6 cosas que me enseñó The L Word

El 18 de enero del 2004 se estrenó The L Word. ¿Pueden creer que ya han pasado diez años desde que vimos el primer episodio de la serie en nuestras televisiones? En Lesbicanarias hemos escrito ríos de tinta sobre los personajes, los episodios y las actrices, pero ahora que ha llegado el décimo aniversario de la que ha sido LA SERIE LÉSBICA no podíamos dejarlo pasar, así que en estos días vamos a estar escribiendo un par de especiales sobre la serie para celebrar todo aquello que trajo The L Word a nuestras vidas.

Hoy voy a empezar por contarles seis cosas que me enseñó The L Word, porque cuando me puse a reflexionar sobre el tema me di cuenta de que, a pesar de todos sus fallos, la serie me había enseñado muchas cosas interesantes a las que no le había prestado atención, así que me he decidido a compartirlas con ustedes.

‌1. Las lesbianas existimos y estamos en todas partes‌

Una de las cosas más importantes que aprendí gracias a The L Word es que las lesbianas existimos y estamos en todas partes. Hace 10 años nuestra sociedad era diferente y yo aún vivía en Durango, México. En ese momento era difícil encontrar otras chicas que fueran como yo. Recuerdo ir al único bar gay que existía en mi ciudad con mi mejor amigo gay y sus amigos, era la única chica en el grupo y costaba encontrar alguna otra chica en el bar.

Ver el primer episodio de la serie ya me hizo sentir menos sola. Por lo menos veía alguien como yo en televisión. Y de repente empezó a surgir de la nada una comunidad increíble de chicas que se habían sentido como yo. Fue como abrir una puerta llena de luz y conocer a un montón de personas en las que me veía reflejada. De repente, el mundo parecía un lugar más acogedor y siempre le estaré agradecida a la serie por eso.

‌2. A crear y pegar subtítulos‌

Como comenté antes, cuando comenzó la serie yo aún vivía en México y podía ver los episodios en mi televisión, así que era más feliz que una lombriz. Pero luego me mudé a España y aquí no se emitían los episodios, así que tuve que buscarme la vida para verlos. Fue entonces cuando descubrí que había un programa misterioso llamado eMule con el que podías descargarte los episodios.

Eran aquellos tiempos en los que había que conectarse a Internet mediante tu teléfono. ¿Se acuerdan del sonido?. Descargarte un capítulo podía llevarte días, sobre todo porque si usabas Internet no podías hablar por teléfono y había que dejar el ordenador toda la noche andando.

El caso es que la señorita Genix y muchas amigas por estos rumbos no podían entender del todo la serie y fue entonces cuando conocí la maravilla de los subtítulos gracias al subtituling team. Aprendí como podías hacer para pegarlos para verlos, porque en ese entonces los reproductores dvd no los reconocían correctamente si los ponías por separado y había que unirlos al archivo.

Con el tiempo me fui involucrando más en ese mundillo y aprendí a crear mis propios subtítulos y durante los últimos años me dediqué a subtitular junto con el Subtituling Team para llevar a todo el mundo la serie en español. Ahí conocí a gente encantadora como Howita, Soah, MartaEnBici, Acid Burn y tantas chicas más que pusieron su tiempo y esfuerzo para traducir la serie. Siempre recordaré de manera muy especial a Oriana, no importa el tiempo que haya pasado, su memoria se quedará en mi corazón.

Si no hubiera sido por The L Word no habría subtitulado Otalia, Bomb Girls, Girltrash, Lost Girl, Anatomía de Grey y tantas otras historias más que han venido después.

‌3. A reconocer la diversidad del mundo LGBT‌

Cuando la serie empezó a emitirse, yo seguía descubriéndome a mí misma, y para mí fue muy interesante descubrir el mundo LGBT a través de The L Word. Podemos criticar muchas cosas sobre la serie, como el que no cubriera el espectro completo de nuestro mundo, pero por otro lado ¿qué serie lo hace? Sin embargo gracias a sus episodios aprendí a descubrir que la comunidad LGBT es muy diversa y no solo hay gays y lesbianas.

