Desde que comencé a seguir series con parejas lésbicas, el mundo ha evolucionado mucho, para mi alegría. Si yo empezaba con Maca y Esther de Hospital Central porque no tenía otras referencias, en la actualidad hay tantas como para haber perdido la cuenta: chilenas, mexicanas, argentinas, el abanico es cada vez más grande y con ello cada vez tenemos más donde elegir, eso nos da la opción de decidir que historias nos enganchan y cuales no.

Creerme cuando solo había unas pocas, te aferrabas a ellas como a un clavo ardiendo y si hacían estropicios tú seguías allí dispuesta a recibir los golpes que los guionistas crueles iban a darte. Anda que no me habré tragado yo mierda en mi época, a veces ni siquiera liaban a sus protagonistas y tras mil temporadas no tenías ni un triste beso, pero tu ahí manteniéndote, las bolleras somos un público muy fiel y ruidoso, eso es así.

Ahora con más años de experiencia y muchas parejas a tus espaldas, empiezas a ver las series con miedo: ¿seguirán con las muertes lésbicas, o estarán en la nueva moda de que una quiera tener hijos y la otra no? ¿Los guionistas se llaman entre ellos para repetir tramas en un ciclo sin fin? ¿Tendrán pensado el clásico revolcón con un hombre para reafirmar su lesbianismo? (muchos guionistas parece que piensan con un dudoso criterio que solo te dan el carnet de lesbiana después de un mal polvo heterosexual).

El caso es que un día te encuentras con una serie con la que vuelves a conectar, que te da de nuevo esa alegría por saber que pasa a sus protagonistas, que se aleja un poco de los clichés tóxicos y con miedo piensas: telenovela del medio día española, hablando de tiempos pasados en los que ser LGTB+ era un tormento, que tiene como predecesora la historia de Ana y Teresa (ni olvido, ni perdono) ¿qué puede salir mal? Pues para mi sorpresa muy poco, Amar es Para Siempre es toda las cosas que he puesto antes, pero sus protagonistas Luimelia tienen poco malo y mucho bueno que contar de ellas.

Luimelia se ha convertido en una sorpresa inesperada, algo que pensaba que ya no volvería a encontrar en una pareja, en todo un ejemplo de cómo hacer las cosas bien y como tener una representación digna de una buena pareja lesbicanaria.

Es por eso que voy a tatar de explicar lo mejor que pueda el por qué Luisita y Amelia merecen nuestra atención y que es lo que las hace especiales dentro de este gran universo de historias.

1. LA COMUNICACIÓN ENTRE AMELIA Y LUISITA

De primero de pareja es saber que la comunicación es la base de cualquier relación, pero parece que con tal de meter drama muchas veces en las series meten confusiones y malos rollos por no haber hablado las cosas, que en principio son simples. Aún me acuerdo del drama Pepa y Silvia por no decirle que no quería quedarse embarazada, anda que no dio para mil situaciones absurdas que mejor olvidar, ruego un minuto de silencio por Silvia, matar a alguien el día de su boda tiene tanta crueldad que no sabría decirte quien fue el iluminado que pensó que eso sería una idea genial y extremadamente épica, pero parece que gustó porque en Coronation Street les han copiado la brillante idea.

Sabéis, me viene bien poner ejemplos de otras cosas para valorar más a Luimelia, porque a ellas eso de no comunicarse no les pasará nunca. Lo de no morir no puedo prometeros nada todavía, serie de época chicas, la maldad nos acecha a la vuelta de la esquina, se siente, una ya sabe a lo que se arriesga cuando empieza a querer a personajes lésbicos.

Luimelia son un ejemplo de hablar todo lo que les preocupa, lo que les enfada, TODO, si tuvieran whatsApp no descarto que se escribieran cuando fueran al baño para mantenerse informadas de su tránsito intestinal.

Una cosa que me dejó realmente fascinada: ¡¡¡No se dan la razón como a los locos cuando se equivocan!!! Hay gente que con poco criterio piensa que apoyar a tu pareja es decirle a todo que SI, y eso es: MENTIRA. Cuando se mete la pata, hay que decirlo, que oye no es agradable de oír pero si necesario.

