La semana pasada Anatomía de Grey no tuvo nada de lesbicanario, pero nos dio una dosis bastante grande de Arizona, así que todas quedamos contentas. Bueno, no sé yo si la palabra «contentas» define el estado de sufrimiento en el que nos dejó el dramón de la semana pasada. Pero a gustito sí, porque Greys es así y nosotras somos medias masocas, que por algo seguimos viendo a Shonda destrozarnos los sentimientos. Esta semana romance poco otra vez, pero sí que hubo desarrollo entre Arizona y Eliza así que ¡síganme las buenas!

Eliza llega arrasando

Soy una diosa lesbicanaria ¿dónde están mis súbditos?

Nuestro episodio comienza con Arizona totalmente deprimida porque no ha dormido prácticamente nada. Recordemos que viene llegando de la cárcel del mal, aún no se quita el mal sabor de boca del caso del episodio pasado y encima sabe que Alex está también en la cárcel. O al menos es lo que intuye por lo que le ha confesado Bailey y ya sabemos que ella ama a Alex como amigo y compañero. Encima su romance con Eliza está en pausa total porque ahora mismo el plan es recopilar información para boicotearla, porque recordemos que Arizona está de parte de Richard.

Mientras tanto, en otro lado del hospital, Eliza está borrando y revisando la pizarra de operaciones y Edwards casi que sale corriendo para advertirle que Bailey podría matarla. Pero nuestra chica está segura de sí misma y dice que ella trabaja a su manera y sigue borrando, algo que luego confirma Bailey cuando la ve y le agradece una cosa menos por hacer. ¡WTF!

Pasamos a otro tema porque Bailey quiere juntar a toda la población médica y presentar formalmente a Eliza, pero ella tiene otro plan, entrarles a lo zorrudo. Vamos que irá operación a operación ganándoselos a todos sin que ellos se den cuenta. Se infiltrará entre sus filas y para cuando quieran descubrirla ya la amarán. Bailey sospecha que ese plan es un poco loco, pero Eliza está convencida, así que en eso quedan.

Richard lo escucha todo y el plan está en marcha, todos van a hacerle la vida a cuadros a Eliza no permitiéndole entrar en quirófano con ellos.

Arizona y Leah hablan de su paciente

Arizona va como alma en pena por los pasillos cuando Leah la alcanza porque hay una mujer de parto de camino en un taxi. La patinadora le pide a Leah que se lo pase a alguien más porque al parecer el parto no tiene complicación y ella no ha dormido. Pero Alex no está, el de guardia está atendiendo otro parto y le toca a ella apoquinar. Así que vemos a una mujer sufriendo contracciones a tope en el coche mientras el conductor maneja a todo lo que da gracias a la tecnología (¿Facetime?).

Como la mujer está que no puede con la vida, Arizona le recomienda que levante sus piernas para aliviar la presión y en esas están, a prácticamente media cuadra del hospital cuando ¡zazca! Porque esto es Anatomía de Grey y un día sin drama y accidentes no existe.

Arizona shockeada

¡Que alguien pare el mundo porque me bajo!

Arizona sale corriendo a ver qué ha pasado y se topan con el choque. La pobre mujer sale muy mal parada, porque al chocar el airbag sale disparado y aplasta sus piernas contra su estómago. Como es normal Arizona sufre un trauma existencial porque por intentar aliviar su dolor la situación se ha empeorado a niveles extraordinarios y se siente culpable.

Y yo me sentí triste porque cuando vi esa cara recordé que era exactamente la misma cara que tenía cuando tuvo el accidente con Callie y eso me lo dice todo.

Eliza no entiende nada

Aquí hay gato encerrado…

Eliza por su parte llega feliz como lombriz a la operación de Nathan para descubrir que ya ha terminado. Él actúa sorprendido de que ella llegue tarde pero Eliza sabe que hay gato encerrado porque fue ella quien programó la operación. Vamos, que obviamente la han adelantado para que ella no entre y Nathan se lo hace saber con su actitud.

