Buen domingo señoras. ¿Cómo va todo en su vida? Yo con mucha comezón…es lo que tiene tener piel atópica…una que es delicadita XD. En fin lo bueno es que ha sido un brote super peque y lo tengo bastante controlado, sobre todo porque la señorita Genix está super pendiente de que no me rasque y amenaza con ponerme manoplas como las que le pusieron a Callie cuando le dieron las chinas. Y hablando de Anatomía de Grey hoy estamos aquí para hablar de Callie y Arizona que en este episodio no tuvieron un minuto juntas pero al menos salieron por separado.

Empezamos con un duelo entre vaqueros, por un lado Callie alias las «manos fuertes» y en el otro Richard «manos expertas» Webber. El jefe se acerca a la sangre nueva para sugerirle un nombre: Meredith Grey. Él piensa que será la mejor receptora para el conocimiento sagrado que solo la ortopedista puede otorgar. Callie no está de acuerdo, no cree que esté centrada, pero Webber le dice que la sorprenderá. Callie acepta probarla siempre y cuando la mujer acuda a ella y el jefe se marcha decidido a mover ficha para que eso suceda.

Más temprano que tarde, Meredith se acerca a Callie para pedirle ayuda, pero la doctora de inmediato le pone las cartas sobre la mesa:

Así es como va a funcionar, yo hablo y tú escuchas. Estás aquí porque tú y tus amiguitos están asustados por los exámenes orales, y el Dr. Webber te sugirió que Callie Torres podría tener un método secreto y especial de estudio ¿Verdad? El Dr. Webber tiene razón. Callie Torres tiene un método de estudio, un excelente método de estudios, pero no lo va a regalar porque si. El método de estudio de Callie Torres tiene que ser ganado. Y francamente ella no cree que Meredith Grey tenga lo necesario.

Meredith se queda a cuadros pero como puede responde que ella sí que puede ganarlo así que Callie decide darle una oportunidad. ¿Se lo ganará o no se lo ganará? ¡Esa es la preguntaaaaaaaaaa!

La prueba de Meredith no es sencilla. Un carnicero ha metido la mano donde no debía, para ser más específicas, en la picadora de carne, y de sus dedos queda una masa misteriosa que para hamburguesas podría servir pero de ahí en más… Callie reta a Grey a ser la líder del equipo que dirigirá la operación y tomar todas las decisiones difíciles. Si la consigue impresionar se quedará con su método.

Meredith se va por lo fácil y quiere amputar, pero luego recula y decide que con suerte pueden salvar la mano siempre y cuando puedan sacarla de la máquina a tiempo. Los hermanos del paciente, carniceros también, se ponen a la labor de desmontar la máquina, consiguen liberar la mano y se lo llevan a quirófano.

Mientras tanto, Alex trae como desquiciada a una de sus residentes haciéndole preguntas para su examen, y está tan preocupado por su nota que no se entera ni de su nombre ni de que está emabarazada. Como conclusión, la mujer termina encamillada porque le ha dado un ataque cardíaco.

Ya en quirófano, Meredith y Callie se dan cuenta de que, aunque un par de dedos son viables, el pulgar está hecho, perdónenme la broma, hamburguesa. Callie propone amputación para probar a Grey, pero Meredith no cae y dice que ha leído que se puede hacer un trasplante del pulgar del pie del hombre a su mano. Callie le dice que esa no es una opción, pero se queda contenta con la propuesta, solo cambia el dedo por el segundo del pie.

Por otro lado, a la pobre Morgan (la residente de Alex) le van a tener que hacer una operación de último segundo para salvarla, desafortunadamente, tendrán que sacar al bebé para que sea viable. La pobre está super asustada, pero nuestra heroína nacional Patinadora Robbins, le asegura que su bebé nació aún con menos tiempo de gestación y que está vivita y coleando. También le promete que estará ahí todo el tiempo para darle la mejor oportunidad al peque.

El jefe va a darle una vueltita a Callie para ver si se ha cerrado el trato. Ella le dice que queda una última prueba, que Grey consiga convencer al paciente y a su familia de que el cambio de dedo del pie a la mano es fiable y necesario. La verdad Meredith no batalla prácticamente nada, el paciente incluso ofrece uno de sus «huevos» si hace falta (XD).

Mientras operan, Callie le hace saber a Meredith que si bien no se llevaron nunca muy bien, hoy ha conseguido demostrarle que es una buena doctora. Eso plus el que ahora estén en etapas de su vida más afines (las dos casadas y con hijos) le ha hecho decidir que la ayudará. Meredith le propone ser amigas y Callie le responde diciéndole que más le vale estar todos los días a las cuatro de la mañana (se ve que la mujer madruga) en su oficina y que será para trabajar.

Arizona por su parte se encuentra un Karev traumatizado por todo lo que ha pasado con su residente. Se siente fatal (la verdad un poco se lo merece) pero la patinadora está ahí para levantarle el ánimo perdido:

Arizona: ¿Sabes por qué me caes tan bien?
Alex: No tengo ni idea. (Yo tampoco)
Arizona: Me recuerdas a mi. Los cirujanos pediátricos somos unos viciosos. Somos los cirujanos más duros del hospital. Es decir, cuando era residente era…un auténtico horror. Pero así es como se aprende a salvar pequeñas personitas como esta. Pero hazme un favor, apréndete los nombres de tus internos.

Y así señoras, se termina este episodio. La verdad no hubo jugo en la historia de esta semana con las chicas, pero al menos nos reímos un rato con Callie hablando en tercera persona de si misma. ¿Quién vota porque Cristina mande a Owen a freír espárragos de una vez por todas? Ya me está cansando la historia de estos dos.

Por cierto, el vídeo de esta semana, YouTube me lo ha «censurado» también, así que volveré a subirlo pedacito a pedacito, pero ya será mañana, por lo pronto disfruten del resumen de episodio y vamos comentando.