Luisita: ¿Te estás poniendo de su parte?
Amelia: No Luisita, me pongo del lado de la razón.
Luisita: Ya, en mi contra.
Amelia: Mira si hubiera sabido que estabas mintiendo a tu madre yo misma te hubiera llevado a casa Luisita, así no se hacen las cosas.
María: Cariño te das cuenta, hasta Amelia sabe que esa no es la forma de actuar.
Amelia: Luisita no te guardes nada, dime lo que estás pensando.

Lo bien que se trata y habla esta pareja es una de las cosas que más me gusta de ellas, justo he puesto un momento de no dar la razón, pero os aseguro que por guion tienen muchos momentos en los que gritas ¡ALELUYA!, no dejéis nunca de contaros vuestro miedos, de crecer juntas, LUIMELIA FOREVER!!!!! (chillo mientras agito unos pompones de cheerleader con ilusión).

Luisita: Imagínate que te decepciono, y que dejas de quererme Amelia, como dejes de quererme…
Amelia: Pero como voy a dejar de quererte, si ya lo intente, intente alejarme de ti, intente olvidarme de ti y fue imposible, mira como me tienes, enamoradita perdida. Te quiero mucho Luisita de verdad, además la que tendría que tener miedo soy yo porque a ese pedestal que me has subido, lo más fácil es que me estrelle.
Luisita: No digas eso Amelia, porque tú eres maravillosa y eso no va a pasar nunca.
Amelia: Tú también lo eres, mira nunca me había sentido así, nunca había sentido lo que siento por ti Luisita, créetelo.
Luisita: Que tonta he sido por dejarte plantada por mis neuras, perdón.
Amelia: Luisita que no hay nada que perdonar, eso sí, la próxima vez que te pase algo así por la cabeza, cuéntamelo, para eso estamos juntas ¿no?
Luisita: Te prometo que a partir de ahora todo lo que se me pase por la cabeza te lo voy a contar.
Amelia: Y por el corazón, lo bueno y lo malo.

Mira solo transcribiendo la escena ya pienso: qué bonito es todo, que estupendo eso de transmitir al personal que una pareja tiene que contarse las cosas, que manera más sana de entender una relación, eso es lo que quiero para mí (que por suerte lo tengo, pero esto no es un escrito sobre lo afortunada que soy con mi novia).

El caso es que entre muchas cosas que se ven en la televisión, me gusta cuando lo que trasmiten es positivo y que puedan ayudar a la gente, al final la televisión nos guste o no es un arma muy poderosa para visibilizar y para aprender. Igual en algún lugar de España hay una señora de 80 años viendo todos los días a las 16:30 Amar es Para Siempre y puede aprender a desear que su nieta lesbiana encuentre en algún momento una Amelia o Luisita que le haga feliz, solo por eso, ya toda la serie que lleva 14 años entre dos cadenas habría valido la pena.

2. POR LA FORMA EN LA QUE LUISITA Y AMELIA SE APOYAN MUTUAMENTE

Otro punto que tú lo lees y piensas: lógico. Pero es otra de esas cosa que verlo y oírlo te deja una sonrisa delante de la televisión como si fueras tonta.

Amelia: Estar juntas tiene que servirnos para estar fuertes y felices, y no para sufrir.

Una sola línea y ha resumido lo que es una relación, que no os vendan nunca la idea que el amor es sufrimiento, o que quien te quiere te tiene que hacer sufrir, que los celos son sinónimo de amor, NO, NO, NO y NO… es estar más fuertes y felices, sentirte parte de algo que hace que sepas que siempre podrás contar con ello.

Amelia: No te preocupes ya iremos en otro momento a vivir juntas, ahora lo importante es que estés al lado de tus padres y yo estaré a tu lado para ayudarte a ti y a ellos con todo lo que haga falta.
Luisita: Gracias.
Amelia: De eso se trata Luisita de estar una al lado de la otra ayudándonos con todo lo que necesitemos, sin dudar.