Arizona sufre por su paciente

Arizona por su parte sufre por su paciente porque está muy grave, así que hay que operarla inmediatamente, hacerle una cesárea e intentar curarla al tiempo. Por si eso fuera poco, el tipo que chocó con su taxi es su marido. ¡Hay gente con mala suerte en este mundo! El marido está bien, pero a ver como le explica a su mujer todo esto.

En fin, Arizona le explica a la mujer que van a operarla y le dice que su esposo ya está ahí para tranquilizarla. Claro que no le dice que ingresó como paciente. Ella le pide que por favor lo dejen estar cuando nazca la bebé porque como ella estará sedada va a estar solita y la patinadora accede porque se siente muy culpable. A Maggie no le hace mucha gracia porque una operación es algo riesgoso y no necesitan a un familiar ahí metiendo baza, pero al final acepta la petición de Arizona y quedan en que el hombre entre a la cesárea y en cuanto el bebé nazca lo sacarán para seguir con la operación.

Arizona y Eliza discuten

La cara de Leah pensando en la que se va liar

Lo siguiente que vemos es a Leah y Arizona de camino a la operación. Eliza se apunta al grupo, le dice a Arizona que deje que Leah no asista sino lidere y que ella estará ahí para enseñarla. Arizona ya tenía un poco cara de «Bájele a sus humos señora» pero entonces Eliza comete el error de hablar de Alex y la cosa explota:

Eliza: Tenemos que contratar a otro jefe de pediatría porque al parecer el nuestro se ha ido a freír espárragos.
Arizona: No eres bienvenida en mi caso.
Eliza: No te estoy pidiendo permiso, es mi trabajo.
Arizona: Pues yo te estoy diciendo que es mi paciente.
Eliza: Y tu paciente es el salón de mis estudiantes.
Arizona: Esa es una manera muy falta de gusto de hablar sobre una mujer que ha sufrido un trauma médico a mitad de parir a su bebé. Se llama Mindy por cierto. Y Richard Webber es mi amigo, así que más te vale mantenerte alejada de mi quirófano.

Uhhhhhhhhh sexy Arizona enojada. Hace tiempo que no la veíamos ahí en plan mala malota. Eliza se queda como «¿ein? Pero la cita sigue en pie ¿no?» Jeje. Encima luego lo intenta con Avery y pan con lo mismo. Vamos que se está estrellando con un muro más grande que el que tiene planificado Trump.

Cambiamos de escenario para ver a Arizona lista para operar hablar con el padre de la bebé. Él está preocupado por como explicarle a su esposa lo que pasó. Ella le dice que no se lo puede decir, que la van a operar, que necesita estar ahí para ella y ya cuando despierte se arreglan. Vamos que tiene que apoquinar.

Arizona operando

Para nuestra desgracia él apenas llega casi que le suelta todo lo que pasó y la mujer se pierde en la anestesia con el último pensamiento en su mente de que su esposo es un tonto. ¡Ais señor! ¿No podía esperar un poco?

En fin, que como esto es Anatomía de Grey las cosas se complican, la mujer se nos está desangrando, la bebé no respira, el mundo se está acabando y encima el padre ahí vuelto loco. Lo sacan como pueden y Arizona le pide a Leah que se encargue del bebé en lo que ella salva a la madre porque como ya habíamos explicado todo el mundo está ocupado ese día.

Leah tiene miedo de cagarla, pero la patinadora le dice que confía en ella, que sabrá resolver adecuadamente la situación.

Eliza y Richard miden fuerzas

Lo que se llama medir al oponente

Volvemos a Eliza que está mirando la pizarra con cara de esto se me complica. Richard le pregunta que tal le va el día y los dos proceden a tener una plática pasivo agresiva sobre sus nuevos métodos. Ella va directo a la yugular porque no le gusta andarse por las ramas. Richard por su parte opta por ir en plan civilizado pero matón.

Cambiamos de escenario para volver a donde Arizona está operando, Leah le llama diciéndole que la bebé está super mal, que necesitan operarla inmediatamente. La patinadora no quiere dejar a la madre y se siente super culpable pero Maggie le recuerda que esto lo provocó un coche no ella y le dice que vaya a por la bebé y ella se encarga de la madre.

