Amber Heard está en plena gira promocional para darle publicidad a la película de Aquaman donde interpreta a Mera también conocida en los mundos de D.C. como «La reina del mar». Gracias a eso, hemos tenido un montón de entrevistas, noticias e información en general sobre la actriz. Y ha sido precisamente en una de ellas en la que la actriz ha vuelto a hablar sobre formar parte de la comunidad LGBT y las dificultades a las que se ha enfrentado por esto en su carrera.
Heard habló de su decisión de salir del armario ante el público y las razones que la llevaron a optar por esa opción a pesar de la presión que recibía para ocultar su relación con una mujer:
Soy una persona, me gusta la gente que me gusta. Estaba saliendo con una mujer y la gente empezó a tomar fotografías de las dos caminando hacia nuestro coche después de ir a cenar. Yo la estaba agarrando de la mano y me di cuenta de que tenía dos opciones: Puedo soltarle la mano y cuando me pregunten, puedo decir que mi vida privada es mi vida privada. O puedo no soltarle la mano y reconocerlo.
Como todas sabemos Amber Heard optó por salir del armario ante el público y además ser muy vocal respecto al tema asistiendo incluso a la alfombra roja de GLAAD con su novia en ese momento. A partir de ese instante se convirtió en una de las actrices bisexuales más reconocidas en el mundo de Hollywood, pero el éxito que ha conseguido lo logró a pesar de ir en contra de los consejos de quienes la manejaban en la industria.
Todo el mundo me dijo: «No puedes hacer esto». Acaba de interpretar la pareja de Nicolas Cage en una película y en otra estaba por protagonizar la pareja de Johnny. Así que todo el mundo me dijo: «Estás tirando todo a la basura. No le puedes hacer esto a tu carrera». Y yo dije: «No puedo hacer esto de otra manera. Así que mírenme hacerlo».
Y a pesar de ser una de las mujeres que salió del armario cuando no estaba de moda hacerlo, Heard no siente que etiquetarse sea la mejor de las opciones, aunque considera que era muy importante ponerle nombre en el pasado ella hubiera preferido no ponerse la etiqueta.
Me dijeron que no iba a volver a trabajar como protagonista de una película, no había otra actriz que estuviera fuera del armario. En realidad no salí del armario. Nunca estuve dentro. Es limitante hablar en términos LGBTQ. Ha servido su función como paraguas para unir a las personas marginalizadas a quienes les negaban sus derechos, pero está perdiendo su efectividad por la naturaleza variable de la humanidad. A medida que nos educamos más y expandimos los hechos de nuestra naturaleza le vamos añadiendo letras. Fue un gran escudo, pero ahora estamos atorados detrás de él. Es muy importante resistirse a las etiquetas. No me importa cuantas letras le quieras añadir. En algún punto, solo dirá: «Somos humanos».
Pero a pesar de como ha afrontado ella la opción de salir o no del armario y de que su carrera no se haya visto afectada en cuanto a flujo de trabajo, lo cierto es que, a falta de mejor manera de definirlo su bisexualidad sí que ha modificado su reputación de cara al público. Y en algunas ocasiones ha jugado terriblemente en su contra. Cuando la actriz acusó a su pareja Johnny Depp de maltrato la prensa se centró en su bisexualidad para desacreditarla y atacarla.
A pesar de que el actor admitió que ella no había mentido (es decir que sí le pegó) y le pagó 7 millones de dólares como compensación, hay quienes siguen pensando que fue ella la culpable de todos sus males y que lo hizo solo por dinero o atención. Aún cuando Amber Heard donó todo el dinero a una ONG centrada en luchar contra la violencia de género y a un hospital por partes iguales.
Sobre este tema la actriz también fue muy clara, sobre todo en cuanto a lo mucho que se sorprendió de ver la reacción de una gran parte del público y la prensa.
He apoyado ACLU desde que tengo 16 años. Cuando era pequeña, mis amigas tenían posters de N Sync, y yo coleccionaba propaganda feminista de la segunda guerra mundial. Nuestras madres y abuelas trabajaron por crear un ambiente engañósamente cómodo. Yo lo di por hecho. Al compararme con otros lugares o con generaciones previas, lo estábamos haciendo genial… Estaba equivocada, estaba jodidamente equivocada.
Antes de que el «Jefe» del país que le agarra el coño a las mujeres, antes del retroceso que hemos vivido colectivamente como mujeres, ya había vivido mi propia reflexión. Ya me había dado cuenta de que las raíces de la misoginia alcanzan lugares más profundos y son mucho más omnipresentes. No me di cuenta hasta hace un año y medio de que había vivido con mi cabeza metida en la arena, porque nos estaba comparando con otros lugares o tiempos. No me di cuenta de todo lo que nos falta para ser iguales. Y al decir iguales me refiero en realidad a que el trato sea justo.
De todos modos y a pesar de todas las repercusiones que han tenido sus decisiones en su vida profesional y personal la actriz no se arrepiente de nada.
Soy muy mala con los arrepentimientos. Quiero sacarle todo el jugo a la puta naranja. Me dieron una naranja. Tienes una vida, y simplemente no puedo, no puedo imaginarme sin sacarle todo el juego que pueda. ¿Hay algo peor que una vida no vivida? Si pudiera escribir una oración honesta sería esta: No he perdido ni un solo segundo.
Les recomiendo que lean la entrevista completa porque no tiene desperdicio. Heard habla de otros temas interesantes como el tipo de papeles que siguen ofreciéndole en Hollywood o anécdotas de su infancia y su vida cotidiana.
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