Si nos paramos un momento a pensar lo genial que es Amelia (lo guapa que es y la magia de su melena es algo de lo que podría hablar sin cansarme pero no viene a cuento ahora mismo) podremos ver que estar con Luisita es un pack, en el que su familia está incluida. Ella no solo quiere ayudar a Luisita, también a sus padres, y de nuevo amigas, eso es un ejemplo del amor, porque cada uno de nosotras en realidad estamos formados por un grupo muy amplio de gente, no solo somos nuestra pareja, somos nuestra familia, nuestros amigos, nuestros problemas y nuestras virtudes y Amelia LO SABE.

3. SER UNA FAMILIA

Que yo estoy enamorada de esta pareja es un hecho, pero hubo una conversación en la que pensé que lo habían hecho todo bien y a día de hoy sigo manteniendo que es mi escena favorita Luimelia, igual la trascripción es un poco larga, pero os aseguro que no tiene ni una coma de desperdicio.

Luisita: ¿Qué te pasa Amelia porque estas así?
Amelia: Pues porque sé que la vida que tus padres sueñan para ti yo no te la puedo dar.
Luisita: Amelia por favor, no digas tonterías.
Amelia: Es la verdad Luisita, no nos podremos casar, ni tener hijos, ni nunca seremos una familia.
Luisita: Amelia, es que tú y yo ya somos una familia, no lo entiendes, tú y yo solas, las cosas secundarias me dan igual.
Amelia: Ahora te dan igual Luisita porque estás en una nube, pero que pasará después, que pasará cuando mires a tu alrededor y veas todo lo que no puedes tener nunca.
Luisita: es que tú eres todo lo que yo quiero tener Amelia, te quiero mucho.

Un momento de pausa, porque esto se merece enmarcarlo y ponerlo como cuadro principal de una casa. Luisita le está explicando a Amelia que ellas solas, las dos juntas YA SON UNA FAMILIA. Estamos educados en el heteropatriarcado y pensamos que una familia es un hombre y una mujer que tengan a poder ser, la parejita de chico y chica. Y el tiempo ha terminado por desmoronar esas teorías. En este mundo hay familias de todo tipo y color, las mujeres hetero, lesbianas, bisexuales, o transexuales no somos menos mujeres por no querer ser madres, hay familias que son monoparentales, hay familias de dos personas y una mascota, en definitiva la familia es tan amplia como tu mente alcance a entender y os juro que ver ese discurso por televisión me emociono muchísimo.

Amelia: ¿Qué pasará si tu familia te rechaza? Yo lo he vivido.
Luisita: Ya lo sé.
Amelia: Sabes, he notado el desprecio y la decepción en las personas que realmente pensaba que lo eran todo para mí, y es lo peor que te puede pasar Luisita y no, tú no te lo mereces.

Una parte que a veces olvidan en las series, porque ahora ser LGTB+ esta tratado de forma diferente, es que aún hay mucha gente que por desgracia sufre el rechazo de su familia, no es una parte bonita de la historia, pero si real.

También las personas que sufren porque sus padres les rechazaron, tienen derecho a verse reflejados y a no sentir que solo les pasa a ellos, que en las series cualquier padre acepta con total normalidad a su hijo y que siempre recibe cariño, no es justo para ellos. Es imprescindible saber que Amelia ha sufrido, para ver las dos caras de la moneda, y como pareja es bonito ver que ella no solo sufre por si misma si no porque su novia termine siendo rechazada y como consecuencia sufra por ello. Amelia Ledesma la generosidad hecha personaje de serie.

Amelia: Me lo tendría que haber pensado más y no haberte empujado a todo esto.
Luisita: Amelia, que tú no me has empujado a nada, tú no me has obligado a nada, mírame, he sido yo sola y contra todo pronóstico la que se ha enamorado de ti como una loca Amelia.
Amelia: Ya Luisita, pero hubiera tenido que ser más sensata y menos egoísta y mantenerme alejada de ti y las cosas hubieran sido distintas.
Luisita: distintas, ¿en qué sentido?
Amelia: Nunca te habías enamorado de una mujer Luisita, y a lo mejor si yo no hubiera aparecido habrías empezado a salir con Pablo o con cualquier chico, y habrías tenido una vida normal Luisita, una vida de la que tu familia estuviera orgullosa y que no te hiciera ir a contracorriente y fuera más fácil.
Luisita: Amelia, tienes razón, yo nunca antes me había enamorado de una mujer, ni siquiera me había fijado nunca en una mujer, pero es que sabes qué, que a mi jamás me ha salido bien una relación con un hombre, jamás y mira que lo he intentado y sabes por qué, porque siempre me ha faltado algo y ¿sabes qué es?
Amelia: ¿Qué?
Luisita: Tú y todo el rato tú y tú y solo tú Amelia. Pero que quieres que hagamos que dejemos de sentir, que neguemos lo que sentimos, que dentro de unos años echemos la vista atrás y digamos no lo vivimos, por miedo a vivir, por miedo a sentir, ¿tú quieres que hagamos eso?
Amelia: Es que yo solo quiero que seas feliz Luisita.
Luisita: Pues Amelia deja de atormentarte mi amor, yo solamente soy feliz cuando te tengo cerca.