Max me ayudó a entender mejor lo que significaba ser transexual, antes de conocer a Ivan no tenía ni idea de lo que era un Drag King y si no hubiera sido por Lisa probablemente no hubiese descubierto jamás que habían chicos que se identificaban como lesbianas. Y a pesar de que faltaron muchas representaciones más, el ver tantos personajes lésbicos distintos en televisión me hizo darme cuenta de que no hay una característica que nos defina a todas, que las lesbianas somos tan diversas como nuestros nombres.

‌4. A que las lesbianas podían tener finales felices‌

Todas nos hemos sentido fatal con los finales horrorosos que a veces tienen los personajes lésbicos. Yo recuerdo de manera muy vívida el día que salí del cine después de haber visto El último suspiro totalmente deprimida. Ese día pensé que no quería ver una película lésbica más. Mulholland Drive, High Art, Criaturas celestiales, Con solo mirarla, Gia y Eloise me habían dejado con un sabor de boca horrible, parecía que estábamos destinadas a morir o a ser infelices por el resto de nuestras vidas.

Entonces llegaron Tina y Bette y yo volví a creer en los finales felices. ¡Una pareja lésbica que terminaba feliz! La serie también nos lanzó dosis traumáticas de realidad con la muerte de Dana y Jenny (aunque hay muchas que esta última casi que la celebraron), pero yo siempre le agradeceré que también nos mostrara el lado bonito de las cosas. Y no solo en cuanto al tema amoroso, ver la relación de amistad que tenían las protagonistas de la serie era genial. Una representación mucho más positiva y alegra que las que habíamos visto hasta entonces.

‌5. Las lesbianas estamos super conectadas‌

El día que Alice presentó su teoría en «El Chart» no me lo podía creer, era igual o más escéptica que Dana señoras. El mundo lésbico no podía ser tan pequeño ¿o si? La cosa es que a medida que ha ido pasando el tiempo me he dado cuenta de que sí, podemos conectarnos mutuamente chicas. Quizá no a un grado tan exagerado, pero no podemos negarlo.

Vamos a hacer una prueba con celezbridades, y con una protagonista de The L Word. Alexandra Hedison está saliendo con Jodie Foster, pero antes de ella salía con Ellen DeGeneres que está casada con Portia de Rossi. Portia solía salir con Francesca Gregorini que en un momento dado tuvo una relación con Amber Heard que a su vez salía con Tasya Van Ree. ¡Todo está conectado chicas!

‌6. Que podía escribir resúmenes de The L Word y ¡les gustaban!‌

Una de las primeras series que reseñé en Lesbicanarias fue The L Word y gracias a esos resúmenes un montón de ustedes llegaron aquí. Antes de esos artículos Lesbicanarias era un blog pequeño que tenía unas cuantas lectoras, pero un día alguien dio con mi primer resumen y se fue corriendo la voz. Para mí fue super genial ver que algo que estaba escribiendo les gustaba y lo que era aún mejor ¡me la pasaba pipa redactando los posts y leyendo sus comentarios!

Gracias a esa ocurrencia sigo aquí seis años después escribiendo de todas las series que me gustan y compartiendo con ustedes las altas y las bajas que sufro con las parejas lésbicas que están actualmente en televisión. Hoy para escribir este post me he ido a leer ese primer resumen y me he dado cuenta de como he ido evolucionando como blogger a través de los años. Así que otra cosa más que tengo que agradecerle a la serie.

‌The L Word cambió mi vida‌

En conclusión chicas, The L Word influyó en mi vida de muchas maneras positivas. Me ayudo a entenderme mejor, a saber que no estaba sola, conocí amigas gracias a la serie y sigo aquí escribiendo por la respuesta tan positiva que tuvieron mis resúmenes. Para muchas personas fue una serie más, pero para esta lesbiana hubo un antes y un después de The L Word. ¿Ustedes aprendieron algo de la serie?