había querido tener un bebé y no podía, por eso su esposo intentaba llevársela a tantos viajes y aventuras, para distraerla. ¡Una desgracia todo! Maggie intenta darle masaje y Bailey decide darle un discurso inspirador a ver si reacciona y ahí nos quedamos.

Mientras tanto, nuestra amada patinadora está en la capilla encendiendo una vela y rezando por April. En mi mente pienso que le está pidiendo a Dios que le otorgue la fuerza necesaria para pasar por el proceso de ver morir a su hijo sin perderse a sí misma. Son super tristes estas escenas.

Y no sé por qué esperaba que apareciera de un momento a otro Callie y tuvieran un momento de consuelo juntas. Sé que aún no es el momento, pero como las dos han pasado por lo mismo pensé que utilizarían esta trama para que las dos hablaran de sus sentimientos o al menos se abrieran a alguien respecto al aborto de Arizona, pero no fue así.

El episodio termina bien para Callie, porque Brenda consigue vivir y a nuestra morena le toca verla más feliz que una lombriz con su pequeña humana. Parece que esta familia se llevó una sorpresa inesperada pero preciosa. Y por una vez podemos respirar todas tranquilas porque al menos hay un final feliz.

Sherman acompaña a Jackson y April durante todo el proceso con el bebé y cuando muere, sale del cuarto para darles un poquito de tiempo a solas con él. Es entonces cuando Arizona se acerca a ella para preguntarle si ya ha terminado todo. Cuando Sherman se lo confirma, la patinadora le agradece la manera en la que manejó la situación:

Arizona: Gracias por lo de hoy… creo que hubiera sido más difícil estar ahí.
Sherman: No es fácil para nadie.

Me encanta la amistad que desarrollan estas dos, porque Sherman realmente es una gran maestra y Arizona está aprovechándola al máximo, pero también están conociéndose a nivel personal y se respetan mutuamente. Eso sí, sufro por la posibilidad de que Sherman muera y nuestra patinadora caiga en picada otra vez.

Y así señoras terminamos este episodio de Anatomía de Grey. ¿Cómo lo vieron ustedes?