Ni los mejores fanfics se marcan unas conversaciones así de intensitas, todo empieza con una Amelia con uno de los conceptos más peligrosos que nos han metido durante toda la vida en la cabeza “LO NORMAL”, ¿y qué diablos es lo normal? qué horror de concepto.

No hay nada anormal en querer, y nunca lo habrá sea a quien sea a quien decidas amar, a los LGBT+ nos toca muchas veces deconstruir todo lo que la sociedad nos ha hecho aprender, para terminar entendiendo que eso de NORMAL es una patraña, que es cierto que ir contracorriente es más difícil, pero bendita dificultad que te hace luchar día a día por lo que quieres, por lo que consideras justo, por ser y sentir lo que a ti te da la gana.

Es precioso ver como Luisita lo tiene claro, ella no tiene miedo de amar a Amelia, sabe que son una FAMILIA (las mayúsculas son premeditadas) que ella es lo que le faltaba y que no está dispuesta a no vivirlo, y de nuevo nos dejan un mensaje positivo de lo que implica el camino a una vida más feliz, que rechazarse a uno mismo NUNCA es una opción. Podemos tenerlo todo a nuestra manera, ellas están en 1976 y no se podían besar por la calle, pero ya se han inventado un gesto para poder hacerlo de alguna manera, un mundo que no las entienda no podrá limitarlas.

4. LA PRIMERA VEZ DE LUIMELIA

Aquí hablamos de la primera vez de una pareja y además añadimos el aliciente de que Luisita todavía es virgen por lo que el hecho en sí, adquiere una importancia más grande.

Amelia: No tienes que hacer nada que no quieras hacer ¿de acuerdo?, piensa que solo tienes que dejarte llevar y sentir.
Luisita: ¿Y cómo me dejo llevar y siento?
Amelia: Lo primero es calmarte, y respirar Luisita, tranquila, tienes que pensar que entre nosotras no vale una aquí te pillo aquí te mato, tranquila ya encontraremos el lugar y el momento adecuado.

El sexo forma parte de las parejas, y la delicadeza de Amelia no solo es sana, sino que en la época convulsa en la que vivimos donde el consentimiento está en el punto de mira y por primera vez nos estamos manifestando respecto a ello, que en televisión se digan cosas como “no tienes que hacer nada que no quieras hacer” es un mensaje muy poderoso. Parece simple pero no lo es, para el sexo, prisa no hay, cada uno marca sus ritmos y las cosas sucederán solo cuando tú quieras que sucedan, ni antes, ni después.

Da igual dónde y cuándo. Nuestra primera vez será mágica porque eres el amor de mi vida y me haces muy feliz. Te quiero.

¿Qué puedo comentar después de una nota así?

Respecto al sexo Luimelia tengo cosas positivas que decir, pero también negativas, empezaré con lo negativo para que no se diga que no sé ver que mis chicas también tienen cosas que no hacen bien. Tengo que decir que su primera vez fue un mojón, evidentemente soy consciente de la hora a la que se emite y las limitaciones que pueden existir, pero vamos que supimos que había habido sexo porque al día siguiente lo dijeron, si no ¿de qué?

