Les habíamos hablado de esta genial comedia, Brooklyn Nine-Nine, que ya tenía entre sus personajes principales a un hombre negro gay, que además es el capitán del precinto. Pero lo que nos preocupaba era el estatus de Rosa Díaz, uno de los personajes más icónicos y queridos de la serie.

Interpretada por la actriz abiertamente bisexual, Stephanie Beatriz, mucho se ha especulado sobre la sexualidad del personaje, que hasta entonces había mantenido relación romántica con un hombre.

Aunque nadie podía negar la química que ella y Gina Linetti, interpretada por la actriz Chelsea Peretti.

La revelación

En la quinta temporada de la serie, en el episodio 99, pasa esto:

YouTube video

Esa es Rosa Díaz, para quienes no sigan la serie. No vamos a revelar la trama del episodio. Les diremos que Charles Boyle ve a Rosa hablando por teléfono y, curioso, le comienza a preguntar si tiene novio nuevo. Porque Rosa recientemente terminaba su relación con Adrian Pimento. También porque Boyle es el tipo más chismoso de la TV.

Rosa, por otro lado, prefiere estar en control, no le gusta el cambio y no anda compartiendo su vida personal, especialmente la sentimental. Pero Boyle puede escuchar una voz femenina salir del celular de Rosa llamándola «babe», o nena, si prefieren. Así que Rosa se ve en la posición de revelar su estatus romántico:

Estoy saliendo con una chica, soy bisexual.

Por ahora sólo Charles sabe sobre estoy y los dos parecen haber llegado a una tregua. Lo cual es lindo porque son buenos amigos, y él se ha mostrado muy dispuesto a apoyarle.

La decisión de sacar del armario a Rosa Díaz

Según los productores de la serie el hecho de que Beatriz saliera del armario en 2016 influyó en la decisión de sacar también a su personaje.

La idea definitivamente se generó a raíz de que Stephanie saliera recientemente del armario como bisexual. Se sintió como un viaje interesante para que el personaje tomara también, una historia que estábamos muy emocionados en tocar.

Por su parte, Beatriz cuenta cómo fue cuando los escritores se le acercaron con la idea de hacer a Rosa bisexual:

Estaba tan emocionada al respecto, porque como alguien que se identifica como bi, como queer, nunca tuve nada con qué identificarme cuando era joven y veía la tele. Los personajes que puedo recordar eran casi siempre estereotipos ambulantes. Inclusive en programas como Friends, ahora los miras y piensas «Oh, no puedo creer que tomaran esa decisión». Y como alguien bisexual te digo que no tienes absolutamente a nadie, ningún tipo de representación. Y ser capaz de intentar brindar algo como eso en nuestro programa, tener a un personaje declararse bisexual, fue muy importante para mí.

No es lo mismo Bi, que Gay

Los productores concuerdan con que la bisexualidad aún tiene muy poca representación, especialmente representación positiva. Además no dudan en aclarar que no es lo mismo salir del armario como homosexual, que salir del armario como bisexual. Aseguran que los escritores querían ser muy cuidadosos  específicos con eso.

Mientras para Beatriz fue importante interpretar a alguien que está cómoda en su sexualidad, y agradece que la misma no sea desestimada como una etapa. (Algo que todas estamos cansadas de ver). Para Stephanie es importante recordar lo fundamental de la representación positiva:

Si un chico, o una chica, bisexual está viendo televisión  y no ve realmente a nadie que se identifique como bisexual o como queer, que esté en una relación feliz, que tenga un trabajo y que viva por más de tres episodios en un arco de personaje invitado. O quizás el personaje bisexual está hipersexualizado, tal vez sea el villano, lo que ocurre con demasiada frecuencia. ¿Qué significa eso para una persona de 12 o 13 años, viendo la tele, consumiendo el medio, y pensando «¿bien, entonces quiñen soy? Supongo que no soy esto, porque definitivamente no soy malo, no quiero ser hipersexualizado. Sólo quiero lo mismo que todos, ser feliz.»?

Vean Brooklyn Nine-Nine

Puede que parezca por un momento que Rosa no está realmente orgullosa de su sexualidad, porque parece alterada de ser descubierta. Pero ella misma dice, que se puede ver en el clip de arriba, «No había dicho nada sobre ser bisexual porque considero con no es asunto de nadie».

Miren aunque Rosa no fuera bi, la serie es de esas que vale la pena ver de todos modos. Es divertida, no tiene nada de pretenciosa, es respetuosa con los temas delicados, como el racismo y la homofobia.

La pareja protagonista heterosexual es una maravilla en la que él no es un macho alfa y ella una damisela en peligro. Los únicos estereotipos son dos policías gordos que sólo piensan en comer. Claro que la bisexualidad de Rosa ahora nos da un factor más positivo para verla, si antes no había nada que les empujara a ello. Yo, como la veo en Netflix, estoy retrasada en la historia, pero no puedo esperar a ponerme al día.

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