Arizona llega y se encuentra con que realmente la cosa está super mal, así que decide operar a la bebé ahí mismo porque si la mueven se les va. No es lo ideal porque eso no es un quirófano, pero a estas alturas es lo último que pueden hacer y la patinadora está dispuesta a mover montañas si es necesario para salvar a este pequeño humano.

Eliza y Richard operando

Eliza se le pega a Richard en una operación y para su sorpresa él la recibe con los brazos abiertos. Eso sí, solo para enseñarle una lección porque estos dos no se pueden ver ni en pintura, solo que más sabe el diablo por viejo que por diablo, así que él pega golpes con sutileza y sin que ella se los vea venir.

Eliza: Usted no quiere luchar conmigo señor. Alguien siempre lo intenta y o se alinea conmigo o lo dejo atrás.
Richard: Dijiste que luchar era la mejor parte ¿no? Pues espero que lo dijeras en serio.

Es una dicotomía porque a ver, Eliza tiene un poco de razón en cuanto a que la mejor manera de enseñar a los residentes es darles un poquito de más cancha, pero tampoco puede entrarle así a la gente. Sinceramente creo que a mí y a la mayoría le cae mal. Es más, si no fuera lesbicanaria muy probablemente querríamos lincharla, ahora nos contenemos por aquello de que hay demasiadas lesbianas muertas jajaja.

No, ya en serio, las budines comentaban en su podcast y yo estoy totalmente de acuerdo en que han hecho al personaje para que nos caiga mal a todos. Y después de 13 temporadas de Shonda está más que claro que en algún momento le darán un giro. Pero por el momento la odiamos y somos más team Richard.

En fin que Bailey ve el percal y le dice que dado que su estrategia no está funcionando va a llamar a una junta para que todo quisqui empiece a funcionar como es debido.

Arizona hablando con el padre

Arizona salva a la bebé junto a Leah y por ese lado la cosa está super feliz, pero claro, por el otro no se sabe si la mamá despertará porque las heridas fueron importantes. La rubia se topa con el papá en la NICU y los dos hablan de culpabilidad. Ella le dice que fue su culpa que Mindy pusiera las piernas arriba. Él le dice que es su culpa porque él las chocó y los dos al final se dan cuenta de que ambos tenían las mejores de las intenciones y que ninguno tiene culpa de la vivir en shondaland.

Eliza por su parte espera en las escaleras junto a Bailey y no se presenta ningún doctor excepto Richard. Bailey entonces le pide a Eliza que se vaya y ambos discuten sobre el programa y lo que es mejor para el hospital. ¡Se arma la guerra señoras!

Eliza y Arizona hablan por la noche

Estoy tan cansada que whatever

Por la noche, Arizona está por marcharse a casa y se encuentra a Eliza en la puerta de salida. Esta le agradece que haya dejado que Leah estuviera a cargo y se apunta el tanto como si la patinadora lo hubiera hecho por ella. La rubia se queda como ¿ein? Porque claro, Arizona no hizo nada diferente a lo que ha hecho siempre con Richard, nada que ver con el método de Eliza, pero está tan cansada que un poco pasa de discutir, es lo que tiene un turno de casi 48 horas.

Arizona triste

El episodio termina con Arizona entrando en casa destruida y sentándose en las escaleras con la necesidad de conectar con alguien. Y ahí me di cuenta que jamás voy a superarlo porque por un segundo pensé: «ya está, este es el momento, seguro que va a llamar a Callie«. Y obviamente no, porque este mundo es cruel y yo tengo que superarlo porque está claro que ella ya lo hizo.

En fin que ahí se topa con Deluca que como es más bueno que el pan le pregunta qué le pasa. Ella le dice que se lo quiere comentar porque sería injusto para él. Pero el hombre insiste y Arizona le cuenta que está triste porque extraña a Alex y sufre porque se ha ido (a la cárcel) y DeLuca está como ¿ein? ¿de qué habla señora? y ahí nos enteramos todas de que Alex está sano y salvo y probablemente la próxima semana nos quede más claro todo.

Y así se acaba este episodio de Anatomía de Grey señoras. ¿Cómo lo vieron todo? ¿Qué piensan de Eliza? ¿Son Team Richard o ya las convenció el Team Eliza? Cuéntenmelo todo.