Aquello fue un beso y ¡¡¡¡CORTEN!!!! Me imagino al montador de la serie cortando como loco en plan: no vaya a ser que Paqui, la anciana del 5ºB de mi finca, se me escandalice con eso de ver que dos lesbianas se recuestan en un sofá con fines libidinosos… Hay una cosa que se llama insinuar que habría estado muy bien, tu enseñas como cae el vestido de Luisita al suelo y mi imaginación hace el resto amigos, pero hijos no me dejéis con un simple beso que con eso no tengo ni para empezar.

Lo positivo, que me deja el corazón contento y lleno de alegría: dejan claro que el deseo sexual entre las lesbianas existe, que a Luisita, Amelia le pone muchísimo y siempre que tiene ocasión quiere darse un revolcón con ella: en el sofá que van a tirar, en el sofá que acaban de comprar a Elena Lucendo, en el sofá de casa de sus padres… si, Luisita tiene fijación por los sofás. De normal el deseo entre mujeres es algo que las series terminan eliminando, y acaban pareciendo compañeras de piso o primas, y aquí dejan claro que si por ellas fuera estarían todo el día pim pam pim pam… limpiando.

5. LAS MÚLTIPLES SALIDAS DEL ARMARIO DE LUIMELIA

Lo último, ya termino tranquilas que estoy escribiendo una biblia, pero es que a mi hablar de las cosas que me gustan me hace venirme arriba, y espero haber sabido trasmitir que Luimelia me gusta mucho, mucho.

Una cosa que se vio reflejada en la serie es como la gente LGBT+ no dejamos nunca de salir del armario, Luisita se ha marcado escenas con su hermana, su padre, su abuelo, su cuñado, Benigna, etc… pero tengo que reconocer que cuando lo hizo con su madre me removió todo por dentro por el diálogo que tuvieron. Aquí tengo que darle su parte de mérito a Paula Usero (actriz que interpreta a Luisita), que supo la medida exacta de nerviosismo que ponerle a una escena en la que sabes que por fin le vas a soltar una bomba a tu madre.

Luisita: A ver, lo que te voy a contar, puede ser que al principio no lo entiendas, o que te resulte raro, o no sé, pero tienes que pensar que debajo de todo eso estoy yo, que soy tu hija y que tú quieres lo mejor para mí, y mamá, yo te prometo que nunca había sido tan feliz. Como tú has dicho antes, hay veces que la vida te pone en una tesitura y tienes que tomar decisiones complicadas, ¿no? Y mirar y callar, o ser valiente. Mamá, yo he decidido que voy a ser valiente y quiero ser valiente porque en un futuro quiero mirarme al espejo y verme a mí, ver a Luisa Gómez, y no ver a otra persona.
Manolita: ¡Ay! Luisita que me estás asustando, no te entiendo, por favor dime de una vez que es lo que me quieres decir.
Luisita: Me he enamorado de Amelia, somos novias, estamos juntas y somos una pareja, una familia.

Ese miedo a que nos rechacen las personas que más queremos es algo por lo que nadie tendría que pasar nunca, pero por desgracia, sigue estando ahí. ¿Qué pasa si al decirlo me dan la espalda? ¿Qué pasa si dejan de quererme? Sientes como que tienes la obligación de seguir aclarando que eres la misma de siempre, que no hay diferencia en que quieras a una mujer y por eso esa escena fue tan poderosa, porque Luisita estaba cansada de ocultarse. Ella en el espejo quería verse a sí misma, sentirse de verdad, porque como dijo la Agrado en Todo sobre mi madre: “Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma”.

En definitiva Luimelia es una pareja sana, que se comunica, que sabe que son una familia, que lucha por ser quienes son, que se apoyan mutuamente, que crecen juntas como personas, que enfocan el sexo desde el consentimiento… por todos esas cosas y muchas más Luisita está dispuesta a renunciar a todo menos a Amelia.

A veces me da un poco de pena pensar en lo mal acostumbradas que tenemos que estar para ver una pareja que ni es tóxica ni termina como el rosario de la aurora y alegrarnos tanto, como si las migajas de buenas historias fueran la excepción. Por eso cuanto más lo analizo, más pienso que Luimelia tiene unos buenos guionistas detrás (me pareció de todo menos casualidad el día que descubrí que había una lesbiana detrás de esta historia y que era consciente de que tenía que intentar hacer las cosas lo mejor posible). Luimelia es la pareja que nos merecíamos.

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