Señoras preparen las libretas porque esta semana en Anatomía de Grey, Callie y Arizona nos van a enseñar la situación llamada en el mundo del hampa lesbicanario como «peleas matrimoniales». ¿Y qué importante y destacado tema ha llevado a nuestra parejita hasta este extremo? Pues las mallas de Sofía… ahí les dejo un poco de tiempo para que lo maceren.

Poli buena contra Poli mala

Empezamos el episodio con Callie y Arizona llegando tarde a la junta de la semana. Resulta que la doctora que ha venido a hacer recortes y cambios para salvar el hospital está explicando las nuevas pautas de comportamiento. Igual nuestras chicas están más ocupadas discutiendo la una con la otra por una cuestión de mallas. Resulta que han llegado tarde porque la pequeña Sofia Robbin Torres Sloan no quería ponerse las mallas. Arizona, amable como siempre intentaba convencerla de buenas maneras pero cuando se les hizo tarde Callie opto por usar la técnica del poli malo y ponérselas a fuerzas.

Las chicas debaten sobre cual es la mejor opción. Arizona aboga por el hablar, Callie le recuerda que su hija está en guardería y hay veces que le va a tener que poner límites puros y duros y ser la mala malota. ¿Ustedes qué opinan chicas?

Callie, Alex y Arizona observando a la paciente

Alex, Callie y Arizona están trabajando juntos en el caso de una adolescente a la que le han hecho un doble reemplazo de cadera. Es vital para su recuperación que empiece a caminar, porque si no se le van a formar coágulos y otras cosas horribles que no queremos saber. El caso es que la niña no quiere.

Callie les dice que la van a tener que hacer andar voluntariamente a fuerzas y propone mano dura. Luego recuerda que Arizona ni si quiera puede ponerle las mallas a Sofía y lo da todo por perdido (Juas). La patinadora se indigna y le dice que le muestre su técnica mejorada. La morena no se achicopala y le ordena a Karev que entre y lo arregle para luego voltearse a su esposa y decirle: «Así lo hace el poli malo» jejeje. A la patinadora no le queda otra que sonreír ante las cosas de su esposa.

Callie, Arizona y Alex discutiendo

Más adelante Callie y Arizona se pasan por pediatría a ver como va la paciente y se encuentran a la niña en la cama y a Alex sentadote. Resulta que el hombre intentó moverla pero lo único que consiguió fue que la niña lo deprimiera casi al grado del suicidio jeje. Callie insiste en ponerse duras y Arizona en que lo mejor es ir de buena por la vida porque como mala malota se pasa. La morena apunta que ella siempre queda como la mala porque el método de la patinadora no funciona y entonces ella es la que tiene que poner los límites y verse mal. La rubia piensa que es por falta de paciencia que es la clave de su método.

En fin Callie se pone los pantalones y decide entrar a enseñarle una lección a esa niña del mal.

Callie de poli mala

Insisto, Callie de poli mala me pone

La ortopedista entra con energía y le ordena a la niña que se ponga en acción. La adolescente por supuesto se niega en redondo y le dice que no entiende porque le importa. Callie le explica que porque es su doctora y se ha esforzada mucho en conseguir que esté mejor, pero cuando la morena sacaba sus mejores armas le suelta este discurso:

¿No hubiera sido un asco que no me hubieras ayudado? Si has pasado por todo ese entrenamiento para ser una doctora, tuvieras un plan, me operas y la todo sale bien, ha sido simplemente perfecta para hacer que camine otra vez, pero no lo hago. ¿No te sentirías impotente? ¿Como que nada importa? No importa cuanto te importe, lo mucho que lo intentes, cuanto lo desees… nunca lo tendrás.

Callie deprimida

Señoras…la niña nos ha deprimido a nuestra Calliope… ¡y de que manera! Dándole ahí, donde más le duele, en su impotencia. No tenía nada que ver, pero yo siento que este discurso nuestra morenaza lo aplicó directamente a todo el asunto de la patinadora. Porque como bien dicho la adolescente malvada, de nada le valieron todos sus esfuerzos, su conocimiento, su entrenamiento, el ser una diosa en el quirófano. A la hora de salvarle la pierna a su esposa no pudo hacer nada.

Y esa es la sensación que últimamente perméa a la totalidad de su vida. Porque cuando Arizona estaba enfadada con ella no podía hacer nada para sacarla de ese estado. Y ahora que Arizona está mejor tampoco puede hacer nada para ayudar a su vida matrimonial. Sí, puede ser comprensiva y amable, pero esas cosas no consiguen que Arizona cambie, ese es trabajo de la propia patinadora. En fin que la niña me está deprimiendo hasta a mi. ¡Maldita!

Callie dando otro discurso

Y ya sabemos que lo de Callie es dar discursos siempre, así que en este momento de bajón existencial también tiene sabiduría entre los bebés internos.

Eso es lo que creen. Porque pueden hablar todo lo que quieran. Trabajar duro y con rapidez, limpiar más bolsas de orina que todos los otros. El futuro niños… está completamente fuera de su control.

Luego la morenaza vacía su taza de café poco a poco en el piso para luego destruir el vaso con la mano y tirarlo. ¡Ais Callie! Sigo amando sus discursos y me encanta que tengan tanto que ver con su vida, pero este en especial me ha llegado mucho porque es tan diametrálmente opuesto al que le vimos dar al final de la temporada pasada. Ojalá pudiera escucharse a si misma en aquella ocasión ahora que está pasando por ese mal momento. Pero bueno, yo confío porque si algo tiene Callie es que siempre sale de las malas con más fuerza que nunca.

Arizona matando con amor

Por la tarde, Arizona se encuentra a Alex y a su esposa deprimidos mirando a la cama de la adolescente y decide entrar en acción. No sin antes echarle en cara a su «poli mala» partícular que sus métodos no funcionan siempre.

Y ahí va la patinadora con esa mirada llena de amor y su sonrisa interminable a convencer a la pequeña terrorista de caminar. Como la niña no reacciona Arizona decide mostrarle su pierna y le cuenta su historia y como ella también estuvo enojada durante mucho tiempo y pensaba que ya ninguno de sus sueños iba a cumplirse pero ahí anda dándole duro. Igual la mocoseta no reacciona y la manda freír espárragos así que a la rubia le sale ese poli malo que tenía escondido dentro de sus ser y amenaza con levantarla a la malagueña si no lo hace por sí misma.

Ver a la patinadora enojada sí que tiene efecto en la niña que al instante decide que más vale caminar y así se termina nuestro episodio señoras, con todos felices ayudando a la peque a dar sus primeros pasos. Eso significa que hay esperanza para todos ¿no?

Callie y Arizona ayudando a la pequeña